100 días para enamorarse: Antonia descubrió que Juani se "faja" los pechos e intenta entenderla

En el capítulo del jueves por la noche, madre e hija sostienen un emotivo diálogo. "¿No te parece demasiado obvio?", le responde el personaje de Maite Lanata al de Nancy Dupláa cuando ésta le pregunta el por qué de su actitud

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Si hay una historia que caló hondo en 100 días para enamorarse, la ficción de Telefe, ésa sin dudas es la de Juani (Maite Lanata), la adolescente hija de Antonia (Nancy Dupláa) que explorando su identidad de género se siente incómoda con su cuerpo.

Días atrás, hubo una escena de profunda emoción en la que la joven se para desnuda frente al espejo y se tapa los pechos, mientras de fondo se escucha una canción que repite en inglés la frase "no soy una mujer", todo un símbolo de la situación.

A partir de ahí se empezó a ver en los últimos días cómo la chica empieza a fajarse los pechos de manera habitual. Sin embargo, en el capítulo de esta noche se encontró con que su madre la descubre y decide hablar con ella.

"Para qué querés hablar? Revisá mis cosas, andá a mi cuarto y revisá", se enoja la joven al principio.

"No quiero hacer eso, no quiero pelear con vos, quiero saber qué te pasa. Estoy preocupada por vos, me pasa eso, pero vos de un tiempo a esta parte decidiste no hablar conmigo, no participarme, no confias en mí. Yo ya te juro no sé qué hacer para modificar todo el mal que te hice, no encuentro respuestas, pero quiero decirte que vos sos lo mejor que yo hice en la vida, pero vos me tratás como si yo ni siquiera sirviera como mamá", intenta explicarle su madre.

"Está bien má, me gusta que seas mi mamá", le dice Juani.

"Bueno, ok, ok. Escuchame Juani, entonces confiá en mí. ¿Vos te estás apretando las tetas?", le pregunta Antonia.

"Sí", le confiesa Juani.

"Ah, ¿y por qué?", le pregunta el personaje de Dupláa.

"¿No te parece demasiado obvio?", responde el rol de Maite Lanata. "Me molestan mis tetas má, me siento más cómoda así", agrega después.

"Ok, bien. Vos entendés que eso no te hace bien, porque eso te está apretando la circulación", intenta explicarle su mamá.

"No me importa", responde ella lacónicamente.

"Pero a mí sí me importa, me importás vos hija, por favor", le pide Antonia.

"Si tanto te importo por lo menos respetá mis decisiones, me siento más cómoda así", le pide ella.

"Entiendo, entiendo, perfecto, ¿por qué no vamos a ver a una ginecóloga?", insiste Antonia.

"No, yo sé lo que hago", lanza la joven, antes de darse vuelta e irse.

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