"Tenemos un grupo de WhatsApp todos los vecinos. Nos enteramos de la noticia de que esta niñita de 13 años fue violada. Nos sublevó a todos los vecinos, estamos unidos y consternados ante esta situación espantosa", dijo Georgina Barbarossa sobre un abuso a una menor que ocurrió el jueves 26 de abril en Colegiales, el barrio donde ella reside.
"Fue a plena luz del día, a las 11 de la mañana, en la rampa de Jorge Newbery, entre Amenábar y Crámer. Ahí la toma alguien por detrás y la viola. Hasta las dos o tres de la mañana, la nena seguía internada", agregó la actriz, en diálogo con el noticiero de El Nueve.
La adolescente salió de un local de comidas rápidas de la zona y fue abordada por un hombre que la tomó del cuello y la obligó a seguirlo, según la denuncia que presentó el padre de la menor en la comisaría 31 de Palermo, a las 22. La chica fue trasladada al hospital Pirovano para que fuera atendida.
Además, explicó que los vecinos se suelen comunicar por WhatsApp debido a los robos y asaltos que hay en Colegiales: "Estamos cansados de la inseguridad. Hay un robo día por medio. Entran en las casas o intentan entrar con una barreta. Evidentemente están observando y ven qué familia se fue el fin de semana".
"A esta nena le arruinaron la vida. Cuando el papá escribió en el grupo de WhatsApp todos salimos corriendo, nos pusimos en contacto y lo mínimo que pudimos hacer es ir a la comisaría, donde el subcomisario nos atendió muy bien y muy amoroso –explicó Barbarossa–. No estamos metiendo a todos en la misma bolsa. Está la buena y la mala policía. No sé si es una zona liberada, acá no es una cuestión política. Estamos todos cuidándonos".
Georgina sufrió en carne propia la inseguridad: en 2001 su marido Miguel Lecuna fue asesinado cuando iba en un taxi por Palermo. En Mario Bravo y Gorriti, dos hombres lo cruzaron con una camioneta, se subieron al auto y le dieron varias cuchilladas. Los asesinos fueron presos, pero unos años más tarde los liberaron por buena conducta.
"¿Uno cuándo se va a preocupar, cuando es el hijo de uno? A mí ya me mataron a un marido, ¿qué estamos esperando?", preguntó la intérprete, indignada. "Es un tema largo porque habría que cambiar el código procesal penal. Si entra un violador, los jueces lo largan por otra puerta, como sucedió con el juez López. No solamente salieron libres los asesinos de mi marido, sino que soltó a un violador. Los violadores no pueden salir, porque un violador es violador toda la vida", finalizó.
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