No es la primera vez que se refiere al tema. Sin embargo, fue tan traumática para ella la experiencia que vivió compartiendo el trabajo con él, que Josefina Pouso no puede evitar sensibilizarse cada vez que rememora el acoso que sufrió por parte de Roberto Pettinato cuando ambos eran parte del ciclo Un mundo perfecto, que conducía el ex Sumo.
"Sigo diciendo esto y lo voy a repetir las veces que sea necesario para que entiendan. Roberto Pettinato es un cobarde. Primero es un cobarde porque es un señor que jamás va a venir de frente a ninguna de las mujeres con las cuales tuvo lo que tuvo, hizo lo que hizo y nos denigró como nos denigró. Así que vaya a la justicia de verdad, deje de decir pavadas y deje de estar intentando alguna nota para que alguien lo mire en el programa que va a hacer en Paraguay o en alguno de sus shows porque nadie lo va a hacer porque usted es una porquería de persona. Sí, lo digo yo, me hago cargo, usted es un ser espantoso", disparó la panelista de Pamela a la Tarde, el ciclo que conduce Pamela David por la pantalla de América. "Me da pena que este tipo siga intentando algo. Me da pena, me da bronca, tengo sentimientos muy encontrados", agregó al respecto.
"Son muchos años que una carga con todo esto. Entonces, yo puedo estar muy enojada, tengo que medir mis palabras, como siempre pasa, es horrible porque es revivirlo. Una cada vez que escucha a este no este… ni tipo ni persona, es una cosa hablando libremente, diciendo que somos un "virus". ¿Nosotras somos un virus? Él es una porquería, entonces nos duele, nos duele porque nos hizo mier…. De verdad nos hizo mierda. Nos hizo mierda en nuestra intimidad en su momento, que nosotras creíamos que era parte del juego de la televisión y que una tenía que acceder a determinadas cosas para poder estar. Nos hizo mierda públicamente porque después nosotras eramos la mina problemática, que no podía laburar. Porque tenemos que leer a gente que sigue creyendo la palabra de este tipo, entonces a mí me da bronca", confesó.
"¿Te pasa que todavía te escriban pensando por qué lo decís ahora?", le preguntó la conductora.
"Sí, pero no es eso, es que no creen. Yo abría las piernas, entonces merecía que alguien me toque, que alguien me diga cualquier cosa delante o fuera de cámara, que se meta en mi camarín a tocarme, porque yo hacía un juego de piernas. Yo puedo desnudarme en televisión si quiero, y puedo desnudarme por la calle y nadie tiene derecho ni a decirme ni a tocarme", afirmó al borde de las lágrimas.
"No querés que aparezca más, vos querés que estos tipos estén en cana o encerrados en su casa, avergonzados, o por lo menos que nadie les de, les hablen, que sufran una vez en su vida, vos querés que sufran lo que una sufrió, eso es lo que uno quiere", sentenció, para luego referirse a si había alguna reparación posible para lo que había sufrido.
"La reparación es poder seguir tu vida, poder hacer esto, poder decirlo, para mí poder decirlo es extremadamente sanador, y que haya una o dos personas que me digan te creo, que me digan gracias porque yo ahora también voy a poder hablar, ya está", respondió.
"Es un psicópata, jamás va a llamar por teléfono a nadie ni va a asumir su error, no es un tipo que considere que lo que hizo está mal. Y ni loca me juntaría con él, yo el síndrome de Estocolmo no lo sufro, cómo me voy a juntar con mi victimario. A qué me diga qué, perdoname, no, porque para él estaba perfecto lo que estaba haciendo y lo sigue sostenido al decir que somos un virus, que le hacemos mal al feminismo, que le hacemos mal a la causa de la mujer. ¿Estamos todos locos? ¿Y le siguen dando prensa a este tipo? ¿le siguen dando trabajo a este tipo? Que se muera de hambre este tipo, que no haga un solo show más y que no tenga un solo espectador, porque ése va a ser su sufrimiento. Cuando nadie lo vaya a ver ahí se va a querer morir, porque lo que él siempre quiso es que lo reconocieran como un gran rey cuando él siempre fue la lacra de donde estuvo, porque fue la lacra de Sumo, y todo el mundo lo sabe, y es con lo que carga toda la vida. Entonces, desde ese lugar, como a él en Sumo siempre lo hicieron miércoles, hizo con nosotras lo que le hicieron a él", expresó cuando la consultaron sobre si sentaría a hablar con él en algún momento.
"Lo que sucede es eso, que una cree que de alguna manera es provocadora, que es parte del juego. Yo lo dije recién, yo en su momento creí que era parte de lo que tenía que bancarme por estar en televisión, por estar en un programa en el prime time, por tener la pantalla que supuestamente estaba empezando a tener. Porque como él me había hecho el mote de piernas yo me tenía que bancar todo lo que tenía que bancarme porque tenía que estar agradecida. Entonces, eso hace que una se sienta avergonzada y no lo cuente desde ese lugar, de la vergüenza, porque crees, en algún punto, que es así, y lo tenés que bancar. Y encima cuando intentás y tomás el coraje, en esa época, ahora por suerte no es tan así. Y cuando en ese momento lo decía, o yo lo dije, y pasé a ser lo peor de lo peor, y nadie me creía, es peor aún la vergüenza y el silencio que una tiene que tener", continuó.
"Vos pensá que pasaron cuántos años de esto, ¿diez? ¿y yo sigo siendo piernas? ¿yo soy unas piernas? ¿Entendés? Yo puedo decirte yo no soy más piernas, empecé a hacer un juego de no soy piernas, soy ex piernas, porque había engordado, porque había tenido una hija. Pero tuve que tomarlo como un juego para poder salir y para poder reinventarme, o que me empezaran a tomar en serio. O hacer un doble laburo para no ser nada más un par de piernas y que se den cuenta que la mina puede pensar. Digamos, esto que nos pasa a todas las mujeres, que las mujeres podemos pensar, que podemos cobrar lo mismo que los tipos. Entonces, entramos en esto que hoy se está hablando y estamos peleando, que tanto nos costó poder decir, poder hablar, que nos escuchen y nos crean", concluyó al respecto.
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