Las imágenes de la marcha del 8M todavía están frescas en la sociedad argentina. Por eso, la presencia de Calu Rivero en PH (Podemos Hablar), el ciclo que conduce Andy Kusnetzoff por la pantalla de Telefe, imponía sus sensaciones después de esa gigante demostración de fuerza que las mujeres dieron el pasado jueves.
"Fui a la marcha, estoy fuerte. Me llevó cinco años sentir así esta fuerza, sentir que sané, y antes de ayer en la marcha fue muy emocionante e impresionante el abrazo, los gritos de las chicas. Siempre tuve el apoyo de las mujeres de mi familia, las actrices, pero poner el cuerpo y verlo con esa magnitud me emociona. Tomé dimensión de la frase 'nos tenemos' y sentí que realmente lo que me pasó a mí estaba en ellas y todo lo que le pase a ellas va a estar en mí", expresó la actriz, quien tampoco le escapó a la pregunta sobre lo que le tocó vivir con Juan Darthés en Dulce Amor.
"Me parece importante situarlo en el contexto, fue 2012, hace muchos años, seis años, y la sociedad no estaba preparada para hablar de ese tema. Lo que viví en ese momento estaba totalmente naturalizado, y lo único que sé es que identifiqué que eso estaba mal, que me hizo mucho mal, me angustió mucho. Lo comuniqué, no hubo escucha, y fui yo la que me tuve que ir", recordó.
"Estoy muy emocionada por esto de la marcha, porque de verdad que la sensación es que me saqué esa mier… que tenía durante cinco años adentro y la pude convertir en luz, en lucha, en deseo real de igualdad, porque hasta mi viejo hizo el cartel de "No es No". Sentí que mi familia también sanó, mi hermana agarrándome fuerte y diciéndome vamos, estoy orgullosa de vos", agregó.
"No es fácil, es algo muy doloroso, es algo que te cala en la personalidad, en tu integridad, y no tiene ningún beneficio decir esto. Yo no quiero cagarle la vida a nadie, pero tampoco quiero que me la caguen, y lo único que sé es que voy a defenderme porque si algo aprendí es que la única que te va a defender sos vos", sentenció.
"Hay gente que sabe y no dice nada, y lo entiendo, porque tenés un trabajo, tenés miedo y está bien, pero si vos no lo exponés nadie se entera, nadie hace nada. Por eso, mi intención es que se hable, que se visibilice, que esto no se acepte, y no es tan difícil. No es que yo digo no quiero que ni me toques, ni me hables, a mí la sexualidad me encanta, la sexualidad, la sensualidad, el deseo mutuo están bien, lo consentido está bien, lo que no está bien es cuando alguien dice no. Cuando el deseo es unilateral está mal", concluyó.
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