Luciana Salazar llegó a Argentina este miércoles en un vuelo proveniente de Miami, en donde estaba instalada desde noviembre esperando la llegada de Matilda, su primera hija, que nació de un vientre subrogado.
El avión llegó a las 10 de la mañana y la vedette, hasta el martes por la tarde, no sabía si podría viajar porque estaba en lista de espera. Finalmente, por la noche pudo embarcar junto a su hija y sus padres, que habían viajado con ella a Estados Unidos.
"Recién llegué y lo primero que hice fue cambiarla a ella y después me fui a lavar yo. Primero es ella y después yo. Es así siempre", destacó Luli que también le respondió a Amalia Granata, que la había criticado por el reality especial que hizo sobre la llegada de su hija.
"Siempre se vive metiendo con hijos ajenos. No habla bien de ella como mujer. No siento nada. Lo tomo como de quien viene, de una persona que está obsesionada conmigo", aseguró.
Camila, hermana de la vedette, fue a buscarla al aeropuerto internacional de Ezeiza, al igual que Yamila, asistente de la modelo. Por otro lado, Adrián Pallares aseguró, en Intrusos, que el chofer personal de Martín Redrado estaba en el operativo de la llegada de Luciana y Matilda.
Según destacó el periodista, hubo varios autos ya que uno trasladó a los padres de Salazar, otro era el de su hermana, el de su asistente, y en el que se fue ella del aeropuerto. No pudo especificar en qué auto se retiró Luli, pero sí afirmó que estaba presente el hombre que trabaja con el economista, ex pareja de la vedette.
Luciana fue primero a su casa en el barrio porteño de Nuñez y después se dirigió al hogar que compró especialmente para la llegada de su hija en Nordelta. "Se hace la humilde, pero es muy buena", señaló Camila sobre el rol de su hermana como madre.
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