La situación que vivió Maju Lozano ayer por la noche en un restaurante de Palermo, y que la propia conductora hizo pública a través de sus redes sociales, obviamente no pasó desapercibida en Todas las tardes, el ciclo que conduce a través de la pantalla de El Nueve.
Sobre el final del programa, y rodeada por sus panelistas y por Luciana Peker, periodista especializada en violencia contra mujeres, Maju tomó la palabra para hacer referencia al condenable hecho.
"Es un día rarísimo para mí. Uno trabaja en el medio, pero cuando te toca estar como del otro lado, es una situación difícil. Primero, porque es angustiante, segundo porque uno quiere como comunicador ser lo más claro posible, no quiere exagerar, tampoco quiere minimizar. Nosotras anoche con mis amigas vivimos una situación particular en un restaurante en República Árabe Siria y Cerviño que fue una situación que la verdad hemos pasado todas las mujeres a lo largo de nuestras vidas, más, menos", arrancó Maju.
"Nosotras estábamos cenando en una mesa de afuera, en este bar, es un restaurante chiquito, familiar, de barrio, estábamos cenando cinco amigas, de repente llegan cinco tipos, cinco hombres de cuarenta y pico, cincuenta, cincuenta y pico, a la mesa de atrás. Ya desde que llegaron la situación fue molesta, yo como los tenía atrás mío fui como la que más directo los tenía. Ya uno se sentó no como en su mesa sino como apuntando a mí. Nunca me llamaron por el nombre, ya vinieron con esa cosa de nosotros somos cinco y cinco. Nosotras estábamos charlando, les pedimos en reiteradas oportunidades que no nos molestaran, porque estábamos charlando. Uno de ellos, sobre todo, yo lo tenía todo el tiempo acá, molestándome, diciéndome cosas como bolu…, te estoy hablando bolu…, te estoy hablando pelo…", agregó.
"Estábamos cenando, comiendo con mis amigas, absolutamente tranquilas. Igual, aunque hubiéramos estado en culo igual, porque sino queda como ah, le tocaron el culo porque iba en minifalda. A lo que voy es que quiero poner como en el contexto de normalidad posible, para que uno entienda que esto pasa todo el tiempo y en todos lados, y que para mí lo importante de esto, si es que es importante, digamos, es una situación absolutamente personal que me tocó vivir anoche, junto con mis amigas, que en el momento, después que llegué a casa, no me podía dormir y me produjo una tremenda angustia porque uno tiende a dudar si actuó bien o mal, si actuó lo suficiente, si el insulto, el grito y el haberme parado casi para pegarle había estado bien. Si había tenido que llamar a la policía o no, si había estado bien no llamarla", continuó con su relato.
"La situación fue muy larga, nosotras le pedimos al chico que nos estaba atendiendo que por favor les dijera que dejaran de molestarnos porque estábamos charlando. Una de mis amigas, además, estaba pasando por una situación personal que no estaba buena, entonces estábamos como en una conversación muy íntima. Hasta que en un momento uno de ellos…Jamás me voy a olvidar tu cara, jamás, sabelo, empezó a tocarme al espalda, a lo que yo me doy vuelta una vez y le digo no me toques, sigo charlando, no me toques. Porque también a mí después lo que me desveló y angustió fue lo internalizado que tenemos las mujeres este tipo de situaciones, digamos, lo acostumbradas a que estamos todas a que te toquen el culo, te toquen una teta, que un tipo te muestre el pito cuando te llama para preguntarte una calle", expresó.
"Pasé por absolutamente todas las situaciones, y lo que más me generó impotencia fue cuando uno de ellos me dijo a ver si la loca de mier…ésta te acusa de falso abuso, con lo que por un lado después me alegré, porque dije hay un registro, este tipo sabe que inconsciente, o a pesar del pedo, consciente o inconscientemente, sabe que está haciendo algo mal, sino no lo hubiera pronunciado. Y a la vez me dio la sensación de ¿yo soy la loca?, este tipo está hace tres horas tocándome, invadiéndome, insultándome, pateándome con el pie la silla, diciéndome bolu…, ¿y la loca soy yo?, por pararme y decirle me volvés a tocar y te rompo una botella en la cabeza", subrayó.
"Yo no soy ejemplo de nada, yo hoy no quise dar notas ni nada porque me parece que yo tengo tres horas de radio a la mañana y tengo este espacio acá. Yo lo único que quiero es que esto no nos parezca normal, que una puede decir no, no quiero, no me gusta y pedir ayuda. Simplemente soy una mujer que va a comer con unas amigas y que vive una situación como vive cualquier otra mujer, como cuando te tocan el culo, como cuando vas a un bar y te agarran la mano. A mí lo que me parece importante es que esto no sea lo normal, que todas las personas tenemos el derecho de decir no me molestes y no me toques, porque aunque yo esté en cu… por la calle es mi culo y yo hago lo que quiero con él", remarcó, para luego referirse a si no pensó en llamar a la policía en ningún momento.
"La verdad que en el momento no lo tuve en cuenta. Lo pensé porque de hecho una amiga le dijo "si seguís molestando voy a llamar a la policía, te estamos pidiendo por favor de muchas maneras que no nos molestes. Después, con el diario del lunes, una dice yo tendría que haber hecho, tendría que haber actuado…Tampoco fue una situación que yo creo que requiera de eso. Yo me pude defender, con mis amigas nos pudimos defender, pudimos frenar la situación, y fue eso y nada más. Lo único que me parece importante es que no se normalicen estas situaciones, y que también los dueños de los bares puedan interiorizarse, porque yo no los condeno, a lo mejor hoy se replantearon y dijeron tendríamos que haber llamado a la policía", concluyó.
LEA MÁS
Maju Lozano denunció que fue acosada por 5 hombres en un restaurante
Un empleado del restaurante contó cómo fue el acoso que sufrió Maju Lozano
El apoyo de Calu Rivero a Maju Lozano tras su denuncia de acoso