Una noche, Rodrigo Rodríguez (44) -más conocido como Rodrigo Vagoneta- tocó fondo. Llegó a su casa "medio chupado", masticando un chicle para disimular el olor a alcohol. Su mujer le alcanzó a su hijo, Benicio, de unos pocos meses: "Teneme al bebé". A Rodrigo se le nubla la mirada al recordar ese momento: "Tuve miedo de que se me cayera… Al otro día me levanté y fui a Alcohólicos Anónimos. Les dije: 'Ayúdenme por favor porque tengo miedo de que mi hijo…'".
El humorista acercó su fuerte testimonio en el programa Vino para vos, que Nicolás Magaldi conduce en la señal KZO. "Nunca pensé en decirlo a la gente, pero sí sé que puedo contribuir a que los chicos jóvenes no padezcan lo que padecí", advirtió Rodrigo a modo de preámbulo, para enseguida contar: "Soy alcohólico en recuperación".
Llegó un momento en que no podía dormir si no tomaba una botella de vino o dos
"Arranqué con las fiestas, y llegó un momento en que no podía dormir si no tomaba una botella de vino o dos. Pedí ayuda. Fui a un lugar tremendo, que es Alcohólicos Anónimos, y me salvaron la vida. Ya hace un año que no tomo una gota", dice el actor, tras levantar la copa de agua que lo acompañó durante el programa.
Pero esos primeros días sin consumir fueron difíciles para él. "Tenía miedo de que la abstinencia me hiciera mal al físico. ¿Quién se ha tomado todo el vino? Yo. Me había tomado todo…". Sucede que si Rodríguez hacía seis shows en una noche, tomaba un fernet antes de salir a escena; sumados a los que tomaba para brindar al terminar, podía consumir más de diez en apenas unas horas. "¿Si pensé que podía llegar a morirme? A lo último me dolía un poco el hígado, pero no llegué a ese extremo".
En Alcohólicos Anónimos me salvaron la vida. Ya hace un año que no tomo una gota.
"Es jodido: el alcohol es una droga como cualquier otra. Primero te levanta, al segundo día también. Después, si no la podés tomar no levantás nunca. Y entones, la necesitás". Y además de aquella escena con su bebé, su hermano fue otro de los detonantes para ir a Alcohólicos Anónimos. "Un día vino y me dijo: 'Mirá, loco, yo tengo dos hijos, soy feliz, tengo mi familia. Lo único que a mí no me hace feliz es tu problema con el alcohol'. Eso me pegó".
Hoy, Vagoneta dice estar "muy feliz" porque es "un tipo que tiene todo, gracias a Dios". Pero tras su confesión, deja un pedido. "No quiero que me asocien con: 'Mirá, ahí va el borracho que no toma'. No…", dice.
Más bien, a Rodrigo habría que asociarlo con una persona de mucho coraje.
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