Wisin (38) y su esposa Yomaira Ortiz Feliciano sufrieron un duro golpe por la muerte de su hija Victoria en septiembre de 2016. La pequeña padecía Síndrome de Patau, un trastorno genético que afecta al sistema nervioso y cardíaco, también conocido como Trisomía 13.
En una entrevista con el programa Don Francisco te invita, el cantante reguetonero habló del trágico fallecimiento de su bebé: "Es un capítulo en mi vida que jamás pensé pasar. Siempre uno piensa que a nivel profesional te puede pasar cualquier cosa, pero cuando te toca tan de cerca a nivel personal, es un golpe bajo. Muchas cosas pasaron por mi mente. A veces creemos que podemos tener el control y que el dinero puede comprar todo y no es así. Estamos confundidos".
A veces pensamos que podemos tener el control y que el dinero puede comprar todo y no es así
"Si es necesario tener tu dinerito y poder echar para adelante a tu familia. Pero más importante es aprovechar el tiempo con la gente que amas. Hay veces que le damos importancia a cosas que no tienen sentido. Después de esta pérdida he entendido que necesitaba pasar tiempo con mis hijos. ¡Wow, que difícil es!", dijo el artista puertorriqueño y rompió en llanto.
Después de esta pérdida he entendido que necesitaba pasar tiempo con mis hijos
Muy conmovido, el intérprete explicó cómo hizo para seguir adelante a pesar del dolor: "Yo creo que nada pasa por casualidad, he podido levantarme. Nos diagnosticaron que Victoria moriría durante el parto y no fue así. Pero también estaba esa incertidumbre de cuándo iba a fallecer. Salía del país con ese miedo de recibir esa llamada. Cuando sonaba el teléfono y era mi señora, decía: 'señor que no me diga que Victoria murió'. Pero a los 30 días lamentablemente pasó. Lo afrontamos. Estábamos en Puerto Rico. Pude estar ahí en ese momento y pude afrontarlo con valentía, gracias a Dios".
Por último, reflexionó: “Es bueno que el público sepa que los artistas tenemos grandes satisfacciones. Qué bendición es poder hacer lo que amamos y poder ver a diferentes nacionalidades en nuestros conciertos, disfrutando con nuestra música, pero también somos seres humanos que llegamos a nuestra casa y nos sacamos esa capa que nos ponemos para treparnos en una tarima y llegamos el suelo. Hay veces que pasan cosas que no entendemos. Pero gracias al público recibí mensajes de aliento que me decían que habían pasado lo mismo… Qué bendición que hayan podido ser cómplices de esta situación en mi vida”.
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