En un diálogo a solas, parados muy cerquita y a a la vera del río, en un evento con asistencia de la prensa -pero sin que nadie pudiera escucharlos-, José María Muscari y Federico Bal limaron asperazas. "Es muy político todo, pero bien, estamos muy bien", destacaron casi a la par al concluir ese cónclave que nadie esperaba.
"Charlamos. Y estuvo buenísimo -resaltó Muscari-. Pasaron un montón de cosas que estaba bueno charlarlo en el marco personal, sin cámaras en el medio. Una amiga en común nos invitó al evento. Y hablando se aclaran un montón de cosas". La enemistad surgió cuando el director denunció públicamente que el actor había agredido a Barbie Vélez, y el vínculo se rompió por completo al conocerse un audio donde Muscari agraviaba a Bal.
"Esto no es hipocresía: hablan muy bien de él y de mi poder hablar de las cosas que pasaron. Es algo que me saco de encima, una charla que tenía pendiente", confesó por su lado Federico, aclarando que el reencuentro se dio "por casualidad", a raíz de que una amiga en común los invitara a los dos, por separado.
"Cuando salio el audio, me sentí dolido por mi familia. Pero un poco gordo soy, un poco enano también, y un poco judío: entiendo su humor -advirtió la figura del Bailando-. Pero fue en el seno de la casa de mi ex suegra (Nazarena Vélez), y mi ex novia. Estuvimos en el medio de una situación desagradable".
¿Cuál es actualmente la relación de Muscari con Barbie? Responde Muscari, y con un detalle muy particular: "Cada vez que me escribe, le contesto. Pero no tenemos un cotidiano. Cuando la veo en el Bailando me alegro, porque la veo sonreír". ¿El detalle? Es Barbie quien le escribe a él, y no al revés.
"Te hablo de mí: nunca tuvimos una enemistad o algo personal que haya pasado entre nosotros -señaló José María-. Es de público conocimiento que yo era cercano a Barbie, también que trabajamos juntos con Fede, y que dejamos de trabajar juntos (lo bajó de la obra La jaula de las locas). Y desde ese momento hasta hoy, nunca más nos vimos".
Acto seguido, se dieron la mano. ¿Fin del asunto?