Hablar de películas de acción que trascendieron a nivel internacional nos lleva a Harrison Ford, uno de los actores por excelencia de este género. Los grandes proyectos que protagonizó a lo largo de su carrera hicieron de él una verdadera leyenda. Y supo conquistar distintos mercados para posicionarse en lo más alto. Sin embargo, el camino a esto no fue fácil sino que estuvo lleno de espinas.
Ford nació el 13 de julio de 1942 en Chicago, Estados Unidos, en el seno de una familia de clase media. Sus estudios secundarios los cursó en la East Maine Towship High School. Según contó en alguna oportunidad, fue un alumno medio. No sobresalió, no fue de los mejores de su curso, pero tampoco le iba mal. No obstante, allí empezó a forjar su condición de líder, esa que en más de una oportunidad puso a disposición en las películas que realizó.
Durante esa etapa fue presidente del club de ciencias sociales, representante del club de escolares, delegado de su curso y hasta fue la voz de la radio del colegio e integró el cuerpo de baile y de gimnasia del establecimiento al que acudió. No había disciplina en la que no se anotara. Disfrutaba de todas esas cuestiones, más que de ponerse a estudiar.
Cuando finalizó, intentó seguir la carrera de Literatura inglesa y filosofía, pero los resultados no fueron los esperados. Sus pésimas notas lo hicieron abandonar para buscar nuevos rumbos. Sus padres lo apoyaron, pero él entendió que no tenía sentido. Así fue como se anotó en Arte dramático, pero allí tampoco le fue bien. Corría el año 1964 y Harrison no sabía qué hacer con su vida. Tampoco se recibió de actor, no tenía otra carrera en mente y nada le producía cierta adrenalina como para entusiasmarse.
Cuando estudió actuación conoció a la actriz Mary Marquardt, con quien decidió mudarse a Hollywood y casarse en 1964. Cuando esto ocurrió, ella estaba decidida a incursionar en el séptimo arte y él la siguió, sin nada claro, pero sabiendo que quería ser actor pese a no haber finalizado la cursada. No se enfocó en las notas de sus profesores, sino en la certeza de creerse capaz por sobre todas las cosas.
En un repaso por su carrera, los papeles que se vienen rápidamente a la memoria de cualquier fanático de su trabajo están vinculados a Star Wars, la saga de Indiana Jones, Raiders of the Lost Ark, El fugitivo, Juegos de patriotas, entre tantas otros films que lo llevaron al estrellato. Sin ir más lejos, actualmente está filmando la quinta entrega de Indiana Jones, film que se estrenará a fines de 2022.
El año en el que se casó logro firmar un contrato con Columbia Pictures, productora que le pagaba 150 dólares por semana a cambio de pequeñas participaciones como extra en distintos proyectos. Ese fue el inicio que casi llega a su fin un año más tarde, cuando luego de un accidente automovilístico estuvo a punto de perder la vida.
En 1966 consiguió su primer trabajo significativo cuando lo convocaron para la película Ladrón y amante. Luego llegó otro de similares características, pero pese a eso no lo lograba trascender. Para colmo, ofuscado, se presentaba enojado a los papeles intranscendentes que le proponían desde la productora que lo tenía entre sus filas y esto hizo que rompieran el contrato. Una de las causas que le expusieron fue falta de interés y de carisma para trabajar como actor.
Su mujer ya había dado a luz a Benjamín, su primogénito, y el dinero que ingresaba no alcanzaba para hacerle frente a los gastos diarios de la familia. No lograba dar con lo que buscaba. Siempre papeles menores que no le redituaban y, para colmo, no lo ponían en los créditos, por lo que nadie, salvo lo que lo conociera, se enteraba de su labor. Pocos confiaban en su pasta como de actor. Claro, con el diario del lunes, sabiendo todo lo que logró, parece mentira que su inicio haya sido así, tan traumático, y que haya luchado tanto por un lugar.
Otros rumbos
Sin saber que hacer de su vida, pero entendiendo que era padre y que necesitaba un ingreso económico de manera urgente, incursionó en la carpintería. No sabía mucho del tema, no era un oficio que antes hubiera realizado. Con este conflicto sobre sus hombros, prácticamente se internó en una biblioteca y leyó varios libros sobre la materia. Su primer trabajo fue en la creación de un estudio de grabación para el compositor Sergio Mendes.
Curiosamente, desde otro lado, siguió ligado al rubro de la actuación. Gracias a eso llevó adelante la construcción de varios estudios, mientras que continuó en la actuación con sus papeles de poca monta y sin que casi nadie supiera de él. Hasta que, en 1972, su suerte empezó a cambiar.
Nació su segundo hijo, Williard, fue parte de la serie La ley del revólver y se hizo amigo de Fred Rose, el hombre que logró abrirle la puerta del éxito. Él le presentó al por entonces desconocido director George Lucas, quien le dio un papel en American Graffiti. La película fue un verdadero éxito en taquilla. Sin embargo, regresó a la carpintería. La recaudación del film fue de 21 millones y a él le pagaron 600 dólares por todo su trabajo.
Pero, más allá de lo económico y del hecho de no haber logrado nada en ese aspecto, si fue un quiebre a nivel laboral. Fue el click que necesitaba para darse cuenta de que era un gran actor y que solo necesitaba de un lugar para sacar a relucir todo su talento. Entonces siguió con los papeles menores, pero ya sin renegar y sabiendo que las puertas se estaban empezando a abrir.
En 1976 logró dar el salto. Pese a que todavía era un desconocido, su amigo Rose lo propuso para, ni más ni menos que Star Wars. En principio los directores no lo querían, porque no tenía demasiado rodaje como actor y buscaban a alguien con renombre. Pero, finalmente, lo aceptaron. Su desempeño fue un antes y un después desde todo punto de vista. Esa primera entrega de la saga no fue tan rutilante, pero si lo fue para Harrison.
En lo económico, fue contratado por la Twentietch Century Fox a cambio de un sueldo de 650 mil dólares. Con ese contrato, dejó las maderas de lado y la carpintería quedó en el olvido para siempre, más allá de que tendrá un lugar en su corazón porque fue la profesión que le dio de comer a él y su familia en tiempos complejos.
Por otra parte, ya desde el plano laboral, la saga le permitió convertirse en el preferido del público en general, pero sobre todo de los adolescentes. De allí en más, la historia es conocida por todo lo que logró en el mundo del cine y que le cambió la vida rotundamente. Sin ir más lejos, los problemas financiero ya no lo persiguen, sino todo lo contrario. Por su trabajo profesional y por ser creador de proyectos, Ford se convirtió en el actor que más recaudó a nivel mundial. Con casi 6 millones de dólares facturados, es el mejor pago de todos los tiempos. Y con su ejemplo dejó una enseñanza: la de luchar por los sueños hasta lograr convertirlos en realidad.
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