Susana, Moria y Silvia se llaman las gatas de Nicolás Tacho Riera. El ex Casi Ángeles convive entre felinos y plantas, y alguna vez se le animó también al arte de la apicultura. “Un domingo estaba a las doce del mediodía con 50 grados abriendo una de mis colmenas y dije: ‘Esto no es para mí’”, recuerda ahora entre risas. “Ahí largué todo”, remata.
Riera confiesa -¿sin querer?- que está a punto de comenzar a grabar un proyecto con Telefe. Además, atraviesa la segunda ola de la pandemia a la espera de la vuelta de los teatros. Junto a Fer Dente y Tomás Fonzi protagoniza el nuevo proyecto de Ricky Pashkus que aún no tiene fecha de estreno por la situación epidemiológica.
Además, Nico se suma a un desafío que le propone Teleshow.
—¿Alguna vez te googleaste a vos mismo? ¿Te fijás que busca la gente de vos?
—No. ¿se puede hacer eso?
“Nicolás Riera MasterChef” es lo primero que aparece en las búsquedas. Si querés saber cuáles son las otras y cómo reacciona el actor al enterarse, mirá este video.
—¿Cómo se preparan para La fiesta de los chicos?
—Arrancamos con los ensayos y nos sorprende lo simple y lo divertido que se volvió. Es una obra que conlleva un montón de situaciones. Pero hay una dinámica que se dio entre los nueve que somos arriba del escenario, muy natural. Es muy divertido, entre liberador y placentero. Estamos disfrutando mucho de los ensayos.
—Te toca un personaje distinto a lo que hiciste hasta ahora.
—Es un desafío nuevo, un personaje gay: estoy en pareja con Tomás Fonzi. Hoy en día el contenido llega a mucha gente y está bueno que esté bien laburado, bien contado, que el mensaje sea claro e interesante. Cuando me pasaron la primera versión, todavía estaba en inglés. La leí y noté que había algo muy bien contado: el tema de quién es uno. Ya cuando el libro está muy bien, es placentero estar. El desafío es estar a la altura de la obra.
—Por ahora sin fecha de estreno por la situación epidemiológica.
—Nosotros estamos preparados, listos: la obra, el escenario está montado, los actores estamos con ganas. Pasa de todo, hay muchos cuerpos desnudos. No deja de ser una fiesta. Es realmente una fiesta.
—En una nota te preguntaron si te tomarías un año sabático y contestaste: “Me muero sin trabajar”. ¿Cómo te llevaste con el parate de la pandemia?
—Me estaba mudando, entonces mucha de la energía que le ponía al trabajo se la puse a la casa. Descubrí todo un mundo nuevo con las plantas. Ahora tengo 200. Tuve que reinventarme en un montón de cosas, aprovechar y conocer lugares, disciplinas nuevas.
—¿Te ocupás vos de las plantas?
—Sí, tengo un balcón que tiene sol más a la tarde y un patio interno, medio encajonado, con sol de la mañana. Entonces, depende la planta. Muchas se me secaron o se empezaron a pudrir porque requieren más agua, otras requieren agua toda junta, otras un riego más pausado. Tiene que ver con su origen. Una planta tropical necesita mucha humedad.
—Se nota una dedicación y hasta un aprendizaje sobre el tema. Tengo entendido que en algún momento también estudiaste apicultura.
—Sí, de muy pibe. Fue una locura. No sé quién me dijo, creo que fue mi tío: “Hoy el kilo de miel está valiendo no sé cuánto”. Y dije: “¡Huy qué divertido! Tenés abejas que te están generando miel”. Me metí a estudiar y descubrí que es un mundo muy complicado, conlleva mucho trabajo y estar casi siempre lejos de la ciudad.
—¿Tuvo que ver más con la posibilidad de negocio que con ser un fanático de las abejas?
—A veces la excusa lleva a que uno descubra un mundo nuevo. El funcionamiento que tienen las abejas dentro de una colmena es impresionante. Es como ver Discovery Channel y flashear con lo que pasa en la naturaleza.
—Astrología también se suma al amplio abanico de estudios de Nico Riera.
—Eso es más cercano, ahora. La astrología te da un lenguaje nuevo: le pone palabras a determinadas energías que son complicadas de entender. Uno empieza a comprender cómo se vinculan unas con otras. Es muy interesante.
—Sos un tipo curioso que, cuando algo te llama la atención, se mete de lleno.
—Soy geminiano. Eso hace que uno quiera aprender un poquito de cada cosa. Lo único que se mantuvo toda mi vida fue la actuación. Arranqué a los 15 y siempre me acompañó. Con muchos obstáculos en determinados momentos, pero es algo muy constante. Es el día de hoy que vivo de eso pero, además, sigo estudiando, me sigue interesando.
—En este tiempo que estuvimos confinados la gente revaluó de alguna manera sus prioridades.
—Enfocamos más en lo esencial de la vida, qué es para cada uno. Se cortaron un montón de cosas y uno empieza a entender qué significaba algo necesario para la vida de uno.
—¿Para vos qué es?
—La actuación, desde ya. Estar arriba de un escenario, adelante de una cámara. Son cosas que me gustaría continuar para siempre. En distintos proyectos. Ahora arrancamos a grabar en Telefe, no es un unitario (risas), no es un unipersonal.
—¿De qué se trata ese proyecto?
—Por lo que están planteando, se viene la grabación: arrancaría ahora, en mayo. En estos días tuvimos reunión de elenco. Viene avanzando bien, mucho protocolo.
—En la tira Millennials te tocaron muchas escenas jugadas. En La fiesta de los chicos, ¿te toca algún desnudo?
—Creo que sí. Es un tema de vestuario que estamos viendo, pero es muy probable.
—¿Cómo te llevas con mostrarte desnudo?
—No tengo mucho conflicto. Soy de aceptarme con mis defectos y mis virtudes (risas). En un punto, decís: “Es lo que me tocó, ¿por qué me voy a conflictuar con algo que no depende de mí?”.
—¿Te gusta cuidarte en cuanto a lo estético? ¿Entrenás?
—Entrenar por entrenar no puedo. Mi entrenamiento es a través del deporte. No sirvo para salir a correr. No sé cómo hace la gente: yo, a la cuadra me aburrí. Necesito correr atrás de una pelota o dentro de un deporte.
—¿Te afecta todo lo que estamos viviendo vinculado a la pandemia?
—La incertidumbre para adelante a veces angustia. Decir: “¿Cuánto más?”. Trato de correrme un poco de ese lado porque nadie lo sabe. Es preferible calmar las aguas y no sumar a lo que está pasando. Es un boca en boca de un montón de data, “tal me dijo que…”, “leí que tal cosa…”, cuando todavía es algo muy nuevo a nivel mundial a lo que estamos encontrándole la vuelta. Trato de tomarlo con la mayor calma posible.
—¿Tuviste COVID?
—Tuve en marzo. Por suerte fue muy leve. Estuve guardado 15 días, tranquilo. Lo viví en carne propia.
—Dijeron en un momento que estabas en una aplicación de citas. ¿Tenés aplicaciones?
—Me hice un perfil a ver qué onda. Todavía estoy ahí.
—¿Cómo fue la experiencia?
—Todavía nada. No sé, estoy ahí. También es que, entre ensayo y ahora con el tema de la tira, tampoco hay mucho tiempo. Tomé como costumbre pasar más tiempo en mi casa desde el año pasado y le agarré un poco el gustito. Entonces estoy como muy en mí, con mis cosas con proyectos.
—Igual, hay un paso de chatear a verte con alguien. Son como dos universos.
—Sí. Vos sabés que en una que estaba ahí chateando me dicen exactamente lo mismo: “Bueno, ahora alguien tiene que escribir algo”. Porque es muy divertido por ahí mirar, mirar, mirar, y después, no hacer nada. Y encarar uno, ¿no? Y bueno, el encuentro y todo eso.
—¿Saliste presencial con alguien que hayas conocido en la app?
—Salí, sí.
—¿Y te fue bien? ¿Fue positivo el resultado?
—Sí, fue divertido. A mí no me cuesta pasarla bien, le saco el peso a un montón de cosas. Es simplemente pasar un buen rato, una buena charla. Te puedo hablar de astrología, apicultura (risas). No me quedo sin tópicos. Es divertido ir a la nada, ver qué pasa. La espontaneidad hace que sea todo mucho más divertido.
—La cita, entonces, fue bien. Pero no tan bien como para salir de la aplicación.
—Sí, fue simplemente curiosidad, a ver de qué se trataba.
—¿Te pasa que no te creen quién sos?
—Me han mandado mensajes por Instagram diciendo: “Hay alguien usando tu foto” (risas).
—¿Y qué les contestás? ¿Les decís la verdad?
—No digo nada. Hay que mantener el misterio.
—Seguís disfrutando de la soltería e ir conociendo gente.
—Sí. El tiempo para uno es fundamental.
—Esperamos entonces el estreno, ni bien se pueda volver a los escenarios.
—El pensamiento positivo genera efecto cascada. Si todos pensamos que vamos a salir adelante, si todos pensamos que esto se termina, las cosas van a estar mejor.
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