Así como la exitosa primera temporada de Luis Miguel, la serie hizo foco, y a partir de allí generó interés, en la figura de los padres del ídolo mexicano -el inescrupuloso Luisito Rey y la adorable Marcela Basteri, con su posterior desaparición-, la nueva entrega de Netflix recurrirá a la misma fórmula. Aunque al reflejar su adultez, será el cantante quien deberá rendir cuentas sobre los puntos más oscuros de su propia paternidad. En especial respecto a la modelo Michelle Salas.
Luis Miguel se convirtió en papá a fines de los 80 luego de su breve romance con la actriz Stephanie Salas: Sophie -quien ya aparecía en la temporada anterior- tenía 19 años cuando dio a luz a Michelle. Pero el ídolo desconoció a la niña. Y cuando por fin lo hizo -11 años más tarde- volvió a alejarse al poco tiempo, perdiendo contacto con ella casi por completo.
Este drama será clave en el argumento de la serie que se estrenará este domingo, protagonizada por un Diego Boneta -quien curiosamente tuvo un romance en la vida real con Michelle Salas- cada vez más parecido al rey Sol. Y una argentina será la responsable de encarnar a su hija mayor: se trata de Macarena Achaga.
En 1992, el mismo año en que Luismi recibía tres premios Billboard por su disco de boleros Romance y lamentaba -o no tanto- la muerte de su papá, Macarena nacía en Mar del Plata. Y en 2007, a la vez que el músico concluía su extensa gira México en la piel, que lo hizo trajinar durante meses, Achaga daba sus primeros pasos en el modelaje. Más tarde lo haría como conductora de Los 10 más pedidos, en la señal de música MTV, a la par de realizar distintas campañas publicitarias y tapas de revista.
No obstante, comenzó a lograr cierto renombre un lustro después cuando fue parte de una tira juvenil llamada Miss XV, filmada en el país azteca y emitida por Nickelodeon. Su Leonora le valió una nominación en los Kids Choice Awards, en el rubro revelación. Luego estuvo en el proyecto musical Eme 15. Y Macarena seguía dejando su huella en el camino que había elegido transitar en México: en 2013 se lució como actriz en el corto El librito rojo, grabado en Guanajuato, y realizó la versión local de Gossip Girl. Pero esto último no ocurrió como lo esperaba: la ficción fue cancelada con una sola temporada en el aire.
En 2015 retomó la buena senda con la serie chilena Sitiados, junto a Benjamín Vicuña y Andrés Parra. Y todo estallaría en 2018 con su personaje en la novela mexicana Amar a muerte, que la lanzaría a la fama absoluta. Allí, Macarena se convertiría en un verdadero ícono de la comunidad LGBT gracias al romance de su Valentina Carvajal con Juliana Valdés, interpretada por la actriz Bárbara López. Juliantina -como de inmediato se bautizó a la pareja en las redes sociales- es el primer amor lésbico que mostró la televisión azteca en toda su historia, en horario estelar y con escenas explícitas. Incluso, algunas fueron censuradas.
Esta mujer terca, según se define, que elige al argentinísimo huevos con papas fritas como plato favorito y sueña con conocer Australia, tenía un novio libanés: un tal Ghassan Kara, que vive en Nueva York y trabaja para Google. Eso hasta que Macarena, de 28 años, arrancó con el rodaje en plena pandemia de Luis Miguel, la serie. Hoy, estaría saliendo -no tan a escondidas- con Juanpa Zurita, de 24, quien en la biopic se pone en la piel de uno de los hermanos del cantante, Alejandro Basteri.
La última foto que Ghassan posteó con la actriz en su Instagram data del 5 marzo: la saluda por su cumpleaños. En cambio, él no aparece en las últimas publicaciones de la actriz. Por el contrario, hace unos días Macarena subió dos fotos abrazada a Zurita en el interior de un auto. Además, los flamantes compañeros de elenco suelen intercambiar guiños y mensajes cariños en los comentarios de sus respectivas publicaciones. Y algo más: se leen varios “Te amo”. Y se ve una foto sugestiva. Ghassan, por su parte, brilla por su ausencia en la cuenta de la actriz.
La segunda entrega de Luis Miguel, la serie, tendrá ocho episodios. La historia -que comenzará a desarrollarse justamente en 1992, el año del nacimiento de Maca- reflejará el renacer del ídolo con la explosión de los boleros, su dueto con Frank Sinatra (y su participación estelar en el festejo por los 80 años de La Voz), la enfermedad incurable del cantante. Pero también, la intensa búsqueda de su madre. Y su vínculo fallido con Michelle Salas, aquella hija a quien le dio la espalda tanto tiempo. Y que ahora podría abrirle las puertas de la fama a Macarena Achaga en toda América Latina.
Todo eso está por verse, claro.
A partir de este domingo.
SEGUIR LEYENDO