Del otro lado del teléfono se escucha la voz de Julio Iglesias, Dyango, Raphael, El Puma Rodríguez, Luis Miguel, Nino Bravo.
Sin embargo, quien verdaderamente habla con Teleshow es Martín Russo, el humorista e intérprete argentino de Luis Miguel a quien el cantante mexicano reconoció como “su mejor imitador en todo el mundo”. El artista de 50 años recuerda que comenzó su carrera a los 14 años cuando, durante un verano en Mar del Plata junto a su familia, fue a probar suerte a Canal 8. “A partir de ahí, no paré más”.
En aquel momento, el entonces adolescente notó que tenía cierta facilidad para imitar a determinados cantantes y empezó a practicar sus temas, a impostar la voz, a buscarle el color -como así lo llaman los que trabajan en el mundo de la música- y encontró su vocación. La que tantas alegrías le trajo durante muchos años. Incluso ahora.
“Al principio me gustaban otros cantantes. Hasta que Luis Miguel lanzó su álbum Suave y noté que era impresionante: me gustaba su imagen, su voz, las canciones. Era tanto el éxito que tenía que dije ‘lo tengo que incorporar a mis shows’”, cuenta Russo que a sus 22 años ya hacía espectáculos privados en los que cantaba e imitaba a otros artistas. Hasta que empezó a interpretar a Luismi y el público comenzó a pedírselo de manera ininterrumpida.“Lo empecé a imitar y el público se sorprendía. En ese momento nadie lo imitaba y a mí me salía bastante parecido. Después lo fui perfeccionando”, continúa quien llegó a mostrar su talento en la radio con Juan Alberto Mateyko y en Videomatch, de Marcelo Tinelli. Dichas participaciones lo hicieron saltar a la fama y llegar a los oídos de Polo Martínez, manager y gran amigo de Luis Miguel. Luego de escuchar una imitación de Russo en la década del ‘90, el empresario argentino le pidió un VHS para llevarle al artista que vería el mes siguiente en Acapulco (México).
Cuando Luis Miguel vio el video la primera reacción fue sonreír y reírse de la letra del tema (era una parodia de una popular canción). Luego, su cara y su expresión cambiaron, se puso serio y aseguró: “Nunca escuché a nadie que me imite tan parecido, que saque el color de mi voz”. Para felicitar a Russo decidió enviarle un obsequio: el mismo VHS que le habían hecho llegar a él, pero con su autógrafo: “Martín, un abrazo enorme, Luis Miguel”. Y la fecha: 1999.
Tiempo más tarde, cuando Polo Martínez regresó a la Argentina, se lo llevó a Russo a la radio. “Casi me caigo desmayado”, se sincera el humorista que también es popularmente conocido como “el hombre de las mil voces”.
Un encuentro inolvidable que marcó su carrera. En 2002, Martín conoció a Luis Miguel en una fiesta privada. ¿Cómo fue aquel momento? “Muy breve”, recuerda el humorista. “Se acordaba de que había visto mi video, sabía quién era. Y me agradeció”.
“A parir de ahí me abrió un montón de puertas”, reconoce Russo quien comienza una gira por la Argentina con el espectáculo “Tributo al Sol, Luis Miguel en concierto”. “Nunca la había hecho por mi país, era un sueño que me faltaba cumplir”, dice quien es padre de cuatro hijos y está radicado en Miami desde el 2012, en donde vive con una visa de trabajo que renueva cada tres años. Se fue allí hace casi 10 años contratado por una reconocida empresa de cruceros para realizar shows y también trabajó para Telemundo como coach de un reality.
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