Mientras continúa recuperándose favorablemente de COVID-19, Víctor Hugo Morales habló este domingo en C5N sobre su estado de salud. “Paso a una sala general y esto puede implicar también un rápido retorno a casa en cinco días, una semana más”, adelantó el periodista que recibió la noticia en las últimas horas por el cuerpo médico que lo atiende. “Mañana si Dios quiere salgo de la terapia intensiva”, anunció.
Sobre cómo fueron sus días de internación, Morales dijo que “fue muy angustiante” sus días con coronavirus. “Tuve una neumonía muy severa, de esas que te pueden perfectamente costar la vida”, explicó y sostuvo: “He tenido que consumir muchísimo oxígeno, todavía lo estoy haciendo”. A su vez, agradeció la atención y la gratitud de los médicos y enfermeros que lo estuvieron acompañando en todo este tiempo.
De todos modos, Víctor Hugo analizó que “el deterioro que deja el COVID es impresionante”. “Miro mi cuerpo y lo veo envejecido. Tengo que hacer una recuperación muy importante y pronto porque te tira para abajo. Ha sido una experiencia muy dolorosa y muy traumática”, aseveró.
El viernes, el periodista decidió adelantar su regreso a la radio para apoyar las restricciones a la circulación y el cierre de escuelas decretado por el presidente Alberto Fernández. “No se imaginan el gusto que me da saludarlos. Aún estoy con esta cánula que tengo en la nariz, que es lo que me da un poco más de oxígeno por los problemas que he tenido”, empezó diciendo el conductor en su editorial.
Si bien el conductor debía arrancar este lunes en su programa “La Mañana”, que se emite por AM 750, lo hizo de manera intempestiva con el objetivo de denunciar el “apagón mediático” del que -según su visión- fue víctima el gobernador Axel Kicillof, que salió a respaldar la medidas del Presidente
“Genera mucha admiración Kicillof. Lo que hizo anoche es extraordinario, explicándole al país qué es lo que está pasando con esta tremenda desgracia mundial que tenemos que afrontar. En medio de ese discurso me dio por ver qué hacían algunos de los canales enloquecidos, que han bastardeado la profesión de la peor manera en estos años”, introdujo el periodista en su editorial.
“Me dio un ataque de dolor, de impotencia. Ya no estamos frente a un periodismo de guerra. Estamos frente a un periodismo criminal”, expresó. “No les importa si nos morimos, les importamos como un número estadístico que sirva a sus fines”.
Y continuó: “En vez de escuchar a una persona que estaba explicando de la mejor manera dónde estamos parados, ellos huyeron de la información y de la responsabilidad y fueron a buscar roña”, agregó.
“Nos quieren hacer sentir estúpidos. Todos los países del mundo están cerrando ante la segunda ola del coronavirus. El propio (Diego) Santilli había dicho que iban a tener que terminar con la presencialidad si venía la segunda ola”, recordó el periodista.
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