La trascendencia de Alemán en el género urbano y sobre todo en el rap, fue creciendo con el correr de los años hasta convertirse hoy en uno de los máximos exponentes latinoamericanos. Sus canciones van desde fiestas, joyas y alcohol hasta problemáticas sociales como la falta de trabajo, el dinero y la carencia de tiempo, como rapea en Relojito, su más reciente trabajo. “Sé lo difícil que es ganarse el peso en esta vida”, reconoce el artista en charla con Teleshow.
Erick Raúl Alemán Ramírez –su nombre real- es un artista mexicano de 31 años que, a esta altura, ya alcanzó el estatus de referente en el rap latinoamericano. Su colaboración con la leyenda mundial del hip hop Snoop Dogg, lanzada en noviembre del 2020, lo coloca en un lugar privilegiado del rap. Con más de 55 millones de reproducciones, “Mi tío Snoop” es solo la primera colaboración con el legendario rapero ya que se viene otra junto a él y con B-Real, líder de Cypress Hill, otra estrella del hip hop internacional.
Pero la canción con Snoop Dogg no es la única gran colaboración de Alemán en los últimos años. En Argentina, su nombre comenzó a circular cada vez con mayor fuerza tras el featuring con Bizarrap, que con 142 millones de visualizaciones se encuentra tercero entre las Sessions más vistas del productor argentino, solamente por detrás de la de Nathy Peluso (208 millones) y el freestyle de Trueno (172 millones).
Nacido en 1990 en Los Cabos, Baja California, Alemán lleva casi 20 años en la escena mexicana, por lo que ha pasado por distintos momentos de la misma hasta llegar a un excelente presente, ya asentado como artista. Esto le permitió abrir sus intereses en el mundo artístico, donde ya tiene dos cortometrajes escritos y hasta su propia marca de ropa callejera Hip Hop Deporte. “Me gusta crear, la creación es mi rollo”, define Alemán.
“Soy un domador de ritmos, puedo domar cualquier ritmo y darle”, dispara el rapero mexicano al tiempo que cuenta que aprendió a “digerir todo tipo de música”. Salsa, flamenco, corridos y bachata, son sólo algunos de los estilos que el mexicano va incorporando a su vida: “Es aprender a disfrutar toda la música porque toda la música tiene alma”. A la vez, reconoce que en México están intentando acercarse y colaborar con artistas de otros géneros como Molotov y Ximena Sariñana.
Sobre la importancia que alcanzaron los artistas hispanoparlantes en todo el mundo, Alemán tiene una teoría: “Se hypeó mucho ser latino pero se afirmó con hechos en los últimos años. Se consolidó”. Dentro de ese análisis el rapero mexicano también ve que la industria lo supo entender y hasta los premios Grammy dejaron de agrupar a todos estos artistas en la categoría de género urbano y ahora dividieron a los subgéneros de toda la cultura urbana como un reconocimiento a la expansión y consolidación de los diferentes sonidos latinos.
“Nunca me imaginé que en Argentina me fueran a escuchar”, reconoce el rapero mexicano. Su cercanía con Argentina no es sólo a través de quienes disfrutan de su música sino que también tiene una fuerte amistad y afinidad musical con algunos de los artistas locales más importantes del género. Así lo demuestran sus colaboraciones con Bizarrap, Duki, Trueno y Cazzu. Además del tema que pronto lanzará junto a Nicki Nicole y del que habla como primicia exclusiva: “Es un fukin’ gol, es una bomba que va a explotar todo”.
Inclusive, cuando era más joven escuchaba mucho a uno de los pioneros del rap argentino: Sindicato Argentino del Hip Hop. Además claro de la cumbia villera, un género que circuló por toda Latinoamérica cuando explotó en Argentina a principios de los 2000. En aquellos años, Alemán empezaba a sumergirse en el hip hop y la música en general, y la cumbia villera puso a los barrios bajos argentinos al frente de un estilo musical novedoso.
Como a muchos artistas, la pandemia golpeó fuerte a Alemán que perdió familiares por coronavirus. Pero musicalmente le fue útil ya que pudo salir de su zona de confort, reencontrarse con distintos ritmos, escuchar música y hacer canciones. “Pase lo que pase voy a dejar canciones”, pensó el artista mexicano que también cuenta que grabó “a lo loco”. “Hice tantas canciones que toqué temas que no había tocado”, reconoce el rapero. La pandemia también le sirvió al músico para entender que en muchas ocasiones no se tiene el control de nada. De todos modos y gracias a la pandemia, también sacó una conclusión: “No queda otra que guerrear”.
Si bien ya lo sabía, ahora empezó a plasmar más la realidad de sus amigos y pares al no alcanzar su estabilidad financiera y lo explica: “Me pasó de ver a mis amigos batallando con el dinero, siempre tener lo justo, que no les alcance”. En ese sentido, Alemán se siente “bendecido” ya que el hip hop y la gente lo salvaron de tener que vivir esa vida.
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