“Terminando de decorar nuestra casa del campo. Weekend mood”, escribió Wanda Nara en su Instagram para mostrar una serie de fotos de la redecoración de su hogar de fin de semana. Se trata de una casa de campo de Milán, Italia, y la empresaria dio cuenta de la redecoración del lugar que hizo junto a sus hijos.
Acompañada por Valentino, Benedicto, Constantino, Francesca e Isabella, Wanda compartió distintas postales de sus vacaciones en las afueras de la ciudad, en plena primavera europea.
A Nara se la vio tomando mate en una espaciosa galería, apreciando los paisajes naturales arbolados y cruzados por un río, posando con amigas, en contacto con los animales, los chicos compartiendo un almuerzo junto a unos amigos... pero también en plena acción, refaccionando el hogar y pintando una cama junto a su hija Isabella.
Luego de que Mauro Icardi firmara contrato con el Paris Saint-Germain, la familia debió trasladarse a París. Y allí transcurren sus días cuando no están de vacaciones. Hace unas semanas, y en plena etapa de restricciones por la pandemia, Wanda mostró como su rutina y la de sus hijos cambió por completo.
La empresaria y representante compartió una serie de postales de su nueva normalidad parisina. Allí se ve a sus tres hijos varones (Valentino, Benedicto y Constantino, de su relación con Maxi López) y a las dos nenas (Francesca e Isabella, hijas de su actual marido, Mauro Icardi) aprovechando cada ambientes de la casa, cada uno conectado con diferentes dispositivos. La educación a distancia fue, y sigue siendo, una de las postales de este tiempo, y sobre eso reflexionó Wanda en palabras y fotografías.
En el álbum que postea la hermana de Zaira se ve a cada uno de los niños, trabajando en un lugar diferente de la casa y con sus diferentes mañas. Valentino (12) siempre con la pelota de fútbol cerca, y los apuntes y útiles escolares a un lado. En igual plan al de su hermano mayor, a Constantino (10) y Benedicto (9) se los ve concentrados en sus tareas escolares, y prestándose para el retrato que le toma su madre.
Un poco más histriónicas, a las más pequeñas se las ve explotando al límite los beneficios de la educación a distancia. Francesca (6), por ejemplo, aprovecha para estudiar desde la cama. Con la tablet encendida, un lápiz en la mano derecha y un ratón Mickey gigante controlando todo desde la mesa de luz. Su hermana Isabella (4) es la más histriónica de los cinco. Se ríe a carcajadas por algo que le devuelve la pantalla, mientras los cuadernos descansan a su lado. En otra, se ve una postal de la complicidad fraterna: su hermano Benedicto acompañándola en esta etapa particular del aprendizaje.
Detrás de cada imagen, había una fotógrafa, la propia Wanda, que escribió acerca de su nueva realidad, buscando empatizar con otras madres alrededor del mundo. “Y detrás de ellos me encuentro yo, sin tiempo de peinarme ni de cambiarme desde las 8 am hasta que terminan sus clases online”, escribió Wanda. “Gracias a esta pandemia, descubrí que mi paciencia y la de todas las mamás es infinita”, agregó con un emoji de cara enojada y con insultos. “Mis admiraciones y aplausos a las que tenemos este pequeño y gran titulo MAMÁS”, cerró con las manos en alto.
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