Las emociones y las sorpresas se suceden jornada a jornada en Masterchef Celebrity, el exitoso reality de Telefé. Luego de la tan esperada participación de Carmen Barbieri tras su internación y de la histórica gala en la que el conductor Santiago del Moro cocinó a la par de los participantes, el miércoles de beneficios presentó una noche temática. Con el estudio decorado con la estética correspondiente, entre mandalas, divinidades y hasta un elefante en tamaño natural, todo estaba dispuesto para un menú inspirado en los sabores de la India.
El viaje al Lejano Oriente tenía reservado boletos para los mejores cocineros de la semana: Georgina Barbarossa, Andrea Rincón, Hernán Loco Montenegro, Cande Vetrano y Claudia Fontán ingresaron al estudio y se sorprendieron de la decoración. Al frente, un mercado indio a estudio abierto, plagado de aromas y sabores de la región, para abastecer una prueba muy exigente. “Hasta ahora es el estudio más lindo”, sintetizó Barbarossa. Todos estaban tan embelesados por lo que veían que tardaron en darse cuenta que faltaban tres personas fundamentales para el desarrollo del programa: ni más ni menos que los jurados.
Cuando del Moro anunció a los chefs, el estupor fue total. Donato De Santis, Germán Martitegui y Damián Betular hicieron su ingreso vestidos especialmente para la ocasión. En lugar de sus tradicionales vestuarios, lucían turbantes de diferentes colores, chalecos a tono maquillaje y el infaltable tercer ojo, ideal para evaluar el comportamiento de los participantes. “Con semejante decoración era lo menos que podíamos hacer”, señaló De Santis, mientras que Betular cruzó con humor al conductor: “Vos te salvaste por esto”, le recordó uniendo sus dedos pulgar e índice.
La puesta en escena hindú se completó con Natalia Salgado, que realizó una imponente danza clásica en honor al Dios Ganesha y a modo de bendición. La joven se deslizó por el estudio ante la admiración de todos los presentes, que quedaron cautivados por su performance. “¡Qué belleza, por favor! ¡Qué hermoso este show!” indicó Vetrano. “Lo que baila esta mujer, es como que no tiene huesos”, apuntó Rincón. Pero todo hechizo tiene su final, y ahora el espectáculo iba a ser un poco más estresante.
Los participantes debían elaborar tres preparaciones comunes: chapati, una especie de pan regional; un chutney, con su complejo equilibrio entre lo dulce y lo picante, y un arroz salteado con almendras y coco. Pero la dificultad recién empezaba, porque a esto debían sumarle un plato principal, diferente para cada uno de ellos. Para superar la adversidad, los jurados presentaron a su colega Daksha, especialista en gastronomía hindú, quien les brindó una clase express de los preparativos comunes, además del habitual recorrido por cada estación para es asesoramiento personalizado.
A pesar de las dificultades gastronómicas y culturales que podían vislumbrarse en la previa, fue una buena gala en general y los participantes estuvieron a la altura. A la hora de entregar las devoluciones, el jurado otorgó la medalla de oro a Georgina, mientras que la plateada quedó para Andrea. Un escalón abajo quedó Candela, quien confiaba en volver a colgarse una medalla, aunque debió conformarse con subir al balcón, nada mal a esta altura de la competencia.
La decisión quedó entonces entre la Gunda Fontán y el Loco Montenegro, justo quienes llevan adelante un juego de seducción en el programa. El delantal negro fue para el ex basquetbolista, que dejó atrás cualquier atisbo de meditación o paz interior y mostró su desencanto mientras se retiraba rumbo a su estación. “Quedaste muy enojado, Loco? Sacá lo que te pasa?”, lo invitó del Moro: “No está todo bien. Se gana y se pierde, amigo, esto es así”, respondió con lógica deportiva. La bronca, sin embargo, la descargó en el backstage: “Hoy fueron injustos conmigo. Cada vez que pasan estas situaciones de cosas parejas, pum, Montenegro delantal negro”, señaló visiblemente enojado, sin reparar en el juego de palabras y pensando seguramente en la revancha del domingo.
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