Conocido en el medio artístico por sus enojos con la prensa, Luciano Castro volvió a demostrar que es un entrevistado difícil. Esta vez fue el martes por la noche en el programa de Jey Mammon, por América, a donde llegó acompañado por Gonzalo Heredia, su amigo y compañero de elenco en la obra de teatro Desnudos. Invitados a participar de la entrevista y la sección del piano que propone el programa, los actores accedieron en pos de promocionar la pieza teatral que protagonizan.
Con barbijo “para dar el ejemplo”, Heredia y Castro fueron presentados con una canción que hablaba de la belleza que ostentan, pero también de su carisma. Después de compartir un tape que repasaba sus carreras y los homenajeaba por las muchas tiras compartidas, la propuesta del conductor fue la de siempre: las 24 a las 24. Una sección que consiste en que a las 12 de la noche los artistas invitados respondan con paletas que dicen SI o NO a las 24 preguntas directas y simples.
Entre otras, Jey quiso saber si habían estado presos alguna vez y Luciano levantó la paleta del SI. “¿Puedo profundizar ahí, Luciano?”, preguntó el anfitrión buscando no inquietar a su entrevistado. “Un día y medio en la comisaría”, agregó el actor y después de contar que había sido por un pelea callejera, no quiso dar detalles, desarrollar, ni hacer reír a la audiencia con algo que podía haber sido una anécdota divertida. Muy por el contrario, se la sacó de encima.
“¿Se tatuarían el pene?”, indagó Jey subiendo la apuesta. Castro contestó que sí –siempre levantando la paleta– y cuando el conductor le preguntó qué se tatuaría, el actor fue terminante y demostró que estaba ofuscado: “Me preguntaste si me tatuaría. ¡No sé qué! Estoy todo tatuado”. Y de la misma manera –rápido, cortito y al pie– respondió si alguna vez se le había quemado un asado, si usaba zunga para ir a la playa y si recurría a escarbadientes. Solo se explayó al contestar si le compraría un auto usado a Mariano Martínez. “¡Si!”, coincidió con Gonzalo Heredia. Y se entusiasmó con reírse de su amigo y de cómo tendría ese auto: “Ese tapizado… brilla. Todo perfumado”.
Cuando llegó la pregunta “si estaban en el chat de papis del colegio”, contestó que NO –una vez más, solo levantando la paleta y sin emitir comentario– y el conductor apuntó: “Contesta solo con la paleta”. Siempre como una observación y entre risas. “A mí me dieron esto”, respondió Castro excusándose y cuando ya su molestia por estar ahí era indisimulable. ¿Más? Ante la consulta de Jey: “¿Cuándo se miran al espejo…”, Castro lo interrumpió con una ironía: “¡Uy! ¡Qué profundo!”.
Y así estuvo hasta que lo dijo. “¿Hay más?”, preguntó en un momento. “¿Te querés ir? Son 24 de las 24”, apuntó Jey, decidido a remarla. Y fiel a sus sentido del humor quiso saber: “Si él se va, ¿el otro se levanta y se va también?”. “¡No! No nos vamos a ir”, contestó Heredia mirando a su amigo, mucho más solícito y decidido a remarla, como si tuviera bien en claro que para promocionar su espectáculo conviene ir a la televisión.
Por otro lado, cuando pudo Luciano dejó en claro que no miraba el programa pero aclaró: “Sé de qué se trata y sé que le va muy bien”. Subrayando el comentario irónico de su amigo, Heredia no pudo contenerse y agregó muerto de risa: “‘Sé de qué se trata’, es muy bueno”. Para que, desde el panel, Gabriel Schultz lance: “Tampoco es El Señor de los Anillos”. Y, sabiendo tal vez que había llegado un poco lejos, Castro apuntó con seriedad: “No, pero yo sé a dónde vengo, a dónde voy. ¡No soy tan boludo! Pero me sorprendió el horario, muy tarde. Venimos de ensayar”. Entonces eso –que empiece a las 23.30– pareció explicar su molestia.
Claro que antes de despedirse, los actores hablaron de Desnudos, la obra que estrena el 22 de abril en el teatro Metropolitan, e hicieron hincapié en que ir al teatro es seguro. “Fue todo en chiste. No hubo tensión”, dijo Jey y se dirigía al piano para despedirlos con la misma canción de la entrada, cuando Silvina Escudero, panelista del ciclo, preguntó porque no cantaban, como habían hecho todos y cada uno de los invitados que fueron al programa que debutó en enero. “No sé cantar”, apuntó Heredia y contó que antes de ir al programa le había pedido especialmente a Jey no tener hacerlo. “No lo hace de snob”, aseguró el conductor, queriendo bajarle el tono a un programa que en redes sociales se percibió con tensión.
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