En Vino para vos, el ciclo de entrevistas que conduce en Canal KZO, Tomás Dente logra generar un clima íntimo y ameno que invita a los entrevistados a abrir su corazón y animarse a hacer públicos esos sentimientos que permanecen bien profundos y guardados en el corazón y la memoria. Tal fue el caso de Flavio Azzaro, el periodista deportivo que no le escapa a las polémicas ni a las discusiones subidas de tono, que se animó a mostrar una faceta reflexiva en la que contó un duro cuadro de salud que tuvo hace unos años, y cómo hizo para superarlo.
El panelista de Polémica en el bar recordó lo que padeció durante el 2013, cuando empezaba a hacerse visible su camino en los medios de la mano de Alejandro Fantino y El show del fútbol: “Podríamos llamarlo depresión, angustia o ataques de pánico que me duró varios años”, señaló Azzaro, que destacó la importancia de la asistencia profesional en estos casos: “Hice terapia y me ayudó mucho. Me hubiese gustado hacerla antes”, reconoció el conductor que creyó haber solucionado sus inconvenientes.
Pero aquellos sentimientos volvieron con el paso del tiempo, y el conductor de Fútbol Outsider (Crónica TV) tomó una decisión tajante. “Me senté conmigo mismo, y me dije: ‘Loco, pará. Esto lo tenemos que solucionar’”. Según contó Azzaro, en este punto su personalidad le jugó en contra. “Yo podía estar al lado tuyo, haciendo el programa o tomando una cerveza, y por dentro estaba hecho mierda, pero la gente no se daba cuenta. Se ve que tengo una especie de cascarón o instinto de supervivencia que hacía que yo fuera para adelante”, analizó.
En aquel entonces, se le presentaba el desafío profesional más importante de su carrera: ni más ni menos que viajar a Rusia para cubrir el Mundial de Fútbol, una de las metas de cualquier periodista especializado en deportes. “Yo no quería ir a Rusia. ¿Qué iba a hacer allá lejos de mi vieja, de mi psicólogo, de mi papá, de mi gente? Decidí hacer terapia como corresponde, y por suerte lo pude manejar”, señaló. Gracias al trabajo profesional, Azzaro reveló que pudo aprender a lidiar con este tipo de inconvenientes: “Hoy por hoy me siento un tipo que la pasa mejor, que maneja mejor ciertas situaciones. Puedo charlar con vos de estas cosas feas y lindas, y no pensando en que cuando salga de acá me va a agarrar un ataque de pánico”, reveló en la charla con Dente.
Movilizado por los recuerdos y el ejercicio de introspección, el periodista concluyó en que “la verdad es que los ataques de pánico y las depresiones son una mierda”. Además, destacó la importancia de la fuerza de voluntad para poder salir adelante. “Hay que tratarla a tiempo y ponerle huevos y ovarios y bancarse que te toquen, que te metan el dedo. La cabeza es muy turra, cuando creés que estás bien, estás siendo reticente, y te escapás. Hay que seguir porque es la manera, y hoy por hoy los fantasmas no son tales y estoy mejor”, señaló con alivio.
Finalmente, el hombre que durante parte del 2020 viajó por el mundo con su novia, destacó la importancia de los comunicadores a la hora de bajar un mensaje que permita concientizar. “Tenemos un micrófono gigante, y a veces no nos damos cuenta. Me gusta decirle a la gente no esperen estar mal para ir al psicólogo, cuando tengas una luz de alerta, vayan. Nada es para siempre, ni lo malo ni lo bueno”, cerró Azzaro.
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