Llegó a Bienvenidos a Bordo para participar de la prueba del lingote. Perdió, pero le pidió a Guido Kazcka que lo dejara intentar un juego en el que se sabía imbatible: las dominadas. Así fue como, de un día para el otro, Nahuel López Matheu se hizo famoso. El joven de 31 años, oriundo de un barrio del sur que limita entre Adrogué y Lavallol, trabaja en una carpintería familiar. El conductor del ciclo de ElTrece lo apodó El Carpintero. Y fue desafiado por varios concursantes a los que fue superando con el correr de los días. Sin embargo, cuando parecía que nadie lograría vencerlo, este lunes fue derrotado por la dupla integrada por Kevin y Enzo y se despidió del programa llevándose 215 mil pesos de premio.
Frente a cada prueba, El Carpintero elegía a uno de los integrantes del staff para que lo acompañara. “Necesito uno que esté concentrado, vamos con Wolfgang”, pidió en este caso al ver la seguridad con que se presentaban sus oponentes. El asistente de Guido llegó a hacer 50 dominadas. Y Nahuel pudo sumar otras 56, llegando a un total de 106. Sin embargo, los jóvenes que llegaron a desafiarlo lograron ni más ni menos que 113, con lo cual dejaron fuera de competencia al favorito del público.
“Señores, no llegó, no llegó”, dijo Kazcka sorprendido. Y al ver al muchacho despidiéndose del programa, insistió: “No pudo, no pudo el Carpintero”. El conductor adelantó que los desafiantes serían los nuevos candidatos a vencer. Y dejó en claro que Nahuel, por haber sido el “gran ganador” hasta el momento, tenía prioridad a la hora de pedir una revancha.
Así, mientras el joven trataba de ocultar su desconsuelo, Guido lo alentaba: “Carpintero, cuando usted quiera”. Nahuel asintió. Y el conductor felicitó a los vencedores. “Fuerte el aplauso. Kevin y Enzo tienen 7 mil pesos. Y mañana los tienen que desafiar a ellos”, dijo visiblemente asombrado. Es que López Matheu ya se había instalado en el ciclo como uno más de sus integrantes, por lo que no sería de extrañar que la revancha llegara muy pronto.
“Ahí no me gana nadie, nunca. Y creo que puedo”, le había dicho Nahuel a Kazcka después de pedirle que le dejara probar suerte haciendo flexiones de brazos en la barra. Ese juego, a decir verdad, estaba reservado a los participantes famosos y no a la gente del público. Pero, hábil como pocos a la hora de ir mutando el ritmo de su programa, el conductor accedió a su pedido. Y el Carpintero se convirtió en furor en las redes sociales.
Algunos días, quien terminaba ayudando a López Matheu frente a los desafíos era Hernán Drago. Pero, cuando los rivales se mostraban duros, el Carpintero optaba por otro integrante del equipo al que viera mejor entrenado o más incentivado, al menos, para esa ocasión. Y así, lo que comenzó como una iniciativa de un participante, se terminó convirtiendo en uno de los momentos más esperados del ciclo de entretenimientos del canal de Constitución.
La carpintería en la que trabaja Nahuel fue fundada por su familia hace 35 años. Hoy cuenta con dos establecimientos en los que trabajan ocho personas, una de ellas es él mismo. Y, según confesó el joven, su pasión por la madera fue lo que lo llevó a estudiar y a recibirse de Técnico en diseño industrial. Aunque no se descarta que, a partir de su irrupción en la televisión, comience para él una carrera mediática.
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