Desde hace un tiempo, la salud de Lía Crucet preocupa a todos y aún más cuando se supo de su internación y repentina pérdida de peso. Según se supo, la Reina de la cumbia bajó 60 kilos de forma repentina. Desde Atlántis, el neuropsiquiátrico en el que se encuentra viviendo de forma permanente, decidieron trasladarla para hacerle estudios porque se había descompensado: estaba deshidratada y los médicos finalmente detectaron una neumonía, mientras que descartaron que tuviera COVID-19.
A casi un mes de su hospitalización, Crucet ya recibió el alta médica reveló su esposo Tony Salatino a Teleshow. “Hoy le dan el alta gracias a Dios. Estoy esperando el llamado de la clínica para ver a qué hora la tengo que ir a buscar”, reveló. Sin embargo, el también representante de la cantante sostuvo que a pesar de la buena noticia “hay que pelearla”, dejando en claro que el estado de salud de Lía continúa siendo delicado.
En 2012, a Lía Crucet le diagnosticaron cáncer de útero y fue sometida a un tratamiento de recuperación. Por eso, uno de los médicos que la revisó en estos días fue quien la atendió cuando padeció cáncer, aunque aseguró que no hay nada vinculado a esa patología. Los médicos le recomendaron que deje de fumar. Un año atrás, en enero de 2020, la nieta de la Lía, Malena González, contó que su abuela tenía esquizofrenia y estaba muy mal de salud, lo que fue confirmado por la hija de Lía, Karina Crucet.
En enero de 2020, la hija de la cantante, Karina, confirmaba que su madre enfrentaba un cuadro de ezquizofrenia. “Desde que yo tengo 14 años muchas veces fue tapado por cosas que prefiero no revelar –aseguró su hija–. Medicada se lleva bien, si se la cuida. En los últimos tiempos ha empeorado. No tenemos ganas de hablar de la enfermedad de mi mamá, ella no está en condiciones de hablar, porque tiene un delirio crónico. No podemos involucrarla mucho, no está en condiciones. Está trabajando igual, hace presentaciones. Es un conflicto en la familia. Si no está en condiciones de hablar, tampoco está en condiciones de trabajar”, dijo, revelando además una interna familiar por el manejo de la situación pública de su madre.
Sin embargo, Lía hizo un desgarrador video para desmentir los dichos de su hija y su nieta sobre su salud mental, y mostró la medicación que debe tomar. “No tengo esquizofrenia ni demencia, tengo bipolaridad. He trabajado con todos los artistas en veinte años de carrera y he ganado cualquier cantidad de discos de oro y de platino”, indicó entonces.
Karina también contó cómo es el vínculo que lleva con Ezequiel, su hermano que es hijo tanto de Crucet como de Salatino. “Él tiene 23 años, la edad de mi hijo y yo muchas veces le dije: ‘Ezequiel, dejame a mamá a mí y vemos cómo hacemos, pero andate de esa casa’. Yo no quería que pase lo que yo pasé de chica. Me parecía que es un pibe de 20 años que se estaba haciendo cargo de cosas que no debía, le estaban comiendo la cabeza con un montón de cosas. Ayer lo llamé y le dije que lo quería mucho. Tiene una novia que le está haciendo entender algunas cosas, y me parece muy bien, porque a veces una persona de afuera que te quiere te hace abrir la cabeza de otra manera. Me dijo que quiere que lo escuche, que ya abrió la cabeza, que entendió un montón de cosas. Ezequiel hace lo que puede”.
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