Mientras la pandemia de coronavirus golpea fuerte en todo el mundo y en la Argentina se viven los efectos más intensos de la segunda ola con records de contagios diarios, Ivana Nadal continúa con prédica espiritual. En su cuenta de Instagram, en la que tiene más de dos millones y medio de seguidores, se presenta como: “Un alma despertando. Un Ser en constante evolución. Aprendiendo, aplicando y expandiendo un mensaje de AMOR, AGRADECIMIENTO Y LIBERTAD”. Y bajo esos pretextos, expresa sus puntos de vista que nunca pasan desapercibidos, generando indignación o apoyo, pero nunca indiferencia.
La modelo fue noticia en los últimos días debido a un viaje que realizó a los Estados Unidos. De acuerdo a los protocolos del caso, debió hisoparse antes de emprender el vuelo y expresó su enojo y escepticismo por el procedimiento. “No es la primera vez que lo hago, pero sí es la primera vez que lloro cuando dejan invadir mi cuerpo por imposición médica, social y protocolar. Estoy harta, juro que hace mucho no me sentía tan triste”, explicó en una de sus historias y buscó sumar adeptos entre sus seguidores. “Esto tiene que parar. Por favor no bajemos los brazos. Sigamos alzando la voz en pedido de recuperar nuestros derechos”. arengó.
Ante las repercusiones de sus dichos, la modelo creó necesario realizar algunas aclaraciones. Por un lado, manifestó que no se subiría a un avión si tuviera algún síntoma. Pero al mismo tiempo, afirmó que ante el primer malestar no necesita chequearlo “con un hisopo en el cerebro. No está chequeado que el coso ese que te meten en la nariz confirme realmente si tenés o no este bicho. No tengo síntomas, por ende no contagio”, señaló, como pie para enmarcar el procedimiento en su teoría antisistema: “Te lo cobran, es otra ganancia para este sucio sistema. Despertemos”, agregó.
En el mismo sentido, aunque cada vez más dura en su discurso, la ex conductora de Escape perfecto volvió a minimizar los alcances del coronavirus, que en las últimas 24 horas reportó solo en Argentina 23.683 casos. “La gente muere de hambre, de encierro, de depresión, de falta de amor”, escribió y llamó a los seguidores para revelarse: “Basta de miedo. Basta de ser unos dominados. Hay que buscar la revolución. Es tu vida o la de ellos”.
En un video registrado en el aeropuerto antes de emprender viaje a Nueva York, la influencer se refirió al revuelo que causaron sus palabras “Ante todo este bardo, yo voy a seguir compartiendo el mismo mensaje, porque es el que a mí me funciona y el que a mí me hace feliz y me hace conectar con un montón de personas del mundo entero que tiramos para el mismo lado”.
Además, aprovechó para llevar tranquilidad a sus seguidores: “Con todo el amor que me doy, con todo lo que fortalezco mi sistema inmune, es muy poco probable que me enferme de esta y de cualquier tipo de enfermedad”. Y finalmente, dedicó unas palabras a sus críticos: “En lugar de preocuparse si yo estoy contagiando o no, preocúpense por su vida. No son responsables de la salud de la vida de nadie más por ponerse un trapo en la cara o por guardarse en su casa según un test incomprobable”.
Ivana quedó en el centro de la polémica a finales del año pasado, cuando explicó la manera particular que tenía para evitar contraer el virus: “Date amor y el COVID-19 no te toca, amigo, te lo prometo”. Hace unos días, la influencer se convirtió en tendencia por un video que subió a su Instagram en el que se mostró reacia al uso de tapabocas, uno de lo pocos elementos con los que se cuenta en la actualidad para evitar el contagio del coronavirus. “La única realidad que existe es la que vos elegís vivir. ¿Existe el COVID? Sí, como diez millones de enfermedades más”, apuntó desde el Caribe, donde instó a sus seguidores en la red social a sumarse a su polémica iniciativa.
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