En las últimas semanas, Celeste Muriega y Hernán Drago son perseguidos por los rumores de romance. Aunque ellos no niegan ni confirman cada vez que comparten pantalla en Bienvenidos a Bordo (El Trece), las chispas se multiplican.
Este miércoles a la noche, protagonizaron un momento cargadísimo de tensión amorosa. Guido Kaczka los desafió, individualmente, a que pasaran por debajo de una barra, agachados y con rosas en ambas manos. Es decir, no podían valerse de las mismas para pasar, dejando todo en la elongación de sus rodillas.
Primero pasó Celeste, quien superó el desafío con soltura. Y luego Hernán, quien también cumplió con el reto. Entonces, para definir, el conductor propuso que pasaran los dos al mismo tiempo. “Bueno, ahora pasan los dos”, anunció Guido. “Esto ya lo viví”, respondió Muriega. “Es como un deja vu, ustedes dos siempre terminan en las finales. Es como el destino, los junta a ustedes dos en las finales”, los pinchó Guido.
Antes del desafío, Celeste arriesgó un pronóstico: “No me puede ganar Hernán, él no se caracteriza mucho por tener elongación. Es medio como... (hizo un gesto de rigidez)”, dijo, tentada por la risa. “¿Por qué me caracterizo?”, le dijo Hernán, algo molesto por el comentario. “Por bailar muy bien, es una de tus características”, devolvió ella sin dudar.
El diálogo, espontáneo, le dio pie a Guido para indagar un poco más en qué cosas veía el uno del otro. “Primero vos, Drago. Si tuvieras que caracterizar a Celeste Muriega... ¿qué te gusta y qué no te gusta de ella?”, consultó el conductor. “Me gusta como baila”, dijo Drago, en coincidencia con el comentario inicial de Celeste. “Y no me gusta... la impuntualidad”. Ella se rio y confirmó la apreciación de él.
“¿Y vos, Celeste? ¿Qué cosas te gustan y qué cosas dirías: ‘Herni, esto no me va’?”, preguntó Guido. “Me gusta su humildad, es simple, sencillo. Tiré tres”, dijo “¿Y qué no te gusta?”, preguntó el conductor. Ante el silencio pensativo de Celeste, Guido se la jugó: “‘Su soberbia’, tiene ganas de decir, locutor, es increíble”. “No, no... que sea demasiado prolijo, demasiado puntual, es un poquito obse”, cerró ella, con más risas y ante la incredulidad de Drago, quien se encogió de hombros.
“¿De qué se ríe, Drago? ‘El que solo se ríe, de sus picardías se acuerda’”, inquirió Guido. “No, me acordé de un chiste de Rodrigo Vagoneta”, dijo Drago, tirándola afuera. Para cerrar el momento, Guido dio pie al desafío. “Bueno, el que pasa más rápido es el que gana”, anunció.
Tras el “preparados, listos, ya” de rigor, ambos se lanzaron a atravesar la vara. Finalmente, la ganadora fue Celeste, quien lo primereó y pasó rápido sin tocar la barra, lo cual se confirmó en la repetición. “Yo estoy convencido de que no gané”, se sinceró Drago ante la imagen en cámara lenta. “Ella se levanta más rápido una vez que pasa, pero pasamos los dos juntos”, analizó Drago. “Para mí, es empate, pasamos los dos al mismo tiempo”, insistió.
Pero la imagen congelada dejó las cosas claras: “Señoras, señores... Celeste Muriega es la ganadora”, anunció Guido. Ella lo festejó con un baile y le quiso dar la mano a Drago... pero él, cumpliendo con el manual del mal perdedor, se la negó. Celeste le retiró la mirada, molesta, y él se hizo el serio, pero cuando la vio irse, sonrió. ¿Hay amor?
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