Desde aquel fatídico 25 de noviembre en el que falleció Diego Maradona, su voz fue de una de las más buscadas. Hasta ayer, en la entrevista con Jorge Rial para el primer programa de TV Nostra, solo se había manifestado en sus redes sociales. Esta noche, lo hizo en un estudio de televisión, en el mismo ciclo de América, para responder las preguntas del conductor y de sus panelistas, Marina Calabró, Ángela Lerena y Diego Ramos.
Morla llegó al estudio de América acompañado por su abogado Mauricio D’Alessandro. Antes de prestarse al interrogatorio del panel, le contó a Rial por qué decidió aceptar la entrevista de la que habló todo el país. “Desde que pasó lo que pasó, como estuve tantos años al lado del tipo más famoso del planeta, la prensa quería hablar conmigo. Y yo quiero hablar, porque hay muchas cosas de Diego que no se saben”, explicó el abogado, que puntualizó el motivo que lo llevó a aceptar la propuesta: “Cuando escuché que me había cambiado el rostro, que quería irme del país, sentí que me estaban llamando. Y en eso soy fuerte, no sentí necesidad de salir como un loco. Junté y después hablé con ustedes, porque me siento cómodo”, agregó.
“¿Te sentís culpable, no de la muerte, pero sí de la desprotección final?”, preguntó Rial. “Está faltando conocer qué pasó, para eso hay una junta medica trabajando sin dormir con los mejores médicos de Argentina. Parece que se puede hablar y acusar, a la fecha, y a pesar de tener todo un sistema de justicia funcionando, no hay ni una persona indagada”, justificó Morla, que entendió esta postura a partir de “gente incitada por un grupo que me odia por un tema económico, el dolor lo llevan por otro camino, no me estoy escondiendo”.
Ya en la mesa, buena parte de las preguntas pasaron por los múltiples disparadores que había dejado la entrevista del lunes. Uno de ellos fue la responsabilidad de Morla acerca de la contratación de los médicos, algo de lo que el letrado se hizo cargo. “Diego Maradona tenía un apoderado y bajo mi órbita estaban todos, desde los médicos hasta el jardinero y el que le cortaba el pelo. Diego conoció a Luque y se encariñó, era así. En Dubái tenía al mejor médico a disposición y se fue a operar a Venezuela con uno que no sabemos si era médico”, agregó.
Sin embargo, Morla marcó una diferencia con Luque. Consultado sobre quién había operado a Diego en Olivos, el abogado afirmó que había sido el neurocirujano, su médico de confianza. Sin embargo, Calabró apuntó que en el expediente figura que la intervención la realizó Pablo Rubino. “Luque me dijo que operó a Maradona y Diego no hubiera aceptado que lo operara otro médico”, mantuvo Morla y se desligó de las figuras de Luque y de la psiquiatra Agustina Cosachov, ambos imputados en la causa.
“¿Saben que dijo Luque de mí? Que era un corto, que no entendía las cosas. Me quieren llevar a que manejaba a todos los médicos, cuando me dice ‘corto’, cuando me dice que lo operó y no lo operó, cuando con Agustina, la psiquiatra, no tengo diálogo”, reveló Morla. En cambio, habló bien del psicólogo Carlos Díaz, otro de los imputados, a quien decidió recurrir una vez que vio a Diego muy mal en su casa de La Plata. “Estaba con un problema de adicciones y Luque es cirujano, entonces fui a buscar un especialista. De lo único que me siento responsable es de haber llevado al psicólogo. Es maradoniano, no me pidió un peso, y mirá el problema en el que está”, reconoció.
En referencia a su buena estima por Díaz, aprovechó para referirse al triste espectáculo del último cumpleaños de Pelusa en la cancha de Gimnasia. “Diego fue con Gianinna, con un futbolista de Gimnasia y no sé si con Verónica Ojeda. Me acusaron de querer monetizarlo con YPF y no cobré un peso de eso. Yo estaba en una villa de emergencia con Díaz y gente de la ONG (Las 10 del 10) haciendo un acto por el cumpleaños de Diego”.
El abogado habló de por qué estuvo lejos en los últimos días de Diego, su cliente y amigo. “Cuando lo operan a Diego, entendí que la pelea no era más legal, hacía falta familia. ¿Yo podía estar en la habitación de una clínica con Dalma y Gianinna?”, se preguntó Morla. “Dalma le dijo a Jana ‘A mí que no se me acerque’”, agregó. “Ellas lo negaron”; intervino Calabró. “Está en la historia, preguntale a Jana o a las hermanas”, insistió Morla. “Evité el momento ríspido, preferí que Diego esté con la familia”, agregó.
En relación al entorno y a la facilidad con la que Diego en teoría accedía a la marihuana y al alcohol, Morla fue enfático. “En la autopsia no hay alcohol ni drogas, en la casa donde falleció no se secuestraron alcohol ni drogas”. Allí, surgió el nombre de Charly, un supuesto familiar de Rocío Oliva apuntado como el que facilitaba la droga en la casa de Brandsen. “¿Había marihuana al servicio de Diego?”, preguntó Lerena. “Yo lo niego”, respondió Morla. “No encontraron nada en el cuerpo ni en la casa, ¿por un audio, qué querés que haga?”, justificó.
Durante varios pasajes de la entrevista, Morla se refirió a la generosidad de Diego y lo desprendido que era a la hora de hacer regalos o agasajar a sus amigos. “No sé cuántas familias bancaba con exactitud, pero veinte seguro”, explicó el apoderado, y aclaró de dónde provenían la mayoría de sus ingresos. “Diego no ganaba plata con el fútbol, la ganancia estaba en los negocios que no tenía que hacer nada”, señaló. “¿Venezuela, por ejemplo?”, preguntó Rial. “Venezuela, Cuba”, amplió Morla.
Allí, el abogado reveló un consejo que Fidel Castro le había dado a Diego: “No te metas ni con la comida ni con otra cosa más que no viene al caso, algo vinculado a los hoteles”. En este punto, Morla volvió a referirse a los cuestionamientos por el estado del astro en su último cumpleaños. “Los que insisten en que estaba presionado para ir al estadio, cuando quieran le muestro la factura de lo que ganaba con los barcos de cereales” manifestó, y dio su versión sobre los polémicos negocios de Diego con Maduro.
“El tema del oro viene cuando Trump le hace el bloqueo a Venezuela. El ingreso era por China y no se podía hacer. Casillo es una empresa totalmente prestigiosa que vende alimentos a 70 países del mundo y a través de Diego, vendía el maíz más barato y encima le ponía barcos. Cuando se acumula la deuda, aparece el oro. Fue un medio de pago aceptado por el gobierno italiano, concedido por el gobierno venezolano, y nosotros cobramos la comisión”, explicó Morla. Allí intervino D’Alessandro para aportar los números del acuerdo. “El contrato de lobby era de cinco dólares por tonelada. En el momento de esplendor ganaba 300 mil dólares por mes, que se corta durante la pandemia y se suma a ese estado depresivo”, añadió.
En relación a sus polémicos dichos sobre los motivos que llevaron a la muerte a Diego -“A Maradona lo mataron Rocío Oliva, la cuarentena y los problemas médicos” había señalado en la entrevista del lunes-, Morla se rectificó y explicó la alusión a Oliva amparándose en que Maradona no podía soportar que el amor que sentía por la futbolista no fuera correspondido: “No quise decir que lo mató”, aclaró.
También, amplió sus declaraciones respecto a cómo lo había afectado la cuarentena: “Diego fue director de Gimnasia porque quiso. Y para mí, cuando vino acá se vino a despedir. Fue a Mendoza, a Rosario, a todos los partidos. El golpe final para Diego fueron los últimos meses que estaba mal. Antes estaba bien, iba a los entrenamientos. La cuarentena lo liquidó”, cerró.
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