A principios de año, Soledad Silveyra sufrió un ACV asintomático que, desde entonces, la obligó a cambiar distintos aspectos de su vida. “Como entré, salí. Pero entonces, ahora, estoy medicada de por vida y no he tenido ningún temblor, ningún episodio desde que salí. Pero me cambió mucho la vida: dejé de fumar, engordé 4 kilos, que estoy tratando de bajar. Y dejé de manejar, que para mí es la independencia ganada. Eso me está costando”, contó este martes en Intrusos (América), desde el teatro Astros, en donde se encuentra ensayando la obra Dos locas de remate.
“Me da miedo de que me venga, de que me agarre un episodio. Y yo sobre todo el auto lo uso para estar con los nietos”, dijo respecto a su decisión de dejar de manejar. “Igual, no creo que me pase, los neurólogos me dijeron que me quede tranquila, porque esos episodios se iban a ir. No he tenido otro, pero bueno, me lo tomo con responsabilidad. Entonces no sé que hacer, si vender el auto o qué”, agregó entre risas.
Sin embargo, se mostró fortalecida y segura: “Si tuviese miedo, no estaría acá, ensayando una obra”, afirmó.
Dos locas de remate la protagoniza junto a Verónica Llinás y el estreno está programado para el próximo jueves 15 de abril. Y Solita vive este momento previo con intensidad: “Estamos felices. Son muchas horas de ensayo porque pasamos letra, estamos con vestuario... La verdad que sudamos la camiseta no sabés cómo. Es muy difícil la obra, para nosotras, las actrices. Y somos dos... pobre Manuel González Gil (el director de la obra). Creo que es el hombre con mauyor paciencia del mundo. Siempre le venimos con un planteo nuevo en búsqueda de sentir, de sentir, de que sea orgánico... y pobre Manuel: está harto pero nosotras, felices. Ojalá que nos salga como queremos”, describió Silveyra.
Sin embargo, es consciente de la incertidumbre que genera la segunda ola del coronavirus y las futuras medidas que se tomarán para frenarla. “Debutar en semanas como estas es tremendo. Tenemos una incertidumbre brutal de lo que pasará en la ciudad. Se le instala un miedo a la sociedad para que no salga. Pero yo digo: ‘No le tengan miedo a los teatros, los teatros están muy bien cuidados’. Esto no es para venderles Dos locas de remate, esto lo decimos todos los trabajadores de este oficio, los que hacemos el teatro. Nosotras nos cuidamos como locas. Yo no entro en los 70 y me quisiera poner la vacuna ya. Estoy justo ahí en el límite. Soy de riesgo”, dijo la actriz.
Además, enfatizó: “El teatro no se puede caer, debemos empujar la rueda, obviamente sin poner nuestras vidas en peligro. Y la única manera es cuidarnos. Pero que hay cierta precaución, no les voy a negar. Todos queremos saber qué horarios se van a poner, si se va a cerrar, si no se va a cerrar, es mucha incertidumbre”.
También le dedicó un espacio a cómo atravesó la cuarentena durante el 2020: “Aprendí a sobrevivir, bien. A no ponerme ansiosa porque no tengo laburo. Aprendí a darme cuenta de la importancia del otro, del amigo, de la familia... eso siempre lo tuve presente. Fue un momento de mucho conocimiento. de leer filósofos, historiadores. Traté de leer gente que me ponga al tanto de este nuevo mundo que se viene”, cerró.
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