No es una cantante más. Desde que decidió incursionar en el mundo de la música hace ya quince años, Karol G se mostró dispuesta a derribar prejuicios. La colombiana no se decepcionó cuando llegó a una discográfica y le dijeron que no podían darle una oportunidad dentro del género urbano por ser mujer. Y, lejos de bajar los brazos, luchó hasta convertirse en una de las artistas más importantes de Latinoamérica. Sin ir más lejos, acaba de lanzar el disco KG0516, en el que incluye hits tan variados como Tusa, Bichota y Location. Y su éxito parece no tener techo. Pero, además, está empeñada en derribar también los mandatos machistas que imperan fuera de los escenarios y los estudios de grabación.
—En un año muy complicado, marcado por la pandemia del coronavirus, has podido sacar muchos temas exitosos y ahora el disco....
—Mi año empezó en marzo del 2019, cuando nos tuvimos que encerrar toditos en casa. Los primeros días fueron muy duros, porque era muy confuso todo. Pero ha sido el tiempo más evolutivo y más constructivo de mi vida y de mi carrera, porque me pude enfocar cien por ciento en mí y en mi música...Antes estaba de gira, haciendo promo y mil cosas a la vez. Y siento que fue el momento en el que me pude enfocar para hacer la música que quería hacer, crear la estrategia y todo el contenido, lo que quiero que mis fans entiendan y conozcan de mí cuando escuchan el álbum. Así que estoy muy emocionada, porque juro le he puesto mi amor a todos los detalles. No podría ni contar las noches que estuve en el estudio haciendo música, escribiendo canciones, juntándome con personas muy profesionales para lograr que esto se haga así de grande.
—Decías que querías que la gente pudiera escuchar lo que vos querías contar. ¿Qué es lo que querés contar en esta etapa de tu carrera?
—Creo que van a escuchar la evolución de Carolina como persona en muchos aspectos. Por eso, el nombre del álbum es un número de vuelo, dónde estoy invitando a la gente a subirse a este viaje. Son dieciséis canciones y cada una es una escala que te lleva a un lugar completamente diferente. Porque hice mucha experimentación de sonido, diferentes bites y géneros musicales. Lo dejé salir. Así que van a escuchar temas y van a decir: “Esto no es lo que se supone que va a funcionar en radio”, “Esta no es la fórmula ganadora” o “Esto no es comercial”. Pero es lo que yo quería que la gente escuchara de mí. Y estoy tomando muchos riesgos.
—Cuando llegó el confinamiento estabas con la difusión de Tusa, que se convirtió en furor mundial. ¿Igual decidiste arriesgarte y probar cosas nuevas?
—¡Cien por ciento! Para mí, no se trata de ir al estudio y decir: “Vamos a hacer esto que es lo que está pasando” o “Mira que esta es la canción que está funcionando”. Siempre miro de dónde vengo. Venía de Tusa e hice Ay, Dios mío que es súper romántica, le di la vuelta de ciento ochenta y me fui a Bichota que es súper street, más calle, más fuerte, con más criterio y actitud. Y de ahí me fui para el otro lado con Location, con guitarras country, un poquito de hip hop y de reggaeton...Se trata de cambiar la jugada siempre. Y tomar el riesgo: yo prefiero decir que me arriesgué y no funcionó, que sentarme en el estudio a hacer la música que está funcionando.
—Las mujeres tenemos varios íconos a lo largo de todos estos años de lucha por lograr la igualdad de derecho. Y creo que vos has quedado como un ícono de lo que es la mujer dentro del género urbano, porque a partir del trabajo que has hecho para que te acepten le has abierto la puerta a muchas otras cantantes. ¿Cómo vivís eso?
—Me siento muy orgullosa de poder ver el cambio que ha tenido la industria al día de hoy. Hace años no veía representaciones femeninas y me frustraba, me cuestionaba... Pero hoy veo todo lo que está pasando, veo a todas las mujeres que salen de distintos países y que están tratando de hacer cosas increíbles. Y digo: “¡Wow, el trabajo ha valido la pena!”. A cada una le doy su mérito, completamente. Porque venimos de lugares diferentes, con culturas diferentes, hasta un punto en dónde nos juntamos todas. Y de lo que se trata es de hacer crecer el género. Establecerlo y decir: “Ok , durante muchos años fue de una forma, pero aquí ya se va a convertir y va a ser de otra ”.
—Aquí llegamos nosotras y estamos para quedarnos, ¿verdad?
—Exacto.
—Hay algo que va más allá de la posibilidad de ser aceptada en el género y tiene que ver con el lugar donde vos pusiste a la mujer: la sacaste del lugar de “objeto deseable” y la pusiste en el lugar de “sujeto deseoso”, una mujer que desea y que expresa lo que le pasa...
—¡Me encanta! Sonó brutal: “Lo cambiaste de objeto deseable a sujeto deseoso”. Eso está increíble y te voy a decir por qué me mueve tanto. Cuando empecé en la industria, te lo digo de corazón y es algo hasta incómodo de contar, muchas veces sentí que la mujer era como un objeto intercambiable. Algo para negociar. Y me ha pasado que alguien que quería darme la oportunidad, se metía por el camino que no era o quería algo a cambio que, obviamente, no me hacía sentir cómoda. Eso me molestaba y me frustraba mucho. Y decidí con mi papá que iba a tomar el camino largo, para hacerlo nosotros aunque nos cueste y sin importar lo que nos demore. Entonces, hoy en día al ver que ya nos respetan, que ya la gente se interesa por saber nuestro punto de vista, que en los shows nos dan nuestro espacio para cantar, que en los paneles nos dejan hablar y nos dejan contar este lado de la historia, es una emoción muy grande.
—Veo que muchas veces hacés posteos que tienen que ver con el hecho de aceptarse una misma y, con el cuerpo que cada una tenga, estar siempre orgullosa y salir a la calle arrasando. Y me imagino que muchas mujeres se deben sentir identificadas con ese mensajes, ¿o no?
—Sí, claro. Yo decidí no ser esa artista inalcanzable, sino ser esa artista que es como yo y que me representa. Entonces, para que esa artista sea como yo y me represente, pues tiene que ser real. Yo soy mujer y tengo celulitis y estrías como todas, subo de peso, bajo de peso, a veces estoy arreglada y otras no. Entonces, esto me da una posición. Hace como dos años que yo dije: ”¿Vamos a sumar a que la gente siga teniendo una vida superficial o vamos a normalizar lo que debería ser normal?”. ¿Me entiendes? Y hace unos días puse una foto en mi Instagram, en la que estaba mostrando que me había comprado un carro y estaba muy feliz y emocionada. Pero, al otro día, los encabezados eran: “Karol G muestra su celulitis”. Y yo decía como : “¿En serio estamos en el 2021, un año dónde supuestamente despertamos a tantas realidades, y todavía estamos haciendo encabezados de esos, como si tener celulitis fuera algo de otro planeta?. Es como : “Ok, tenemos que revisarnos un poquito”.
—Es que, además, quizá vos tenés herramientas como afrontar un titular de esas características, pero una chica que no las tiene se puede sentir afectada, ¿no te parece?
—¿Pero sabes que es súper lindo? Me escriben cosas como: “Si Karol G tiene celulitis y no le importa mostrarla, ¡pues ya!”. Y yo estoy como: “Ok, dentro de todo está llegando el mensaje”. Y de muchas formas. Yo en la cuarentena estaba subidita de peso... ¡Quince kilos subí! Pero nunca me escondí: la gente me veía porque siempre seguí subiendo fotos en las redes sociales. Y había muchos haters, había muchos comentarios, había mucha gente hablando...Así que grabé un video diciendo:” Ey, tranquilos que yo en mi casa tengo espejo. Yo me veo todos los días. Yo sé que estoy gordita, pero también sé que estoy ricota, también sé que estoy bien mamacita, también sé que soy súper bichota y también sé que soy muy inteligente”. Y otras cosas que son las que, realmente, deberían importar. .
—Supongamos que tenés la posibilidad de mirar a esa chiquita que llegó a una discográfica y le dijeron: “¿Qué podemos hacer con una mujer? ¡Con una mujer no podemos hacer nada!”. ¿Qué le dirías ?
—Mi Karol G de hoy le habla todo el tiempo a esa chiquita. ¡Te lo juro! Y le dice todo el tiempo : “Dale, que si te cuesta mucho, el día que te llegue te va a llegar súper multiplicado. No la vayas a dejar caer”. Eso me lo dije todo el tiempo.
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