La Guerra de Malvinas sigue siendo una herida abierta y dolorosa para la historia argentina contemporánea. Cada 2 de abril se recuerda la memoria de los caídos, se homenajea a los ex combatientes y se plantea un escenario propicio para la reflexión y la memoria. En Intratables invitaron al actor Carlos Belloso, que a días de cumplir los 18 años participó de la guerra alistado en Río Gallegos. El ex integrante del dúo Los Melli recordó cómo transitó los meses de la guerra en el Grupo de Artillería 11, el estrés y la depresión que sufrió al regreso y detalló el reclamo para que los consideren como ex combatientes, una categoría que no alcanza a aquellos soldados que prestaron servicio en el litoral marítimo.
“Nos habíamos preparado para la guerra con dos meses de entrenamiento de artillería”, relató Belloso ante una imagen en la que se lo veía con un grupo de soldados, con el casco tapándole toda la cara y sosteniendo los proyectiles. También reflexionó cómo era ir a la guerra con apenas 18 años. “Es algo raro, se junta con una euforia, una cosa nueva y al mismo tiempo la familia que preocupa”, señaló el protagonista de Tumberos y reveló un detalle de los días previos al conflicto. “En paralelo a los cañones antiaéreos que teníamos que manejar, teníamos instrucción de infantería en el polígono. Antes del 2 de abril le tirábamos a la bandera chilena en el blanco. Inmediatamente después del 2 de abril, pusieron la bandera inglesa”.
Belloso se alistó primero en Comandante Piedrabuena y luego fue movilizado como orden de combate para la defensa del aeropuerto de Río Gallegos. “Mi familia se enteró un mes después que estaba adentro, porque las cartas llegaban, no llegaban, a veces venían tachadas... estábamos en una dictadura”, recordó Belloso y reveló un conmovedor recuerdo de su madre: “Me escribía poemas a mí, a la patria, algunos los recibía en Río Gallegos y después vi el cuaderno. Se llamaba “Loas al Sur”, eran muy sentidos, una manera de expresión”, señaló el actor.
“¿Era más fuerte el sentir patriótico que la posible pérdida de un hijo?”, preguntó Gustavo Grabia. “Estaba todo unido. Yo conocí el término patria ahí, tuvo una cara la patria, no era un cuaderno de tercer grado. Eran mi madre y padre, mi vecino que me mandaban encomiendas, mi barrio”, respondió Belloso. Cuando Martín Candalaft quiso saber si se había preparado psicológicamente para matar gente. “No sé si lo pensé tan así, yo recibía ordenes y sabía manejar un cañón pero no tenía mucha conciencia. Al mismo tiempo me sentía un poco embalado, si no, ¿qué pensas? Antes, durante y después fui pacifista, y jamás se me hubiera ocurrido seguir la carrera militar. Con el tiempo lo pude canalizar artísticamente”, explicó.
Respecto al clima entre sus compañeros, Belloso señaló que no eran muy distinto que el grupo de otros jóvenes de 18 años. “Hacíamos bromas. Dos semanas antes de la incorporación estaba bailando en Pinar de Rocha y después tenía que que manejar un cañón antiaéreo. Era desquiciante”, sentenció el actor. Sin embargo, reconoció que miedo a la muerte estaba presente.
“Nosotros recibíamos alertas rojas todo el tiempo”, señaló Belloso y distinguió entre los frentes de combate, un concepto que encierra una herida que permanece abierta casi cuatro décadas después. “Yo estuve en el litoral marítimo, en una base aeronaval que era uno de los frentes. Con el tiempo, por un decreto el litoral marítimo fue corrido de lugar y para el Estado soy veterano de guerra no reconocido”, denunció.
Al respecto, informó que están trabajando con un grupo de compañeros para impulsar una ley en el Congreso, “En ese litoral había alertas rojas permanentes, porque había incursión de ingleses y poco a poco nos fuimos enterando”, dijo el actor y mencionó La guerra invisible, libro del historiador Marcelo Larraquy: “El cuenta uno, pero nosotros estamos reconstruyendo toda la guerra. Ni el ejército inglés ni el argentino quieren saber nada cobre las bases aéreas del continente”, explicó Belloso, e informó de otras diez batallas invisibles, entre ellas una en Caleta Olivia en la que murieron diez efectivos por un misil de unos comandos ingleses incursionando en territorio.
Finalmente, el actor de Sos mi vida contó que estuvo durante un año deprimido luego de que finalizó la guerra y habló de cómo vivió el trato con la gente. “No sentí que me miraran como culpable. “Creo que la sensación era que algo se tenía que borrar rápido, como esos dolores profundos, pero no despreciando a los que estuvimos”, analizó. “Tardé en darme cuenta de que estuve en una guerra cruenta. Si bien no estuve en el epicentro de un bombardeo, ni en un combate cuerpo a cuerpo, ese estrés no me lo puedo sacar del cuerpo, y cada 2 de abril vuelven esas emociones”, cerró.
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