Matías Defederico, el ex marido de Cinthia Fernández, viajó a Bariloche para descansar y relajarse durante Semana Santa. En su cuenta oficial de Instagram, el papá de Bella, Charis y Francesca publicó una imagen en la que aparece tomando mate y de fondo se puede ver un paisaje imponente.
“La paz... ¡siempre!”, escribió el ex jugador de fútbol en la red social. Quizás esta escapada le sirva para recuperar la tranquilidad después de un enfrentamiento mediático que tuvo con la panelista de Los Ángeles de la Mañana. Todo el escándalo comenzó cuando Matías se animó a dar una entrevista en Intrusos para hablar de los conflictos que mantiene con la bailarina. “Estoy sentado acá porque dejé de jugar. Tal vez estando en mi carrera de fútbol no compartía mucho este tipo de programas”, aseguró el joven de 31 años en diálogo con Adrián Pallares y Rodrigo Lussich.
“¿Creés que ella sigue enamorada de vos?”, le preguntó Pallares. “Eso no lo sé. Pero tal vez quedó algo que no hablamos, que lo tendríamos que haber conversado en privado y no se habló en su momento. Y quedó esa chispa que tal vez a mí se me pasó, porque yo procesé la separación antes de concretarla y ella no, y quedó esa espina”, le respondió Defederico. Cuando el conductor le consultó si debería pedirle disculpas a su ex, Matías le respondió: “Yo no tengo nada por lo cual pedirle disculpas. No me tengo que defender de nada ni de nadie, trato de ser un mejor papá todos los días. Sé que estuve mucho tiempo ausente de mis hijas, pero por mi trabajo, no porque quise”.
Tras estas declaraciones, la mediática expresó su enojo en Los Ángeles de la Mañana y contó detalles escabrosos de su matrimonio. En primer lugar, se refirió al incumplimiento de la cuota alimentaria por parte de él. “No dio de baja la obra social, pero pone el importe que se le canta”. Y se refirió a los dichos del padre de su hija, que deslizó la posibilidad de que ella siguiera enamorada de él. “Me parece un argumento básico, no me podría enamorar de un tipo que no cumple con los derechos de sus hijas, que es mal padre, vago, cínico, violento. A veces lo miro y no entiendo cómo tuve tres hijas con él. Me corre mucho el peso de romper una familia, tenía ese mambo, pero hoy lo veo normal. En ese momento, para mí fue el fin del mundo”.
Acto seguido, Fernández relató un episodio que la marcó y tuvo una crisis de llanto frente a las cámaras. “Hubo una noche en donde estábamos cenando en el casino y me maltrató muy mal. Él se va al boliche con la empleada, Carmen, y desparece con una chica que yo le hacía los canjes. Él se va, yo agarro mi teléfono, y como él estaba celoso de una persona porque estaba mucho conmigo por cuestiones laborales, le mando a esa persona a propósito un mensaje preguntándole cómo estaba. Le puse ‘qué ganas de estar ahí y darte un beso’, a propósito. Lo dejé en la cama y él cuando lo ve, me dice de todo. Me dice: ‘tus hijas el día de mañana van a saber que rompiste una familia’. El argumento básico es que yo soy la puta y la trola”, detalló. Y agregó: “Todo el tiempo me dice que va a contar cosas y que mis hijas van a tener vergüenza de mí porque ‘su mamá es una trol...’. Y no fue la única violencia. Me tiene amenazada con que yo le había metido los cuernos. No lo hice, ojalá lo hubiera hecho”.
Si bien en el programa de El Trece no especificó si había sufrido violencia física, a la salida del canal, Pablo Layus, cronista de Intrusos, la consultó al respecto y ella brindó más detalles. “Violencia verbal hubo, pero también hablo de física. Con mi mamá me cuesta hablar de estas cosas, se enteró de esto mucho tiempo después. Había un muy amigo mío que sabía del primer episodio, y hoy ya no está. Lo perdí hace muy poquito”, declaró públicamente.
Si sufrís violencia de género o conocés a alguna víctima, llamá al 144: es gratis y atiende las 24 horas.
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