Entre risas y con el pulso inquieto por la alegría, Jana Maradona conmovió con un video que muestra la mejor versión de su papá. “Amor de mi vida”, escribió en la historia que subió a su cuenta de Instagram y que acompañó con un corazón. Y que muestra a Diego Maradona lanzarse sobre una cama elástica, divertido, ágil y feliz.
A cuatro meses de la muerte de la leyenda del fútbol, su hija de 24 años –fruto de la relación extramatrimonial que tuvo con Valeria Sabalain– quiso recordar a su padre con una secuencia tan tierna como divertida. El video data de febrero de 2019, en México, durante el cumpleaños de Dieguito Fernando Maradona, a donde Jana fue como invitada y hermana mayor del agasajado.
Se trató del primer cumpleaños que el nene pasaba con su padre, después de seis años. En ese entonces, por pedido expreso del ex DT de Gimnasia y Esgrima de La Plata, que estaba radicado México dónde se desempeñaba como entrenador de Dorados de Sinaloa, Dieguito Fernando viajó con su mamá para que pudieran celebrar juntos. Claro que Jana también fue de la partida.
“¿Por qué no lo vi antes? Soy culpable, y no tengo excusas para nada. Hoy, Dieguito juega a las escondidas con sus primos, se tira solo a la pileta. Tiramos una pared e hicimos un gol”, había reflexionado Diego Maradona en Intrusos, unas semanas antes de aquel cumpleaños de su hijo y demostrando lo bien que estaba. “Quiero que me lo traiga (Ojeda a Dieguito) todos los días que yo esté en Buenos Aires. ¿Para qué? Porque me dijo ‘papá’ por primera vez”, había agregado mientras pasaba unos días en Buenos Aires y antes de regresar a México para cumplir con su tarea de director técnico.
Cercana a Dieguito Fernando gracias a la intersección de Verónica Ojeda, Jana siempre tuvo buena relación con su hermano menor y estuvo al lado de Diego Maradona durante su internación y en los días previos a su muerte. Sobre la historia con su papá, Jana contó a Infobae alguna vez: “Mi infancia fue súper feliz con mi mamá, mis amigas del colegio, mi abuela, mi niñera. No es que lo sufrí, no fue tan trágico. Claro que tuve que hacerme mi coraza. Si alguien me decía ‘ay, sos hija de Maradona, ¿y por qué no te reconoce?’ Y yo con 7 años... ¿quién contesta con 7 años eso? Entonces yo le decía ‘bueno si no querés creer, no me creas, está todo bien, no me interesa’. Mi mamá tampoco es que me crió rencorosa”.
Además, en ese entonces contó que cuando tenía 15 años y perdió a su tío, quiso buscar a su padre. “Ahí dije ‘somos mortales’ y no quería que él se vaya de este mundo sin conocerme ni yo tampoco irme de este mundo sin conocerlo. Entonces, a partir de ese momento, tomé la decisión de que no importaba si lo veía diez segundos y nada más, yo quería que por lo menos nos tuviéramos de frente”, rememoró.
El encuentro tardó más de tres años y se dio recién a fines de 2014. “A partir de ahí, con mi abogado hicimos todas las maneras posibles y correctas para llegar a Maradona. Fue muy difícil. Le escribí una carta, hablé con gente cercana y era imposible. Hasta que un día, una periodista, amiga de mi mamá, me avisó dónde podía encontrarlo. Estábamos en Palermo paseando y nos dice que Diego estaba en un gimnasio en Cañitas. Estábamos re cerca. Mi mamá se puso nerviosa y no quería ir, pero yo estaba re decidida”, contó Jana en aquel momento.
“Cuando pasamos, se abrazaron con mi mamá y lloraron. Fue todo muy emotivo. A mí me abrazó y me pidió perdón. Sinceramente, fue re sanador. Lo primero que me dijo es ‘perdoname’, le pedía perdón a mi mamá. Ahí nos sentamos, me preguntó mi nombre, cuántos años tenía y después la de las preguntas fui yo”, relató sobre cómo empezó el vínculo con su papá, a quien disfrutó durante seis años y acompañó hasta sus últimos días.
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