1. Pasó su infancia en Bolívar. Le gustaba jugar a las figuritas, pero no llenar el álbum. Prefería pegarlas en un cartón y recortarlas. Con ellas solía armar equipos de fútbol con arcos hechos con cajas de zapatos y relatar un imaginario partido.
2. Había cumplido diez años cuando su papá, Dino Hugo, falleció. “Lo extraño mucho. Era periodista… Hablo de él y se me pone la piel de gallina. Me gustaría que estuviera presente para preguntarle cosas. Cuando gané el Martín Fierro de Oro miraba las mesas a ver si podía encontrarlo” (Perfil, 18 de septiembre de 2005).
3. Su papá era dueño de un diario en Bolívar, El Mensajero, y tenía otro en sociedad con su abuelo materno, La Mañana. Era periodista deportivo y en tiempos sin web, Marcelo lo ayudaba tomando nota de las formaciones de los equipos de fútbol.
4. Dino Hugo era muy querido ya que era divertido y buen amigo. Fue jugador de fútbol en los clubes zonales, encargado de una florería, de una pequeña textil, de un bar y finalmente, periodista.
5. Tinelli fue expulsado del jardín junto a Guillermo Mazzuca, el animador y otro compañerito. El motivo: tirar a una religiosa al piso para curiosear qué llevaba bajo los hábitos.
6. En la primaria, en Bolívar sus maestras todavía lo recuerdan como un chico “muy pulcro y fino. Un caballerito”.
7. Aunque en la escuela era tranquilo, se desataba con sus amigos del barrio. Una vecina solía correrlos a escobazos porque organizaban partidos a la hora de la siesta. Les gustaba recorrer la manzana pero saltando por los techos de las casas. Se metían en la casa de un bioquímico que había fallecido para jugar con los tubos de ensayo y los animales embalsamados que quedaron. Otro pasatiempo era robar fruto de los árboles de los vecinos y comerlos escondidos entre los yuyos.
8. Los que lo conocieron en su niñez recuerdan un hábito particular. No le gustaba caminar por las veredas. Prefería hacerlo en el espacio mínimo entre las plantas y el cordón.
9. Una tarde con sus amigos se metieron en una casa que creían abandonada. Encontraron una vela encendida. Resulta que vivía un linyera que los echó a los gritos y les dio el susto de su vida.
10. En un verano consiguió su primera changuita: repartía helados en bicicleta con una heladerita en bandolera.
11. En carnaval, con su papá se ponían los dos en la ventana para tirar bombitas de agua. Si no lo veían, le gustaba meter piedritas en los globos. De chico le tenía miedo a los disfraces, sobre todo al de oso carolina que estaba de moda.
12. Su mamá, María Esther Domeño era docente y Marcelo recuerda que estaba “siempre corrigiendo las pruebas en casa”. Ya famoso, le ofrecieron comprar la casa de su infancia pero no aceptó. “De afuera está igual, pero cuando entré me di cuenta que no tiene nada que ver conmigo. Yo tengo pegado el olor de mi viejo. Olor a tinta de cuando llegaba del diario”.
13. Su tía Mirta Letal era profesora de Literatura en el colegio Carlos Pellegrini. No solo le enseñó ortografía, también lo incentivó a leer el Quijote y Fuenteovejuna y todas las novelas de Salgari.
14. Su partida de Bolívar fue traumática. Estaba jugando cuando le dijeron “tu papá está enfermo”. Salieron a las 4 de la mañana en un Ford Falcon para internarlo en Buenos Aires. Falleció a los 15 días. Tenía 38 años. Marcelo nunca más volvió a vivir a su casa, se quedó en la de los abuelos maternos. El contraste entre la Capital y su ciudad natal fue brutal. Los colectivos, el tránsito por la avenida Pueyrredón lo paralizaban. Además dejó de ver a sus amigos.
15. Dino Hugo Tinelli falleció por un problema hepático. En Bolívar no contaban con el tratamiento adecuado y lo trasladaron al sanatorio Anchorena en Buenos Aires. Durante años, su hijo tuvo la sensación de que con mejores condiciones su muerte se podría haber evitado. Por eso, creó y equipó un centro de diálisis en el hospital de la ciudad.
16. “Hace 20 años yo no era de llorar, tal vez por todo lo que sufrí me hice muy duro. Lo veía como algo más femenino. Pero hoy me parece que lo más lindo que tiene un hombre es la sensibilidad”. (Clarín, abril de 2007).
17. Cuando se mudó a Buenos Aires, en el colegio no la pasó nada bien. Sus compañeros se burlaban porque hablaba con tonada. “Yo me comía todas las ‘s’ y decía todo con ‘j’. Decía palabras raras y los pibes se me cagaban de risa”. También contó “Había cosas que a mí me dolían muchísimo. Por ejemplo, cuando me decían ‘¿Qué hacés boliviano?’, con el mayor respeto a la comunidad boliviana. Yo les decía que era de Bolívar. ‘Bueno, sí, boliviano’. ‘No, bolivariano’. Cosas así me pasaban de chico”. Otra de las bromas era por el tamaño de su cabeza. Finalmente logró integrarse gracias a su pasión por el fútbol.
18. Sus abuelos maternos, José Domeño y Rosa Carbajo, tenían una muy buena situación económica. En Bolívar eran dueños de campos y algunos inmuebles.
19. Cuando era chico quería ser astronauta. Le hubiera gustado ser futbolista pero asegura que nunca podría haber sido bancario.
20. A los 14 años salió con una brasileña que se llamaba Roxana. Todo iba bien hasta que se enteró que la chica también noviaba con uno de sus amigos. Lejos de pelearse comenzaron a competir para ver quién la besaba mejor.
21. Un Tinelli adolescente formaba parte del plantel de Defensores de San Telmo. El 15 de septiembre de 1974 enfrentaron a los Cebollitas el equipo donde ya brillaba Diego Maradona. El equipo de Tinelli ganaba el primer tiempo 2 a 0. En el segundo, Diego se iluminó y pronto estuvieron 4-2 abajo. Fue entonces que entró Tinelli y como no podía pararlo, le tiró un patadón infernal. La tribuna se lo quería comer ¿Cómo reaccionó Diego? Le metió tres goles más.
22. Con su primo Luciano El Tirri solían compartir veraneos en Mar del Plata. Pero Tinelli estaba cansado de oficiar de niñero. “Una vez lo perdí en la playa, lo llevé hasta el baño y lo perdí. No me lo fumaba ni un poquito a Luciano. Iba a todos lados conmigo”, contó en el Bailando. “No me perdiste, me dejaste. Te acompañé al baño, y me dejaste. Yo tenía locura por estar cerca tuyo”, le contestó El Tirri. “Estaba parado y te digo, ‘Vamos Marce’. Me di vuelta, y te fuiste. Aplaudieron durante una hora, toda la playa, no me reclamaba nadie. Pensé que no nos veíamos más”, relataba, siempre con su cara seria, el primo el conductor, ante las risas de todos. “Yo lo quería perder”, respondió Tinelli.
23. El primer sueldo lo cobró a los 15 años como cadete en Radio Rivadavia. Era el año 1975. Su tarea consistía en servirle el fiambre al equipo de José María Muñoz. También repartió tarjetas de una plomería.
24. Su primera salida en La Oral deportiva ocurrió desde la cancha de Lanús. Como cronista de los campeonatos de Primera C y D comenzó trajinando las canchas del ascenso como Dock Sud, El Porvenir y San Telmo.
25. Al morir su papá, su mamá no pudo soportar la pena, se recluyó en su casa y con el tiempo atravesó varias internaciones psiquiátricas. Llegó a estar más de un mes internada. Sabiendo la situación, en Radio Rivadavia le permitieron buscar canjes para costear los gastos médicos. Su hijo la llamaba todos los días y la iba a visitar todas las semanas. María Esther falleció en 1994.
26. De viaje de egresados a Mar del Plata decidió comprarle a Muñoz una caja de alfajores. No quedó muy bien, cuando el periodista la abrió se encontró con un montón de hormigas que se habían devorado todo.
27. Enamorado de una chica decidió ir a verla a Mar del Plata. Se subió a una moto de 750 centímetros cúbicos y manejó sin parar. Cuando llegó estaba tan contracturado que no se podía enderezar.
28. Trabajó un año en el diario Crónica. Salía de la radio e iba para la redacción donde escribía sus notas con una Olivetti. Usaba solo dos dedos pero era muy rápido para teclear. Tenía 17 años.
29. En el 81, Badía buscaba un relator deportivo para su programa radial Piedra libre y lo decidió la simpatía de “ese muchacho que transmite los partidos poco importantes por Rivadavia”. Dos años después, lo llevó a su programa Badía y compañía, por Canal 13.
30. Mientras trabajaba con Badía, el locutor hizo una copia de la llave del auto de Tinelli en una cerrajería. Todos los días se lo corría de lugar. A veces, unos metros y otras lo llevaba a la esquina o más lejos. No le contó a nadie de la broma. Durante varios días, Marcelo le comentaba preocupado que pensaba ir al médico porque estaba mal y no se acordaba dónde había dejado el auto.
31. En esa época Tinelli tenía un Renault 12. Harto que le robaran el estéreo buscó un perro Gran Danés y lo dejó en el auto para que no le robaran. Cuando volvió, encontró al perro dormido y obviamente le faltaba el estéreo.
32. “No busques afuera, tu estilo está en vos, sé como sos, jodón, hincha pelotas”, le aconsejó Juan Alberto Badía en 1983 cuando debutó televisivamente en Badía y Cía.
33. En el programa de Badía conoció a su primera esposa, Soledad Aquino, que trabajaba en el mismo ciclo. Con ella tuvo a sus hijas mayores, Micaela y Calendaria. También perdieron un embarazo de ocho meses.
34. En 1990, Telefe eligió a Gustavo Lutteral para conducir un programa de medianoche hecho con videos deportivos comentados, pero este no aceptó. Los directivos se lo ofrecieron a Tinelli.
35. En el primer programa de VideoMatch, el presupuesto era tan bajo y las imágenes tan malas que a Tinelli no le quedó más remedio que reírse. Esta capacidad de disfrutar y su espontaneidad lo convirtieron en ídolo.
36. Al comienzo de VideoMatch llegó a presentar su renuncia porque no sabía como remontar los escasos 1.8 de rating logrados.
37. VideoMatch era un programa de relleno. Nació como un noticiero deportivo y luego empezó a sumar algo de humor. Pero se convirtió en el programa de un grupo de compinches que compartían risotadas, apelaciones a las “brujas” (las esposas), los “gomas” (ellos), y muchos bloopers. En un año se convirtió en un fenómeno imparable que lo catapultó a conducir su primer gran show: Ritmo de la noche.
38. En su billetera solía guardar un papelito doblado con “cosas de la vida que hablé en análisis”. Los leía en alguna pausa mientras estaba trabajando.
39. Es fanático de Caetano Veloso.
40. Mientras sus hijos iban al colegio, su rutina comenzaba llevándolos a la escuela. Después iba a la productora, leía todos los diarios y desde las 10 hasta las 19 pasaba las horas en la oficina trabajando. Luego iba al canal para empezar el programa. Una de las cosas que más le molestaba era no poder compartir la cena con sus hijos.
41. Profesional. En las producciones de fotos no tiene problema en acatar con humildad las indicaciones del fotógrafo. No obstante impacta por su atención a todos los detalles. Conocedor de los vericuetos de la gráfica, pide cuidado si le toman mal el perfil y está atento a nimiedades como, por ejemplo, que no le tomen alguna pequeña lastimadura en la mano.
42. “Sentí que la presentación de Menem en el cierre de campaña del 95 le sirvió más a él que al programa. No quiero que cosas así vuelvan a pasar” (Clarín 9 de mayo de 2002).
43. En el 2005 se firmó lo que se llamó el “pase del año”. Dejó Telefe por Canal 9. Luego se mudó al 13. En el acuerdo Artear tenía una participación del 30% en Ideas del Sur y la productora debía cumplir 18 horas semanales de programación que incluyeron a ShowMatch.
44. “En este mundo estamos de paso, y lo único que nos queda es tratar de disfrutar el momento”. (Perfil, diciembre de 2008).
45. En 1987 perdió una importante inversión cuando realizó una revista de esquí.
46. En las entrevistas suele hablar con una velocidad inusual y siempre mira a los ojos del interlocutor. A veces los mira “desde arriba”. No es soberbia, es porque mide 1,87 m.
47. “Muchas veces me sorprendo por cosas que pasan y la gente me dice: ‘Vos te hacés el sorprendido’… Pero no, todavía tengo cierta candidez pueblerina y hay muchas cosas que todavía me sorprenden”. (La Nación, diciembre de 2001).
48. Recibe cientos de cartas con pedidos de ayuda. Trata de ayudar sin alardes ya sea solventar una operación, dar una mano a un hogar de chicos e incluso le ofrece trabajo a alguien que no lo tiene. En el hospital de Bolívar equipó el servicio de odontología. Creó y equipó el centro de hemodiálisis y la sala de terapia intensiva. También colabora con Cáritas Laferrere, la ex Casa Cuna y las Olimpiadas Especiales.
49. Es muy devoto de San Francisco de Asís porque hizo la primaria en una escuela de religiosos franciscanos. En algunas de sus casas tiene vitreaux similares a los que vio en la Catedral de Asís.
50. Entre las propuestas comerciales más insólitas que le hicieron recuerda con ternura al fanático de San Lorenzo que se acercó para proponerle abrir en sociedad un kiosco cerca del Nuevo Gasómetro porque “vos conmigo serías imparable”.
51. Padrazo, como sabía que Micaela era fanática de Luciano Castro un día lo invitó a comer junto a Benjamín Rojas. Pero a las chicas les atacó la vergüenza y se quedaron encerradas en su cuarto. Tinelli se quedó charlando con los dos. “Cuando se fueron los chicos, después de comer una pizza, salieron y se comieron los bordes que habían dejado ellos. Me preguntaban de cuál había comido Luciano. Y se comían los restos de los bordes de la pizza.”
52. “Me gusta la sensibilidad de la mujer. Me gusta una mujer a la vez independiente y compañera. Aprecio la bondad y la inteligencia. La bondad es maravillosa y no podría estar al lado de una persona que no fuera inteligente”. (Perfil, septiembre de 2005).
53. “Me cuesta mucho imaginarme de aquí a diez años porque, si veo lo que logramos, no puedo creer que a fines de 89 tenía ganas de irme a vivir a los Estados Unidos y terminé conduciendo Videomatch. ¿Quién sabe? Por ahí en dos décadas me reemplace mi hijo Francisco…” (Tv y novelas, abril de 1999).
54. Una vez se le acercó una señora y le dijo que a su hijo lo llamaban “Bananita” porque caminaba torcido. No tenían plata para el tratamiento y Tinelli le compró el corset. Desde entonces, para las fiestas, siempre recibe una carta de agradecimiento.
55. “No logro imaginarme ocupando una banca en el Congreso. Soy un tipo honesto y me sentiría como Don Quijote luchando contra los molinos de viento”, (Clarín, 19 de junio de 1994).
56. En 1998, al crear Ideas del Sur, tenia 14 empleados, llegaron a ser 400 personas. La mayoría de los estudiantes de Producción Audiovisual soñaban con entrar a Ideas. Sabían que era la productora con los salarios más altos y las mejores condiciones laborales para los empleados.
57. Con sus equipos de trabajo, ya sea pizza en su casa o rueda en el Café de la Paix en París o cena de fin de año, si él está presente jamás deja que otro pague la cuenta. “Lo aprendí de Badía. Salía a comer cuando yo no tenía un sope y él pagaba todo. Salía con Muñoz y pasaba lo mismo”. (Ahora, octubre de 1992)
58. Estudió dos años de Ciencias Económicas en la Universidad Argentina de la Empresa, pero sintió que no era lo suyo y abandonó.
59. Después de 20 años, seis meses y tres días sin festejar un título, en 1995 San Lorenzo se consagró campeón del Torneo Clausura. Tinelli propuso caminar hasta Luján para agradecerle a la Virgen. Una vez más mostró su poder de convocatoria, 15.000 hinchas lo escoltaron en la peregrinación que comenzó en General Paz y Rivadavia y terminó en la Basílica.
60. “Siento que después de la muerte hay algo muy hermoso. Uno sigue estando presente en el recuerdo de mucha gente, en las cosas que ha hecho y ha dejado… Seguramente hay un mundo mejor, una vida mejor”. (Infobae, diciembre 2019).
61. “Corrí en una pierna. Y lo hice por mi papá: no podía fallarle a la maratón que lleva su nombre en estos veinte años”, dijo al concluir en 2018 la vigésima edición de la maratón de la ciudad, en la que no participaba desde hacía cinco años.
Con material del archivo de TEA.
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