Con una dosis justa de música, humor y profundidad, Jey Mammon se convirtió en el gran anfitrión de las noches de América a bordo de su show Los Mammones. Para despedir la semana, recibió la visita de Viviana Canosa, y entre el estilo descontracturado propio del ciclo sumado a una gran complicidad entre entrevistada y entrevistador, el resultado fue una charla que no esquivó ningún tópico: el periodismo, la maternidad, el amor, y la sexualidad. Y que terminó bien arriba, cantando los grandes éxitos de Commanche sentada arriba del piano como había prometido al comienzo.
Pero antes del cierre en plan festivo, hubo una conversación y Canosa habló de todo. En el plano sentimental, la periodista reconoció estar sola, soltera y sin demasiado apuro. “No hay un tipo que me venga bien. Ninguno me vibra y aprendí a estar sola”, reconoció con la frontalidad que la caracteriza. “Me gustaría enamorarme mucho, pero hoy no sé que clase de hombre me gusta: me erotiza mi laburo”, agregó la conductora de Viviana con vos en las tardes de A 24.
Ante la repregunta del conductor, reconoció que no le gustan los hombres que cuidan mucho su cuerpo o pasan demasiado tiempo frente al espejo: “El amor tiene que ver con lo que te pasa adentro, porque el culo se te va a caer y no pienso ponerme botox”. También desmitificó el comentario de que bebotea a la hora de entrevistar: Tengo la voz gastada. No es porque esté beboteando, es porque hablo mucho y a esta hora no doy más”.
Durante la charla, Viviana tuvo hermosas palabras para Martina, la hija que tuvo con Alejandro Borensztein y que pronto cumplirá ocho años. “Ser mamá me cambió la vida y las prioridades. Martina es inteligente, bella. Ella dice que no me queje, que vino a salvarme”, afirmó. También contó como empezó la relación con Alejandro, quien le confió que a su padre, Tato Bores, le hubiera encantado tenerla como nuera.
Hace casi diez años, Viviana completó el giro del periodismo de espectáculos hacia el periodístico, un género en el que aumentó su exposición y la encontró envuelta en más de una polémica, pero en el que aseguró sentirse a gusto. “No llamo a gente con la que no la paso bien”, reconoció, y destacó a Patricia Bullrich, Aníbal Fernández y Sergio Berni como algunos de las entrevistas más picantes. “El rating me importó al principio, pero hace mucho tiempo que trato de disfrutar lo que hago. Si siento que está bien y el canal me banca, está bien. No estoy para pasarla mal en la tele”, señaló y recordó sus comienzos en el rubro: “El maltrato era constante. Recién hace algunos años me di cuenta que no era normal”, afirmó.
Tampoco esquivó la temática picaresca y sexual por el que indagó Jey Mammón. En cuanto a los políticos que la atraen, destacó a el ex candidato a vicepresidente Miguel Ángel Pichetto, a quien definió como “un tipo con códigos, un caballero de otra época” y al presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou: “Me da envidia que Uruguay tenga ese presidente, me parece un señor”. En cambio, le bajó el pulgar a Barack Obama, ex presidente de los Estados Unidos, aunque no por un motivo físico: “Me dijeron que cuando vino a la Argentina miraba muchos culos, me lo contó un presidente que partió”, reveló.
Por último, también hablaron del sexo y la conductora reveló algunas de sus fantasías: “Me gusta lenguaje explicito en el sexo. Lo doy y quiero que sea recíproco. Para mí, en la cama vale todo lo que entre dos personas esté consensuado”, señaló, y se mostró en desacuerdo con el poliamor, tan en boga en los últimos tiempos. “Lo detesto, no creo en el poliamor. Esa bragueta es mía y no la comparto”, sentenció.
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