Rodrigo Lussich, conductor de Intrusos, por América, presentó el tema en sus Escandalones y el público quedó prendido a la pantalla. Porque si bien algunos dicen estar cansados de las idas y vueltas entre Martín Redrado y Luciana Salazar, otros tantos siguen con pasión esta saga que empezó hace diez años y que tiene todos los condimentos de un mega culebrón. “El tema mediático tiene que ser step by step, como decís”, se la escucha decir a Luli de arranque en el pasaje de conversación telefónica que data el 10 de enero, que ella misma grabó con fines legales dos días después de reunirse con él y que difundió Intrusos esta tarde.
Fue después de que el economista le preguntara cómo iban a manejarse en relación a la prensa. Ese “step by step” que en español significa “paso a paso” hablaba del plan que tenía la modelo para sacar a la luz esa reconciliación que, según la modelo, estaban viviendo en Miami, en el mes de enero. “Vamos, por ejemplo… No te digo mañana, pero pasado mañana, ponele… Vemos si lo hacemos acá en una fuente, en un medio digital o buscamos a alguien que lo pueda decir en la tele. Decir: ‘Se juntaron para aclarar la situación, porque Martín la verdad que no quiere que Luciana se sienta mal con todo esto’. Si hay algo que él tiene que aclararle, se lo va a aclarar, porque hay cariño… Cariño demostrado”, se la escucha decir a Salazar en el teléfono en relación a la información para filtrar.
“El primer paso para mi tiene que ser ese”, agrega para que el economista asienta: “Está bien. Eso va a estar bueno”. Entonces Luli sigue: “Y después, pasito a pasito. ¿Sabés por dónde podés empezar? Más adelante empezar a seguir a mi hija en Instagram. Con eso… Viste esas son cosas que después nos sacan los medios sin hacer nada”. Hace referencia a Matilda Salazar, su primogénita de tres años, que nació gracias a un vientre subrogado. “Sí, sí. Esa es la dirección correcta”, vuelve a asentir Martín Redrado en el registro del llamado telefónico que Intrusos hizo público esta tarde.
“Me gustaría que el compromiso de Ana, que nosotros le contamos lo que decidimos, para que ella sea testigo también de esto. Porque si vos mañana me cagás… me cambias toda la historia… Me quiero matar”, apunta Salazar en relación a la su abogada, la doctora Ana Roselfeld, como garantía de lo que pueda ocurrir entre ellos. “Obvio. No, no. Quiero hacerlo yo también”, le contesta el economista. Y Luli insiste: “No juegues conmigo con eso. Va a depender mucho de vos, Martín. La verdad que yo soy una mina “easy” en eso. Entonces, yo que te digo… Vamos de a poquito, haciendo las cosas prolijamente. Para que sea el cuentito lindo, para que lo entiendan. Lo que quiero es que… Le digamos a Ana a lo que llegamos para que ella esté al tanto”.
Entonces Martín Redrado contesta: “No. No sé. Por ahí ayude si es a redactar eso”. Y Luli sigue: “Entre nosotros sabemos cómo que empezamos una relación, aunque todavía no la publiquemos, pero para que sepa que tiene que haber un respeto entre nosotros”. “Obvio”, asiente Redrado. Y Salazar vuelve por más garantías. “Vos no vas a salir con alguien a comer, porque te reviento. Yo no salí”, apunta. “Obvio. No va a suceder eso”, contesta el ex presidente del Banco Central. “Si no, me estás jodiendo a mí. Ahora, después lo que vos quieras hacer conmigo en esta etapa… Y bueno, veamos cómo podemos hacer algo sin que nos vea nadie. Vos conoces más Miami”, se la escucha decir Luli en el último tramo de la charla que dio a conocer Intrusos.
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