Este martes por la tarde se supo que Victor Hugo Morales debió ser internado en el Sanatorio Los Arcos producto de una neumonía bilateral y una baja oxigenación, originadas por su cuadro de coronavirus. El periodista se despertó en la mañana del sábado sin olfato y por eso a la tarde le realizaron un hisopado cuyo resultado dio positivo. Había sido contacto estrecho de compañeros del programa de radio, que también comparten su trabajo en televisión.
En diálogo con Radio Mitre, su médico, el doctor Guillermo Capuya, habló al respecto. “Hoy decidimos hacerle una tomografía computada de tórax y se encontró neumonía bilateral y un descenso en la oxigenación, por eso se decidió internarlo en una clínica. Parecía ser un candidato a recibir plasma porque es un paciente que tiene la edad adecuada, así que se evaluará esa posibilidad. Él estaba bien, no es que pasó algo que lo descompensó, pero decidimos que se interne en forma preventiva”, señaló. Y agregó que “Víctor Hugo es un paciente sano, la realidad es que la enfermedad del Covid nunca se sabe como va a repercutir”.
Por su parte, Julián Capasso, productor del periodista, agradeció la preocupación de los medios y agregó: “Está bien clínicamente y muy bien de ánimo. Se va a quedar en una habitación individual, dónde remarca que lo atendieron ‘increíblemente’, para estar monitoreado. Le están administrando oxígeno para que el pulmón no sufra. Y esta noche misma lo tratan con plasma de manera precoz para prevenir alguna futura complicación”.
Ayer, el conductor de 73 años había decidido salir al aire en su programa La Mañana, por AM 750, mientras se encontraba aislado en su casa. “Qué gusto saludarlos, acompañarlos, con coronavirus. No sabía qué hacer con mi mañana, me siento muy bien y el deseo de participar de tantos temas. No me podía perder comentar que en el libro de Macri, se equivocaron con la fecha de la muerte de su padre, o no lo chequeó o lo escribió él y no sabe la fecha de fallecimiento de su papá. Muestra lo desopilante que puede ser la Argentina, Argentina que duele”, comenzó diciendo en su ciclo.
Luego se refirió a su cuadro: “Tengo coronavirus y tengo la sensación de que me ahogué en la orilla, hice todo el cruce del Río de la Plata, no sé nadar mucho, es metáfora y cuando llegué me ahogué. No llegué a la vacuna y vaya a saber en qué circunstancia pegué con el coronavirus. Es extraño porque uno va pensando que al final va a quedar inmune y pensé que quizás hay inmunidades con menos predisposición y yo me equivoqué”.
“Buena parte del año estuve encerrado pero cuando me abrí poco a poco y no pasaba nada creí que estaba entre los que tenían defensas especiales y después vino la expectativa de la vacuna y del dicho al hecho... cuidado, no nos vacunamos todavía. La cuestión es que tengo coronavirus, no sé si la voz está tomada, no tengo fiebre, el oxígeno es sangre está en 97, 96, pero en eso me manejo, están los indicadores bien, menos la pérdida de olfato”, contó.
En esa línea, reveló que olió alcohol y creyó haber podido sentido el olor, aunque no sabe si fue real o fue su memoria y destacó que sí tiene intacto el sentido del gusto. “Estaremos aquí desde donde siempre hacemos el programa, hay muchos temas”, dijo y habló del faltante mundial de vacunas.
El 7 de diciembre pasado, Víctor Hugo había sido internado por una arritmia, según el propio relator lo anunció al salir al aire -vía telefónica- en el programa que conduce en AM 750. En sus palabras, no pudo desligar las dificultades en su corazón con la reciente muerte de su querido amigo Diego Maradona. “No sé si son estas épocas maradonianas tan especiales... -comenzó diciendo el relator que bautizó al astro de la Selección Argentina con un genial Barrilete cósmico-. Tuve algún percance y ayer amanecí mareado. Y me han traído a una clínica, en donde estoy siendo cuidado en forma estupenda por dos enfermeras maravillosas”.
Tres días después, al ver que la medicación no hacía efecto, los médicos que lo asisten optaron por colocarle un marcapasos. La operación se efectuó con anestesia local: el periodista fue sedado para que estuviera tranquilo a lo largo de una intervención que no suele extenderse por más de 45 minutos. Al concluir, le practicaron una radiografía de tórax, una ecografía y un ecocardiograma. Luego fue trasladado de regreso a su habitación.
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