En agosto de 2020, Sebastián Estevanez sufrió un terrible accidente doméstico que le dejó severas lesiones en la piel. “Me explotó un bidón de alcohol en la mano. Fue todo muy rápido, enseguida que explotó se me prendió fuego la cara, y también el cuello”, señaló el actor a Teleshow en aquel entonces. El episodio ocurrió mientras intentaba prender una gran fogata, pese a que la leña que estaba utilizando estaba húmeda. Al ver que no podía lograrlo, busco una alternativa que le facilitara generar fuego. “Como no agarraba, me mandé la cagada de usar alcohol...”, manifestó.
Ya recuperado, este martes el hijo de Quique Estevanez decidió relatar detalladamente lo sucedido en Intrusos y mostrar impactantes imágenes de su rostro quemado, para concientizar a aquellos que suelen realizar esta práctica en la parrilla y que no vuelva a sucederle a ninguna persona.
“Fue durísimo, mucho dolor, pero ya por suerte recuperado. Estoy contento que no le pasó nada ni a los chicos ni a Ivana, dentro de todo la saqué barata. Tenía en carne viva toda la cara, la mano, la oreja, el cuello, un desastre. Pensé que me moría, porque la quemadura no es que te duele solamente en el momento, te duele durante dos meses. Estuve con antibióticos, analgésicos, un desastre”, comenzó diciendo. Y precisó: “Fue a las ocho de la noche de un sábado, estaba haciendo un fueguito con quebracho que estaba medio húmedo, no lograba prenderlo y tenía un bidoncito de alcohol por la mitad, y pensé que no tenía llama y cuando le tiré un poquito, me explotó el bidón en la mano y me vino todo en la cara. Me podría haber quedado ciego, o incluso haber muerto”.
En ese contexto, el actor agradeció haber sido el único herido. “Por suerte mi familia estaba arriba, cuando escucharon porque fue como una bomba, bajaron. Me fui al baño y me empecé a poner crema en la cara. Se empezaba a incendiar el living y ellos agarraron una manguera para pararlo. Cuando me vieron casi se desmayan, era un monstruo”, expresó.
El proceso de recuperación fue largo, pero exitoso. Un cirujano amigo de él se enteró de lo sucedido y lo asistió inmediatamente, justo después de que llegara la ambulancia a su domicilio. “Primero me dieron algo para calmar el dolor”, señaló. Y agregó: “Quería tratar de curarme en mi casa para no ir a un hospital en plena pandemia, Ivana fue mi enfermera. No podía dormir, me dieron un tranquilizante para dormir un poco, pero era incómodo. La mano fue lo peor”. En ese sentido, recomendó ante este tipo de accidentes tener a mano agua fría y crema para las quemaduras.
Y finalizó: “Cuando hice el posteo, ya había pasado un montón de tiempo, en ese momento pensé que estaba perfecto, pero estaba hecho mierda. Lo primero que pensé es ¿por qué me pasa esto? Me enojé con Dios. Pero después empecé a agradecer al toque porque no les pasó nada a los chicos ni a Ivana. Me mandé una cagada y la pagué. Encima yo no sabía cómo iba a quedar, no sabía lo que era una quemadura. Mi idea de publicarlo en Instagram era para advertir que tengan cuidado, todo el mundo usa alcohol para prender el fuego y quería concientizar porque no es joda”.
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