En medio de un nuevo rebrote de coronavirus en la región, este fin de semana el hijo de Mónica Gonzaga estuvo en el centro de la polémica al organizar una reunión en su casa de Sauce de Portezuelo, en Uruguay, en la que se convocaron más personas de las permitidas por los protocolos santuarios. Incluso, algunos medios indican que fueron más de 500. “Inspectores municipales del área de Gestión Ambiental de la Intendencia de Maldonado y efectivos de la Policía Nacional de Uruguay, intervinieron para disolver una mega fiesta no autorizada, contraviniendo todas las medidas sanitarias de combate al Covid-19”, informaron varios medios locales. A raíz de este hecho, Adriano Sessa sería expulsado del país vecino y, por este motivo, decidió dialogar con Intrusos, por América.
“Tengo un grupo de amigos con el que nos organizamos, porque era el cumpleaños de uno, para realizar una reunión acá en mi casa. Hablando en persona con ellos les dije: ‘Sí, hagámosla, inviten algunos grupos de amigas y vénganse y lo festejamos acá, pongamos equipos de música, pero hagamos una reunión que sea acorde, tampoco cualquier cosa’”, comenzó diciendo. Y luego agregó: “Pero esto fue una reunión, desmiento categóricamente que se cobró cualquier tipo de entrada. Acá no se cobró entrada a nadie, acá no se vendía alcohol a nadie. Esto no era una fiesta organizada clandestina sino que fue una reunión en la que se pasó la ubicación del lugar y bueno, terminó cayendo gente por cualquier lado”.
Enseguida, el hijo de Gonzaga continuó: “Me empezaron a llegar mensajes de vecinos que se estaban forzando portones, violando propiedades privadas. En el vecindario me conocen y me pidieron ir a verificar si estaban robando, entonces le pedí a los amigos que organizaron conmigo que saquen a la gente de acá y llamen a la policía. Y yo me fui a las casas de los vecinos a echar a la gente que se estaba mandando y destruyendo la casa de otros, que es lo que más me preocupaba. Se viralizó la ubicación de mi casa”.
Sin embargo, Adriano también se mostró consiente de la gravedad de la situación. “Tengo dos disculpas para hacer, la más grande es a Uruguay. Entiendo en lo que me metí y me voy a hacer cargo de absolutamente de todo. El gran culpable soy yo, porque lo permití, se me fue de las manos y lo controlé como pude. Y le pido disculpas a mi madre, que no tiene nada que ver y la metí en esto”.
Por otro lado, el joven fue consultado por el rumor que circuló sobre que el gobierno uruguayo le quitaría la residencia temporaria. “Me presenté antes las dos intendencias y me dijeron que se me iba a citar. De todo lo que se ha escuchado, nada es oficial”, aclaró. Sin embargo, según confirmó el diario El País, la decisión de expulsarlo del país ya habría sido tomada.
La ex modelo, por su parte, dio su visión de lo que sucededió con la reunión que organizó su hijo. “Estoy compungida porque esto se hizo en un momento en que no es broma. Tengo amigos míos que se han muerto. Entonces, que esto pase acá, realmente, me hace mal. Fueran 100, 50 o 500 personas, está mal igual, más en un país que me recibe con los brazos abiertos”, señaló. Y Sessa finalizó: “Entiendo el enojo de la gente, yo como persona quiero hacerme cargo y afrontar las consecuencias, sin meter a mi madre, que me crió sola y me salvó la vida, No tiene nada que ver mi vieja”.
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