Diego de la Vega, interpretado por Guy Williams, era el protagonista absoluto de El Zorro. Sin embargo, aquella ficción que se emitió entre 1957 y 1961 y que se sigue replicando al día de hoy, tuvo una particularidad que no se da a menudo: casi todos los personajes secundarios que conformaron el elenco dejaron un buen recuerdo a la par de la estrella, el misterioso hombre enmascarado.
En un rápido repaso mental aparece Bernardo, el asistente mudo de Diego. Y en la vereda de enfrente, entre los enemigos del héroe, el sargento García. Y si hablamos de laderos, el cabo Reyes, el fiel compañero de García: formaron una de las duplas más desopilantes del ejército, que desde el primer capítulo hasta el último intentó atrapar a El Zorro, sin jamás lograrlo (nobleza obliga: perdón por el spoiler...).
Reyes, a cargo del actor Don Diamond, era un soldado torpe del cual todos se aprovechaban. Siempre evidenció sus pocas ganas de desempeñarse en el cargo. Cuando llegó a Monterrey, en el capítulo ocho (antes fue el soldado Ibarra y no tenía su clásico bigote), le repetía a García, con su tono desganado: “Sargento, vámonos para Los Ángeles...”. Su latiguillo tenía que ver con que las responsabilidades eran muchas y la paga no era la mejor.
Más allá de que nunca le dieron el gusto de mudarse a la ciudad que tanto quería, siempre le fue fiel a su superior. El sargento y el cabo, el gordo y el flaco: los personajes siempre fueron de la mano, y a García y Reyes se los recuerda como tal.
Detrás del personaje
Don Diamond nació el 4 de junio de 1921 en Brooklyn, Nueva York. Gran parte de lo que mostró en pantalla, en El Zorro, lo aprendió lejos de los escenarios y escuelas de actuación, más allá de que tuvo formación académica. De origen ruso, su padre llegó a los Estados Unidos antes de la Primera Guerra Mundial, de la cual participó. Al igual que su papá, en 1942 un joven Diamond se alistó en el Cuerpo Aéreo del Ejército norteamericano para combatir en la Segunda Guerra Mundial.
Formó parte del batallón que estuvo estacionado en Nuevo México, con el cargo de teniente primero. No le permitieron ir a la zona de mayor exposición porque tenía miopía y lo declararon incapaz para combatir. Gracias a eso llevó una tarea de menor responsabilidad: integró el sector de estratégica. En ese lugar, por ejemplo, se llevó a cabo el desarrollo de la bomba atómica.
Allí, Diamond comenzó a hablar y a perfeccionar su español de la mano de los americanos nativos y de los mexicanos. De tanto escuchar hablar a los residentes, fue aprendiendo el dialecto de oído. Para esa altura, en su cabeza ya rondaba la posibilidad de convertirse en actor y sabía que aprender el idioma le serviría de mucho.
Al regreso del conflicto bélico se metió de lleno en su pasión por el arte de interpretar. Por su fisic du rol y gracias a la facilidad para hablar castellano, la mayoría de los papeles que llevó adelante fue interpretando a mexicanos. Así llegó a El Zorro, sumando además su pericia en el manejo de las armas y el desenvolvimiento característico de un soldado.
En su paso por la milicia, lejos de concentrarse en una tarea que no apreciaba sino que le había llegado por mandato, Diamond fue recolectando información que le sirvió para su futuro en los escenarios. Al igual que al cabo Reyes, a él tampoco le gustaba demasiado tener puesta la ropa de soldado. Y sus ex compañeros lo recordarían como un hombre bonachón, al que no le gustaba involucrarse en conflictos.
Su historia
Antes de alistarse en el Ejército, se graduó con el grado de bachiller en la Universidad de Michigan. Años más tarde comenzó a actuar en radio, en su propio programa, que realizó gracias al dinero que ganó como militar. Por entones el radioteatro estaba en su máximo esplendor y a Diamond le fascinaba. Allí también hablaba mucho en español.
Su mayor reconocimiento empezó a darse en 1951 cuando lo convocaron para Las aventuras de Kit Carson, una exitosa serie que se emitió durante cinco temporadas en la televisión norteamericana. En la trama le dio vida a El Toro, uno de sus personajes más entrañables.
Desde sus inicios hasta el final de sus días trabajando como actor, le dedicó su vida a la pantalla chica en comedias como MacGyver, Our House, L.A Law, Dinasty y Borderline, entre otras. Fue parte de más de 100 proyectos. También incursionó en el cine. Y entre sus labores poco conocidas, en varias oportunidades le puso su voz a dibujos animados.
Casi siempre fue actor segundario, nunca tuvo la posibilidad de protagonizar proyectos. Sin embargo, y más allá del lugar que ocupó en los escenarios, es un actor tan querido como recordado. Lo que generó en los países en los que se emitió El Zorro lo llevó a que tenga una gran colonia de fanáticos desperdigados por varios puntos del globo terráqueo.
En cuanto a su vida privada, se casó con Louisa. ¿A qué se dedicaba? Tratándose del bueno de Don Diamond, la respuesta es casi obvia: profesora de español. Con ella tuvo una hija, Roxanne. Más tarde, dos nietos, y dos bisnietos. Siempre trató de mantener su vida familiar al margen de la fama.
En 1987 decidió dar un paso al costado y retirarse de la actuación. Se dedicó a viajar y a estar con los suyos. El 4 de junio de 2011 cumplió 90 años y días más tarde de haber estado reunido con sus seres queridos, murió, debido a una insuficiencia cardíaca. Ocurrió el 19 de junio de ese año en una ambulancia, camino al hospital.
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