Son días de muchas emociones y profundos cambios los que vive Juana Repetto. En su activa cuenta de Instagram, en la que tiene un millón y medio de seguidores, la actriz suele compartir a diario cuestiones personales bien profundas. Entre la reflexión, la diversión y la opinión, la hija de Reina Reech y Nicolás Repetto mantiene un diálogo fluido con sus seguidores y en esta oportunidad, escribió una larga carta sobre los convulsionados últimos meses.
Bajo el título “Reporte personal”, y con fotos, de frente y perfil de su panza, la actriz resumió un período intenso que incluyó el casamiento con Sebastián Graviotto, el consecuente ensamble familiar, la mudanza con el stress que eso implica, la crianza y la vuelta a las clases de su hijo Toribio, y la dulce espera por Belisario, el hijo que espera con su flamante marido.
La actriz comenzó su relato con una impresión desde lo más profundo de su ser. “Este embarazo se me hizo mucho más difícil. Me agarró después de varios años de verme y sentirme muy bien con mi imagen, lo que generó que me costara mucho más aceptar los cambios en mi cuerpo. Cambios que hoy abrazo, ¡por suerte!, pero me generaron momentos de enojo y angustia”, señaló, lejos de mostrarse arrepentida.
También tuvo unas palabras para Toribio, su hijo de cuatro años que nació por un tratamiento de inseminación artificial, a quien le dedicó especial atención para que viva a pleno sus últimos momentos de hijo único. “Probablemente me exigí de más, lo que me generó agotamiento, menor paciencia y eso con un niño no lleva a buen puerto, menos aún con un mini terremoto como el mío”, reconoció. “De todos modos sé que ha gozado y recordará con mucha alegría esos meses que con tanto amor planifique para él”, agregó.
En relación a la pandemia, la actriz lamentó no haber podido dar con un espacio propio de soledad y reflexión para preparase para el nacimiento de su segundo hijo. “No pude encontrar una tribu, lo cual en mi embarazo anterior lo fue TODO: contención, mujeres en la misma situación que una, viviendo cosas que quizá siquiera otra mujer aún que las haya pasado en otro momento pueda empatizar con ellas”. Además, recordó las dificultades que vivieron al mudarse en este contexto, algo que ya había expresado en sus redes, a lo que se sumó buscarle un nuevo jardín de infantes para su hijo. “Vida nueva para todos”, resumió.
A mediados de noviembre, la actriz se casó con el ex Gran Hermano Sebastián Graviotto, con una ceremonia íntima junto a familiares y amigos, y en este repaso catártico ocupó un lugar importante “Algo nuevo para mí, alguien con quien compartir decisiones, con quien congeniar, con quien ponerse de acuerdo. Cosa que no me es fácil generalmente y menos aún con el level hormonal que manejo”, reconoció la ex Bailando por un sueño. “Pensar en compartir a mi bebé (sí, les juro. En el inconsciente me pesa) y situaciones de pareja en medio de todos estos cambios que podrán imaginar“, agregó la actriz, que reconoció que no es “nada fácil” encontrarle la vuelta al ensamble familiar. Cabe recordar que Sebastián tiene una hija de una relación anterior.
Para finalizar, Juana aseguró que con su reflexión buscó empatizar con aquellas personas que sufren la vida propia mientras ven que las redes sociales pintan otra demasiado color de rosa y lejos del alcance de la mano del común de la gente: “No creo que esa ‘realidad’ exista, al menos no es mi caso. Pero hace días que siento cierta paz”, cerró.
Entre los múltiples saludos de felicitación y reconocimiento se destacó el de su madre, Reina Reech. “Te amo siempre, en cada momento, en cada estado. Cuando viene un segundo hijo la capacidad de amar crece, ese amor incondicional que creímos único por el primero, se duplica mágicamente”, señaló con la voz de la experiencia. “La familia que formaron es hermosa, todos los Graviotto son lo más. Me siento muy orgullosa de la increíble mujer que sos. Te admiro profundamente”, finalizó la coreógrafa con emoción de madre.
Al ver las repercusiones por su posteo, que superó los dos mil comentarios, Juana se mostró conmovida y compartió una historia a modo de agradecimiento. “Como suelo visibilizar tanta mierda y maldad en mujeres, también vale decir que me emociona y hace muy bien leerlas siendo empáticas, compartiendo sus experiencias y haciendo todo un poco más liviano. Pues no ser ‘la única’ nos hace sentir cierto alivio”, remarcó.
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