El periodista Víctor Hugo Morales tiene coronavirus. Con 73 años, el relator de C5N y de La 750 AM estaba aislado hace unos días por ser contacto estrecho de compañeros del programa de radio, que también comparten su trabajo en televisión. Según confirmaron fuentes de la señal, esta mañana el uruguayo se despertó sin olfato y por eso a la tarde lo hisoparon.
El 7 de diciembre pasado, Víctor Hugo había sido internado por una arritmia, según el propio relator lo anunció al salir al aire -vía telefónica- en el programa que conduce en AM 750. En sus palabras, no pudo desligar las dificultades en su corazón con la reciente muerte de su querido amigo Diego Maradona. “No sé si son estas épocas maradonianas tan especiales... -comenzó diciendo el relator que bautizó al astro de la Selección Argentina con un genial Barrilete cósmico-. Tuve algún percance y ayer amanecí mareado. Y me han traído a una clínica, en donde estoy siendo cuidado en forma estupenda por dos enfermeras maravillosas”.
Tres días después, al ver que la medicación no hacía efecto, los médicos que lo asisten optaron por colocarle un marcapasos. La operación se efectuó con anestesia local: el periodista fue sedado para que estuviera tranquilo a lo largo de una intervención que no suele extenderse por más de 45 minutos. Al concluir, le practicaron una radiografía de tórax, una ecografía y un ecocardiograma. Luego fue trasladado de regreso a su habitación.
Una vez recuperado, el periodista volvió a utilizar los micrófonos de su programa para dirigirse a sus oyentes y contarle cómo había transitado los últimos días. “Estuve cuatro o cinco segundos con el corazón parado”, reconoció el uruguayo y dio precisiones sobre la intervención quirúrgica. “Es una moneda de dos milímetros de alto por tres centímetros de diámetro, levantan una ventana en el pecho cerca del hombro y colocan la moneda que tiene un cable que va por las venas al corazón y eso se convierte en un árbitro de lo que sucede en el corazón”, explicó apelando a una metáfora futbolera: “Si pasa algo y lo corrige. Pensaba, es como un equipo que se tiene para dar luz cuando la luz se apaga, un grupo electrógeno. Con mi arritmia pasa algo parecido”, agregó.
“Zafé”, dijo pero admitió: “Quedan las posibilidades a ciertas edades de otras cosas y nadie se compra la vida”. Aún así se mostró positivo: “Fue una experiencia maravillosa, todo en la vida es un aprendizaje. Lo que vale es el amor de la gente, respetarlos y quererlos como en cada acción que ejecutamos periodísticamente”.
El periodista dio precisiones de las secuelas de la operación: “Tengo moretones en el cuerpo y electrodos por todos lados, soy un mapa, hasta que ahora me quiten todo porque hoy volvería a mi casa. Vendrán los médicos para la revisión y para decirme qué tengo que hacer con mi vida que no cambia demasiado pese a que uno tenga un intruso en su cuerpo, que sería el marcapasos”.
“Todo fue muy dulce, ustedes (los oyentes) lo hicieron de esa manera. Hay amigos en muchas áreas y eso hizo que yo recibiera tanto apoyo y energía. No puedo nombrarlos porque la lista es interminable pero muchas gracias a todos”, dijo, antes de agradecer al personal médico: “Las enfermeras, unas divinas, cuántas veces tuvo uno una situación en la cual la enfermera es nuestra hada, son una maravilla”, cerró.
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