“La felicidad”, “Corazón contento”, “Un muchacho como yo”, “Despeinada”, “La sonrisa de mamá” y la lista podría seguir. Cualquiera podría armar de inmediato un grandes éxitos con el repertorio imbatible de Ramón “Palito” Ortega, uno de los artistas populares más importantes de nuestro país. Y esos temas, que lo acompañaron en su vida y animaron la de varias generaciones de fanáticos en todo Latinoamérica, empiezan a prepararse para una gran gira de despedida.
Unos pocos días después de cumplir sus ochenta años, el cantautor anunció su retiro de los escenarios y eligió a su gran amigo Juan Alberto Mateyko como puente entre su decisión y su público. “Estás preparándote en un proyecto de recorrer el país y el mundo a título de despedida. ¿Es así?”, preguntó el animador en La movida de la noche, su programa de Radio Mitre Córdoba. “Sí, yo quiero despedirme de la gente, fueron muchos años. Tengo como ese sentimiento de gratitud, me dieron mucho, mucho más de lo que soñé inclusive en algún momento”, reconoció el artista tucumano, que recordó cómo la vida lo sorprendió a cada uno de sus pasos: “Yo hablaba de soñar y siempre lo dije, me quedaba corto, tomando como referencia el punto de partida de mi vida, la historia de mi vida”, continuó.
En la intimidad de una conversación de amigos, Palito siguió dando algunas precisiones del proyecto y anticipó que por detrás de cualquier idea está la gratitud al público, que lo viene acompañando durante seis décadas: “Evidentemente, todo lo que alcancé fue gracias a la gente y me parece que, nobleza obliga, uno tiene que pararse ahí y decirle: ‘Muchas gracias’”, reconoció.
De acuerdo a lo charlado con el Muñeco, el plan original del cantautor era llevar su espectáculo por los escenarios de todo el país. Sin embargo, a medida que le iba dando forma surgió la posibilidad de llevarlo a otros lugares. Cuando las restricciones de la pandemia lo permitan, la idea es presentar el espectáculo en Los Ángeles y en algunos países de América Latina, como México, Chile y Colombia.
“¿Qué pasó en tu corazón cuando sonó la palabra ‘despedida’?”, preguntó Juan Alberto y Palito eligió el futuro por encima de la nostalgia. “Uno no puede negar que siente algo muy particular pero, sin egoísmo, yo soy un fanático de los cantantes nuevos y siempre estoy tratando aportar o ayudar”, señaló el autor de “La felicidad”, que avizora buenas perspectivas en el plano musical: “Es así el curso de la vida. Hay una generación de muy buenos artistas nuevos”, agregó.
Durante la charla, el tucumano reconoció que una de sus grades satisfacciones “fue viajar por el mundo cantando sus canciones”. Pero también,supo apreciar cuando eran las canciones las que viajaban en las voces de otros: “”muchas de las canciones se difundieron a través de otros intérpretes”. A prepararse entonces, para el último viaje del
Antes de ser Palito, Ramón Bautista Ortega Saavedra llegó a los 14 años llegó a Buenos Aires de su Tucumán natal dispuesto a cumplir sus sueños de artista. La música fue el motor y Elvis Presley, el Rey del Rock and Roll, el modelo a seguir. El ingreso a la trouppe de El club del clan y su vida dio un vuelco para siempre. Desde entonces, su trabajo de músico se fue mezclando con el de actor y sus películas musicales fueron un éxito en toda América. A lo largo de su carrera, Palito Ortega grabó más de 40 discos y vendió casi treinta millones de copias. Cantó rock and roll, boleros y melódico y con “La felicidad” rompió las barreras del idioma.
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