En 2017, se supo que el baterista Martín Carrizo -quien supo acompañar al Indio Solari y a Gustavo Cerati, entre otros proyectos musicales- sufría de esclerosis lateral amiotrófica (ELA): una enfermedad degenerativa de tipo neuromuscular que se origina cuando las células del sistema nervioso, llamadas motoneuronas, disminuyen gradualmente su funcionamiento y mueren, lo que provoca una parálisis muscular progresiva. Por ese motivo, a finales de 2019 viajó a Miami con su hermana, la conductora Cecilia Caramelito Carrizo, para iniciar un tratamiento experimental, con inyecciones, que le permitiría llevar una vida normal. Sin embargo, hace unos días el músico escribió una carta en su Instagram avisando que iba a dejarlo de lado: “Ya no voy a poder volver a Estados Unidos, es imposible poder pagarlo”, dijo el músico.
Este sábado, Caramelito habló sobre la decisión que tomó Martín. “La enfermedad es muy cruel, muy progresiva, muy difícil de sobrellevar. El recibió tanta ayuda, de tanta gente, tan amorosa, tan generosa que no solamente se llenó de ganas de ayudar, sino que yo sentía, mientras transmitía lo que nos estaba pasando, cómo es que se mimetizaba la gente en relación a la esperanza por nosotros. No es que ‘te ayudo porque te quiero, sino que mientras te ayudo siento la misma esperanza que vos’. Fue muy conmovedor”, le contó a Catalina Dlugi en el programa radial Agarrate Catalina (La Once Diez).
“La verdad es que el resultado del tratamiento no fue el esperado. Martín estuvo un año haciendo el tratamiento, un año completo. Y es realmente muy difícil de solventarlo económicamente, es muy, muy caro. Y para nosotros, realmente, hubiera sido y sigue siendo imposible sostener esa realidad económica. Cuando él llegó a Estados Unidos, su enfermedad ya era demasiado avanzada. La verdad es que no te puedo decir exactamente cuál es la razón por la cuál se dio el resultado que obtuvimos. Porque es todo tan desconocido en esta enfermedad”, agregó la conductora.
“Cuando él dice que no vuelve, es cierto que sería imposible hoy pensar en seguir pagándolo. Pero también hay una decisión y hay un camino recorrido. Estuvo un año sacrificándose, en el sentido de que le puso el cuerpo un año entero a un tratamiento que era muy duro. Más allá de lo que el tratamiento en sí podía generarle a él, se esperaba también, por supuesto, un resultado que en definitiva, no llegó. Aunque él manifiesta haber sentido cierta mejoría en cuanto a lo que tiene que ver con su energía, si se quiere... él lo describe como energía, porque más allá de la cuestión muscular y puntual que pone de manifiesto esta enfermedad, también lo acompaña una sensación constante de mucho, excesivo cansancio y falta de energía”, dijo Caramelito, profundizando en el sentido de la decisión de Martín.
Carrizo decidió embarcarse en ese tratamiento después de haber sido aconsejado por una persona que estaba transitando lo mismo. Pero las cosas no son tan matemáticas, tal como lo explicó Caramelito: “No pasó del mismo modo. Los síntomas de la enfermedad, en Martín, eran muy severos. Por lo tanto, no te puedo decir si tiene que ver con esa ecuación. Es imposible saberlo porque el tiempo del progreso de la enfermedad versus el posible avance que puede tener un tratamiento alternativo o experimental en el cuerpo de un paciente o en el de otro, o en el de otro, es distinto. No solo se plantea el avance de la enfermedad, que también es diferente en un paciente con respecto al otro. Las variables que existen son tantas y existen todas a la vez”, explicó la conductora.
Asimismo, Caramelito recordó cómo fueron los primeros momentos que atravesó Martín con su diagnóstico en la mano: “Es una enfermedad que el mundo entero desconoce hacia donde ir. Y el protocolo de la medicina tradicional existe, pero de ninguna manera hablan de cura, sino todo lo contrario. Cuando te dan el diagnóstico te dicen que no hay cura y te hablan de cuanto tiempo de vida te queda, literal. Y ni siquiera la calidad, porque en el caso de Martín, puntualmente, yo te puedo decir que cuando él atraviesa esos primeros meses luego de que haya sido diagnosticado y comienza a rajatabla con el tratamiento que le propuso la medicina tradicional, él sentía que, lejos de mejorar, empeoraba”.
“Hay que tomar en cuenta de que cada paciente es casi un caso particular. Martín tiene una fuerza y un espíritu tremendo en el sentido de que fue allá, estuvo un año, se sacrificó un año entero porque no solo es una cuestión física, sino también en alejarse de sus hijos, extrañarlos. Y sin embargo, él capitaliza ese tiempo, se da cuenta de que acá no hay nada concreto para hacer pero sí hay varias cosas vinculadas con eso. Está buscando otras alternativas. Si bien, no hay nada en el mundo que hable de cómo hacerlo, sí te puedo asegurar que hay cantidad de personas que atraviesan por lo mismo, que manifiestan: ‘A mí tal o cuál cosa me hizo mejorar’. Hay mucho vinculado con la calidad de vida que tiene que ver con lo espiritual y lo emocional. Y muchos hablan de lo bien que hace cambiar un poco el ritmo de la vida”, dijo Caramelito respecto al futuro inmediato de su hermano.
Por último, contó desde que lado acompaña a su hermano en busca de una mejoría: “Lo que hago es lo que hice desde el primer momento y lo voy a seguir haciendo: acompañar a mi hermano en todo, ayudarlo en todo lo que esté a mi alcance. Mi ayuda consiste es respetar sus decisiones, sus libertades, respetar su dignidad, que lamentablemente la enfermedad la puso en juego”, cerró.
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