Es la disputa contra el tiempo. El ganado y el perdido. Y en este caso en particular, se trata de meses. Los que la Coca Calabró -viuda del inolvidable Juan Carlos Calabró- lleva cumpliendo con el confinamiento en su departamento vecino al Jardín Japonés, en Palermo. Para ser más precisos, 12 meses. Porque este sábado se cumplirá un año desde que el presidente Alberto Fernández decretó la primera cuarentena obligatoria para evitar la propagación del coronavirus.
En el primer tramo de su aislamiento, la vacuna era una esperanza y había que ser pacientes. En el último tramo, en cambio, ya era una realidad. Es por eso que su hija mayor, Iliana Calabró, la anotó en enero para recibir las dosis de la vacuna Sputnik V, que en Ciudad de Buenos Aires está siendo aplicada a mayores de 80 años (Coca tiene 81). “Me dijeron que (mi mamá) entraba en la segunda etapa, y eso medio que nos frustró”, le cuenta ahora la actriz a Teleshow.
Cuando el tiempo parecía dilatarse, sin ninguna novedad sobre la vacunación, Iliana optó por la cautela y el consuelo. “Mirá, mami -le dijo a la Coca-, aunque supongo que te lo van a mandar por mail, por las dudas tenete todo listo para escribir y tomar nota”. Al fin, el domingo llegó el llamado tan deseado: la mamá de Marina Calabró iba a ser inoculada en el Centro Islámico, ubicado en Bullrich y Avenida del Libertador, Palermo. Eso mismo ocurrió este martes 17.
“¡Estoy recontenta! -confiesa Iliana-. Mi mamá estaba muy ansiosa... ‘¡Ay, hija, ahora voy a poder ir a verte al estreno!’, me dijo, porque ella extraña mucho las salidas del teatro”. Curiosamente, la semana pasada se vacunó en ese mismo centro una amiga de los Calabró, compañera entrañable de reuniones sociales que ocurrían hasta no hace mucho tiempo: Mirtha Legrand.
La Coca recibirá la segunda dosis en abril. “Ella está muy contenta y nosotros muy aliviados -completa la ex Masterchef Celebrity 1- porque ya a esta altura, después de un año encerrados, cuesta bastante contener a las personas grandes: hay que estar muy atrás, hay que cuidarlos mucho, observarlos en sus acciones. Por ahora seguimos cuidándola, pero ya con cierto alivio en función de haber recibido su primera vacuna. Así que... ¡¡felices!!”.
El 27 de junio de 2020, cuando la cuarentena todavía transitaba por su etapa más estricta, la Coca -Aída Elena Picardi su verdadero nombre- sufrió un accidente doméstico. “Se enganchó el camisón con un perchero de acrílico que tiene en su cuarto, perdió la estabilidad, se cayó y se fracturó la cadera. Estaba con la persona que la asiste, Roxana. Ella se comunicó con Iliana, que vive a media cuadra, y llamó a la ambulancia para trasladarla a la clínica”, explicó por entonces Marina. Tres días más tarde fue operada en el sanatorio Bazterrica. En aquellos días recibió el llamado de una Mirtha preocupada por la salud de su amiga. La recuperación sería favorable. Y pronto recibiría el alta.
En estas horas Betiana Blum fue otras de las famosas en recibir la vacuna contra el COVID-19 en la Mezquita Rey Fahd. “Una vez que llegué al lugar fue impresionante la organización y el trato. Desde que llegás y buscan tu nombre, seguís caminando y te van guiando. Esperás sentado y te llaman por tu nombre; había gente pero es rápido -le contó a Teleshow la actriz de Esperando la carroza, entre tantos otros éxitos-. El pinchazo fue una pavada. Después hay que quedarse un momento para ver sui había reacción, pero no tuve nada”. Y concluyó: “La vacuna te levanta la energía, una sorpresa”.
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