En el mes de enero, bajo un cielo celeste y con la playa de Mar del Plata, Daniel “La Tota” Santillán reapareció en un móvil televisivo. Lo hizo en Fantino a la tarde luego de unos años en los que su nombre estuvo más vinculado a los escándalos y a la sección de policiales más que al mundo del espectáculo.
El histórico presentador de Pasión de Sábado y recordado por su labor con el ídolo cuartetero Rodrigo Bueno, había sido detenido en julio de 2017 en Vicente López luego de robar mercadería de un bazar. Por este motivo, fue internado durante un mes en una clínica neuropsiquiatra durante un mes y medio. En abril de 2018, volvió a ser noticia cuando, después de unos días de mostrarse con un comportamiento errático, fue encontrado en Mar del Plata y debió ser internado internado de urgencia.
Unos meses después de aquella reaparición, Santillán volvió a dar una entrevista televisiva. En esta oportunidad habló con Tomás Dente en el estudio de Vino por vos, el ciclo de charlas que el ex Nosotros a la mañana tiene en Canal KZO. Siempre en un clima intimista, de luces tenues y palabras cuidadas, el periodista indagó en un momento de la charla por los momentos más duros que había pasado durante la internación.
“Te encontraste cara a cara con la muerte?”, preguntó el conductor y la respuesta fue directa: “Con la muerte me encontré un montón de veces. Muchas veces. Muchas veces”, respondió, repitió y volvió a repetir Santillán, para darle más fuerza a sus palabras. Siempre en un tono pausado, el ex conductor de Pasión de Sábado recordó puntualmente un hecho ocurrido durante una de sus internaciones. “Según una enfermera, yo me quería tirar del tercer piso si no veía a mis hijas”, reveló con crudeza, y también reconoció que él no recordaba la situación y que le pidió al personal de la clínica que lo guardara en secreto.
Durante la entrevista, Santillán contó más detalles de aquellos días, en los que su percepción del tiempo y de la realidad estaba distorsionada. “Por un momento decís, ‘che, voy a dejar de tomar la medicación porque pensás que estás bien’, y no sos vos el que lo dice. Aparte, es mentira”, recordó el animador, que destacó la importancia de no dejarse llevar por las malas compañías. “Cuando te agarra un brote psicótico, vos tenés que hacerle caso a los doctores e ir paso a paso. Le tenés que hacer caso a tus hijos, no pensar que son jodidos, sino darte cuenta de que te están cuidando”, señaló en referencia a Leandro y Daniela, sus hijos mayores.
Durante la temporada en La Feliz, Santillán encabezó el varieté cómico musical Rejuntados, con un perfil totalmente alejado a la alta exposición que vivió en su época dorada como presentador de la movida tropical. Sin embargo, asumió esta nueva etapa con tranquilidad. “Lo bueno es que termino de trabajar, me voy a mi departamento, me siento con mi familia y con mis amigos, que son pocos. Cuando hay mucha plata, hay mucha joda y son todos amigos, en las malas los amigos del campeón se fueron alejando y sólo quedaron algunos”, reconoció Santillán. “Les agradezco de todo corazón que me acompañen. Si los poderosos se olvidan es problema de ellos, yo sigo siendo el mismo”, agregó
En aquella nota con Fantino a la tarde, también se refirió a la dificultad para ver Camila y Mía, las hijas que tuvo con Sol Fiasche. “Le pedí a la mamá, pero no me deja hablar con las nenas ¿Sabés en esta pandemia cuánto estuve con mi hija mas chiquita? Una videollamada de tres minutos y fui muy feliz”, señaló Santillán con tristeza, pero con esperanza. “Ya va a estar la oportunidad, los hijos saben de la mamá, saben del papá... ojalá me estén escuchando ahora”, concluyó con la voz quebrada.
Previamente, durante los primeros meses de la cuarentena obligatoria, el animador había dado un vuelco en su trabajo. Con la industria del espectáculo totalmente parada, no lo dudó y empezó a buscar vías alternativas como vendedor ambulante para generar ingresos junto a gente de su confianza: “Comenzamos a hacer tapabocas y barbijos, hicimos un montón. También nos dedicamos a vender guantes, insumos de la sanidad y alimentos no perecederos”, reconoció.
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