En los últimos días, Florencia Peña realizó una campaña fotográfica para visibilizar y generar conciencia sobre la violencia de género. La actriz fue tapa de la revista Gente con una impactante imagen en la que aparecía con el rostro cubierto de los nombres de las mujeres que fueron víctimas de femicidio en lo que va del año, bajo el título “Ni una más”.
Sin embargo y pese al mensaje, Peña recibió muchas críticas. “Siento que una figura como la mía interpela mucho al feminismo, lo bueno y lo malo. Hay una idea prefijada de cómo debería ser una mujer feminista. Y no tiene nada que ver con la imagen que doy yo. Creo que ahí hay una ruptura”, dijo Peña. Y agregó: “El debate está en que no es Inés Estévez la que lo hace, sino Florencia Peña”.
En ese sentido, este viernes Inés Estévez dio una entrevista y se refirió al tema: “Escuché algo pero no vi la revista. Creo que estamos todos bastante aturdidos y un poco abrumados; estamos en un momento de una gran transición a nivel mundial, de una gran conciencia en torno a una visibilización de todo lo que está vinculado con la atroz falta de derechos a la que estamos sometidas las mujeres. A partir de ahí, las voces se alzan de manera encontrada, ¿no? Gente que apoya, gente que está en contra, gente que quiere más de eso, gente que no está del todo de acuerdo con él camino que decidiste tomar para visibilizar, gente enojada, gente eufórica”, dijo en Mientras Tanto (FM 89.5) envío radial conducido por Marcela Coronel.
“Es un momento de transición y no lo circunscribiría a una persona en particular o a un hecho puntual. Todas somos criticadas; yo también soy criticada. Las mujeres somos criticadas en la medida que abrimos la boca y alzamos la voz. Somos criticadas desde que nacemos, por pares y por impares. O sea, somos criticadas por mujeres, por hombres e incluso por géneros no binarios. El rol de la mujer en el mundo es polémico, es algo que genera confrontación porque creo que interpela tanto si la mujer es sometida, como si la mujer se libera”, agregó la actriz.
A la vez, consideró que el feminismo se trata de una “lucha eterna que la mujer viene librando desde que el mundo es mundo, esto no es nuevo. Solo que ahora hay una híper comunicación y hay un acuerdo, lo que llaman sororidad. Que me parece muy buena palabra, pero que nadie la conocía hasta hace muy poco tiempo”.
Respecto a cómo se dan estas luchas en la actualidad, Estévez enfatizó: “Me parece que es un momento de una gran apertura de algo realmente revolucionario, que entonces conmueve y remueve cosas pegadas en el fondo y sale de todo ahí. (...) Tenemos que ir hacia la comprensión, la asistencia entre todas, todes y todos, porque creo que el problema de la mujer nace de un tremendo mandato opresivo socioeducativo dirigido al hombre. Querer hacer de un niño, un macho -con el concepto equívoco de lo que significa macho-, deriva en lo que ese niño pueda llegar a convertirse: un futuro asesino o violador. La opresión genera una cosa tremenda que desemboca en este flagelo que sufrimos las mujeres en el mundo”.
Desde hace unos seis años, Inés Estévez viene despuntando su perfil musical, consolidándose de a poco como una de las nuevas voces del jazz local. “La música es algo súper transformador y cantar es una de las actividades más conectivas: en todos los ritos, o en todas las actividades que llevan algún contacto con la espiritualidad, hay canto. Es algo que deberíamos cultivar todos. Es un estimulo capaz de modificar absolutamente un estado anímico: podés escuchar una música determinada y te podés deprimir, te podés poner feliz aunque esté todo mal, te puede llegar a dar miedo. La música tiene una influencia muy directa sobre el espíritu, sobre el estado anímico”, definió.
Como gran parte del espectáculo, la industria musical se vio muy afectada por las nuevas reglas impuestas por la pandemia y el confinamiento. Ahora, y muy lentamente, las cosas están volviendo a reconfigurarse. “Hace un año que estamos parados. Hicimos un show por streaming en noviembre, justo en el día de mi cumpleaños. Y hace unas tres semanas volvimos a tocar en vivo, convocados por el Gobierno de la Ciudad, en Abasto Abierto. Fue divino, al aire libre. Y ahora estamos empezando a movernos por ese lado: se empieza a mover el aire y empiezan a aparecer oportunidades”, contó Estévez.
También dio sus impresiones acerca de cómo pasó la pandemia junto a sus hijas: “Si no tuviera hijas y me hubiera podido encerrar en un cuarto a comer arroz yamaní, seguramente habría escrito unas obras de teatro, una novela... pero en medio de la pandemia, lo único que podés hacer es dar manotazos de ahogado y ver cómo te la ingenias para ser madre, payaso, improvisadora de cuentos y de juegos y cómo te valés por vos misma para sostener esta estructura”, describió.
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