Cuentan quienes lo conocieron que, cuando una mujer le gustaba, Diego Maradona hacía hasta lo imposible por tratar de seducirla. Tenía, gracias a sus contactos, la posibilidad de conseguir cualquier número telefónico. Y era capaz de insistir hasta el cansancio con tal de lograr el “sí” de la señorita en cuestión. Sin embargo, parece que el astro no tuvo éxito cuando intentó comenzar una relación sentimental con Analía Franchín, quien no sólo no aceptó su convite sino que, además, terminó manteniendo un noviazgo de cinco años con Guillermo Coppola, por entonces, mánager del futbolista.
“En realidad, los conocí a los dos a la vez. Yo hacía notas para Intrusos y, una vez, tuve que ir a un restaurante al que íbamos todos los noteros a la noche a mendigar un chori…¡Estábamos horas y horas, hasta las tres de la mañana haciendo la recorrida!”, comenzó relatando la periodista en diálogo con Jey Mammon para Los Mammones, por América.
Y continuó recordando el día que vio por primera vez a Maradona. “Justo estaba Diego: teníamos justificada la noche y el chorizo. Entonces le hago la nota y, cuando estoy terminando, me encaja un beso. Yo me corro. ¡Oiga señor! Y ahí empezó. Como consiguió me teléfono, me empezó a llamar a las tres, a las cuatro, a las cinco de la mañana”, rememoró Franchín. Pero aclaró que ella nunca le dio cabida al astro: “Un amor, un ídolo y todo, pero no”.
¿Cómo apareció Coppola en su vida? Pues parece que todo comenzó con el incendio de la vivienda que alquilaba junto con Diego, ocurrido el 21 de enero de 2002. “Se prende fuego la casa de Barrio Parque y en Crónica ponen: ‘La colorada de Intrusos apenas empezaron a salir las llamas se fue’. Yo digo: ‘¿Qué?’. ¡En mi vida había pisado Barrio Parque! No tenía idea. Entonces me lo cruzo a Guille en América y dice: ‘Mi novia, la fugitiva’. Yo digo: ‘Sí, qué delirio…¿De dónde sacaron eso?’ Así empezamos a hablar y bue…”, explicó Analía.
El problema, en tanto, era que Diego siempre había sido muy celoso con respecto a sus mujeres, incluidas las que le gustaban aunque no fuera correspondido. Y el mánager no sabía cómo decirle que había comenzado una historia con Franchín, cuando él mismo había intentado enamorarla. Sin embargo, según contó la periodista, ambos no se enfrentaron por ella. “La pelea vino después”, dijo recordando la ruptura laboral y personal que se dio entre Maradona y Coppola un año más tarde, cuando el jugador lo acusó de haberle robado el dinero de sus hijas.
¿Si conoció el famoso jarrón de la causa por la que Guillermo estuvo preso en 1996 y luego fue sobreseído? “Sí, adentro no había nada. En realidad, yo en algún momento fui como la custodia personal del jarrón. ¿Viste que él te regala todo? Yo decía: ‘Este jarrón algún día va a estar en el museo Guillermo’. Cuando yo lo conocí, el jarrón estaba con tres girasoles de esos medios que no van...Y después, cuando empezó a perder la casa por todo estos líos de Diego y se fue a un departamento muy chiquitito, el jarrón ocupó un lugar en el placard chico que teníamos. Pero el jarrón tenía que estar”, aseguró.
Finalmente, la periodista contó que, si bien tras la pelea de Coppola y Diego estuvieron en veredas opuestas, cuando se reencontró con Claudia Villafañe en Masterchef Celebrity estuvo todo bien entre ambas. “Yo pongo las manos en el fuego por Guille, porque si hay algo que le sobra es honestidad. Y la verdad que la pasó mal. Pero nunca tuvimos un sí o un no con ella, ningún roce. Sólo que, quizá, en mi rol de panelista le puede haber molestado algo que dije”, concluyó sobre la madre de Dalma y Gianinna.
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