Esta semana, Verónica Lozano celebró las 1000 emisiones de Cortá Por Lozano (Telefé), el programa que conduce desde el 23 de enero de 2017 y con el que, de alguna manera, se adueñó de las tardes de la televisión argentina. “¡Dueña no me siento de nada!” Viste que la tele es día a día, partido a partido”, le dijo Lozano a Catalina Dlugi, en una entrevista emitida por Agarrate Catalina (AM 1110 Radio Ciudad).
“Termina el programa y decimos: ‘¡Nos fue re bien! Ah, pero mañana hay que volver’”, analizó Lozano entre risas, lo que motivó a una particular comparación de Catalina: “Casi que no te dejan tener un orgasmo”. “¡Exactamente!”, aceptó Lozano. “Es un producto en el que se trabaja un montón. Ya hace 5 años que estamos al aire: se nos agotan las ideas, hay que reflotar otras, hay cosas que funcionan, cosas que no. Pero por suerte, una tiene que tener el ejercicio adquirido de la prueba, el ensayo, el error, de probar cosas al aire”.
También Lozano analizó la dinámica de los paneles en los programas de televisión, siempre tan dinámicos: “Los equipos se van renovando año a año: la tele en eso es muy cruel, lo que se está traduciendo en un montón de rubros, por la pandemia y por la situación de la Argentina. Pero en la tele siempre pasó. Incluso los contratos de los conductores son por un año, pero si al mes el programa no funciona, te avisan y fuiste. Es desgastante, pero bueno, el sistema es así. Y uno es lo que elige y acepta las reglas del juego”.
Otra de las cosas que se tocaron en la entrevista, fueron los rumores de separación que rondaron por la pareja que Lozano lleva adelante con Jorge “Corcho” Rodríguez hace más de 12 años. “¡Me había olvidado de que también me divorcié en pandemia!”, dijo Lozano con ironía, antes de contar que la supuesta crisis fue porque se supo que dormían en cuartos separados. “Sí, estamos en cuartos separados, pero igual volvemos cada tanto. Antonia -su hija de 11 años- está muy grande, se queda chateando hasta no sé qué hora, entonces ese era como mi lugar. Yo me iba al cuarto de Antony y veía mis series, mis cosas... ¡me vi todo! Y Jorge no quería ver nada, entonces yo estaba con mi computadora”.
“Cada tanto volvemos a dormir juntos, sobre todo en vacaciones”, aclaró. Y, a modo de consejo conyugal, agregó: “Igual está bueno el cuarto separado, eh. No está nada mal después de tanto tiempo de convivencia”.
En este punto, quiso saber qué pasaba si “Corchix” -como le dice Lozano- “pone una rodilla en tierra con un anillazo y te dice me quiero casar con vos”. Verónica dudó unos segundos y contestó: “Primero, no creo que haga eso. Pero si lo hiciera, bueno, obviamente que le diría que sí. No le voy a decir: ‘Escuchame, ridículo, te vas a descaderar’. Si se da, se da, pero no quiero que se dé. Y él tampoco. Estamos bien así. Pero en un mundo de suposiciones, no es que le diría que no”.
En otro de los pasajes de la nota, Dlugi quiso saber qué pasó con el entredicho que Lozano tuvo con Nicolás Wiñazki. Recordemos: en mayo del año pasado, durante el tramo más rígido de la cuarentena rígida, el periodista de TN se lamentó en cámara porque “mi hermana Sofía fue mamá. Fui tío. Está todo bien, tuvo una hija hermosa y divina pero la vi por WhatsApp. Y mi mamá, que es la abuela de la nena, la vio por WhatsApp. Y mi papá, que es el abuelo, lo vio por WhatsApp”. Esto motivó una burla por parte de todo el panel de Cortá por Lozano.
“La gente que se sintió identificada con lo que dijo él, me odió. Me dijeron que era una insensible, que no tengo familiares”, dijo ahora Verónica. “Eso fue en el principio de la pandemia, estábamos todos muy sensibles. ¡Pensábamos que si tocabas el picaporte te ibas a morir! ¡Y ahora estos desgraciados nos dicen que en las superficies no contagian, con todo lo que sufrimos!”, contextualizó.
“Honestamente, no tengo nada contra él. Y después de eso, no nos cruzamos ni hablamos del tema. Para algunos, fui graciosa. Para otros, fui una estúpida absoluta. Fue algo muy chiquito, lo que pasa es que como está de fondo la grieta... pero no fue nada contra él. Lo que sí, me pareció un zonzo diciendo eso. Mi intención no fue ni burlarme ni nada, pero lo que dije representaba lo que muchos ciudadanos pensaban: ‘Y bueno loco, hay que aguantársela. Te mandaron una foto por whatsapp y listo’”, analizó Verónica.
Catalina quiso saber también qué le pasaría a Verónica si su hija Antonia le diría que es bisexual, en relación a la revelación de Oriana Sabatini. Lozano dijo: “Lo que es muy lindo de ver en las adolescentes es que el concepto de la sexualidad, para ellos, no es binario. Es como que tienen una concepción del amor más integral. De hecho, yo las escucho hablando y lo hacen con una libertad que es envidiable. Así que, que haga lo que ella quiera mientras sea feliz. Es una frase hecha en la maternidad, pero es así”.
En este punto, Dlugi quiso saber cómo era Verónica de joven con respecto a sus relaciones: “Siempre fui más careta, la que le duraba el novio mucho tiempo. No fui del touch and go, como dice Moria”, dijo y encontró razones en una tragedia que le marcó la vida: la temprana muerte de su madre. “Yo viví con una mamá que necesitaba de la ayuda mía, entonces siempre fui muy sobreadaptada. Graciosa, jodona, pero muy responsable en el colegio, en el laburo, en tener mi dinero. Empecé a estudiar y terminé. Muy obse. Eso siempre me protegió. Nunca me permití estar muy en pedo, o zarparme. Yo sabía como retirarme, tirar la bomba de humo a tiempo. Y eso siempre me rescató”, dijo.
“Yo tenía 23 años cuando murió mi mamá. Ella cursó una enfermedad horrible, la artritis reumatoidea. Hoy hay muchas soluciones o tratamientos alternativos, pero a ella la detonó desde sus 27 años. Entonces, pobrecita, la pasó requete mal. Para mí fue triste, pero no te queda otra, te adaptás. Pero quemé etapas: fui mamá de mi hermana, incluso mamá de mi mamá. También eso me lleva hasta adonde estoy. Y también entendí, cuando ella murió, que estaba muy cansadita, que dejarla ir era lo mejor que le podía pasar”, cerró.
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