Después de empezar con el pie derecho en la segunda temporada de Masterchef Celebrity, ocho participantes debían competir este miércoles para acceder a las medallas y evitar caer en la primera gala de eliminación del próximo domingo. Los concursantes quedaron emparejados en cuatro duplas, que debían consensuar la compra del mercado en base al dinero conseguido previamente una cabina.
Las parejas quedaron conformadas por la periodista María O’Donnell y el cantante Juanse; la conductora Sol Pérez y el actor Gastón Dalmau; las actrices Georgina Barbarossa y Candela Vetrano y la conductora Flavia Palmiero con la influencer Dani La Chepi. Estas últimas no tuvieron la mejor cosecha en la cabina de masterpesos y debieron conformarse con una preparación austera.
Dentro de ese panorama, Daniela Viaggiamari, es decir, Dani La Chepi, fue a lo seguro y preparó la comida que mejor le sale y más le gusta a su hija Isabella: un muslo sellado a la sartén, bañado en caldo y acompañado por unas papas a la mostaza. Un plato en apariencia sencillo, sin demasiadas pretensiones de alta cocina. En estos casos, se sabe, la plusvalía tiene que estar en el sabor y el sazón, en esa muñeca que permita convertirlo en algo inolvidable. Y con esa expectativa fue la primera en acercarse a las devoluciones.
Como es habitual, la participante comenzó relatando su preparación, que contó con algunas improvisaciones que no gustaron al jurado integrado por Germán Martitegui, Damián Betular y Donato de Santis. Primero, la cuestionaron por agregar los ajíes en vinagre a una preparación caliente como el caldo. Pero lo peor llegó con los espárragos que acompañaban el pollo casi a modo decoración. “Pensé que eran chauchas” comentó un sorprendido Betular, ante la apariencia de los vegetales. “¿Y la punta del espárrago?”, preguntó Martitegui. “Se la saqué”, contestó la influencer, algo desorientada por las burlas de los chefs.
El jurado no podía creer lo que tenía ante sus ojos, pero La Chepi se defendió con un argumento irrebatible: “Nunca comí un espárrago en mi vida. Lo probé hoy y me gustó mucho”. Germán quiso saber qué había hecho con la punta del espárrago. “En el caldo lo vas a sentir”, adelantó la humorista, que esgrimió que su elección había sido exclusivamente estética: “Saqué la cabeza porque queda más lindo”, argumentó.
Lo que parecía un mal presagio cambió radicalmente a la hora de la verdad. Cada uno de los chefs degustó el plato con buen semblante y las burlas se convirtieron en elogios: “Está rico, está sabroso. Esa salsa tiene sabor a comida rica de casa”, señaló Martitegui y las lágrimas empezaron a asomar en el rostro de la influencer. “Ese ají al vinagre al final le aporta muchísimo. Es raro haberlo calentado, pero le da un sabor a un guiso medio escabechado que sorprende”, agregó el chef y la emoción ya fue completa.
“¿Qué parte de lo que te dije te emocionó?”, preguntó Germán. “¿Sabor a la familia”, alcanzó a contestar La Chepi, que en el back dio más detalles de su repentina. “Mi hija siempre me dice que lloro por todo y le prometí que no iba a llorar. Yo quiero divertir a la gente, y no tenía motivos para llorar. Hasta que dicen ‘familia’...”, lamentó.
El conductor Santiago del Moro indagó más en la familia de la participante, que reveló una historia vinculada a su padre. “Mi papá cocinaba mucho, y la salsa esa me lleva a mi viejo. Mi viejo está, pero tuvo un ACV cuando quedé embarazada de mi hija Isabella; hace ocho años está postrado y... es durísimo”, reveló la influencer.
“Que te transporte ahí quiere decir que algo bien hiciste en este plato”, intervino Betular. “Sos buena para escuchar, está muy bien la cocción, está redondo en texturas, sabores. Rápidamente evolucionaste”, completó su elogió. Para descontracturar un poco, del Moro le recordó el incidente con los espárragos, a esta altura una anécdota. “Siempre dando la nota, que horror”, sentenció la protagonista, cuyo plato no le alcanzó para las medallas -que quedaron en manos de Candela y Georgina-, pero sí para demostrar que puede sobreponerse a las adversidades y, de paso, para conectar con un lindo recuerdo de su padre.
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