“Si pudiera hacer lo que no hice en estos meses, volvería a tener diez años para asombrarme a cada instante…Y reírme de todos los chistes, incluso de los malos”, dice la voz en off de Ricardo Darín en la nueva campaña de Cinemark Hoyts para festejar la reapertura de los cines que cerraron por la pandemia. Y Valeria Bertuccelli hace reír con su clásico fragmento dedicado a los sagitarianos: “Gachi, Pachi” . O Héctor Alterio engalana la pantalla con su grito: “¡La puta, que vale la pena estar vivo!”
“Cantaría, como en una comedia musical, aunque sea fuerte y desafinado. Viviría más aventuras. Me haría un poco menos de drama. Porque la realidad puede transformar muchas cosas, pero hay cosas que no cambian. Vuelve el cine”, agrega el ex Nueve Reinas, mientras Guillermo Francella habla de la pasión en un bar de Tribunales.
En una entrevista en Pan y circo, el ciclo que conduce Jonatan Viale en Radio Rivadavia, el actor había expresado que la situación del sector es crítica, porque muchas familias dependen del regreso de las actividades en la industria cinematográfica.
Este jueves, el Gobierno aprobó los protocolos para la vuelta de la actividad en Ciudad y Provincia de Buenos Aires. “El cumplimiento por cada individuo de las recomendaciones de los organismos de salud en cuanto a las pautas de distanciamiento social e higiene personal, y que el mismo adquiera el formato de hábito, es la clave tanto para la reapertura segura de la actividad motivo del presente protocolo como para desacelerar la velocidad de propagación de la pandemia”, se manifestó.
En ese sentido, se argumentó que “la experiencia de cine es una actividad quieta y tranquila”, ya que en las salas, los espectadores no interactúan, dado que el foco de atención está puesto en el objetivo de la concurrencia que es ir a ver y disfrutar una película”. “Los espectadores permanecen en silencio puesto que la conversación no es permitida ni tolerada. Adicionalmente, los cines cuentan en general con equipamiento y/o instalaciones que contribuyen a la renovación y ventilación del aire”, se precisó en los fundamentos del protocolo.
El próximo jueves 4 de marzo es la fecha estimada por las autoridades del rubro para que las salas vuelvan a abrir sus puertas. En esta primera etapa, la única diferencia entre los distritos está en el aforo: en Provincia se arrancará con un 50%, mientras que en los cines porteños con un 30%. El incremento de este aforo dependerá de la evolución de la pandemia en el AMBA.
En las salas, el uso del barbijo será obligatorio. Las personas solo podrán quitárselo para ingerir alimentos o bebidas, y se lo deberán volver a colocar después. Antes y después de cada función, las salas serán higienizadas y sanitizadas. Para prevenir contagios, se estableció dentro de cada una de las salas de cine la ocupación de “burbujas sociales de recreación” definiéndose las mismas como espacios compartidos de proximidad entre personas que concurren conjuntamente al establecimiento y que no deben integrar durante la realización del mismo evento otra “burbuja social de recreación”.
Estas burbujas de recreación no podrán ser superiores a seis personas y estarán conformadas por butacas contiguas. La distancia entre butacas ocupadas deberá ser de 1,5 metros a 2 metros, como mínimo. “Esto puede realizarse con un esquema de ocupación donde por cada butaca ocupada o butacas ocupadas por la burbuja social deberán dejarse dos butacas fijas libres a los lados de cada burbuja. También deberán estar libres las butacas que se encuentren inmediatamente adelante e inmediatamente detrás de cada butaca ocupada”.
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