Menor de dos hermanos –Charly terminaría siendo su guardaespaldas–, Eddie Murphy creció en Brooklyn con un papá abandónico que murió acuchillado. Lilian, su mamá, pronto encontró un padrastro para sus hijos en Vernon Lynch, que se hacía cargo de los chicos pero era alcohólico y más de una vez los golpeaba “como un juego y para hacerlos fuerte”. Obligado a evadir la violencia y el descontrol, Eddie encontró en el humor la salvación. Y un día, cuando nadie lo suponía, aquel padrastro le dijo que era bueno en algo: fue después de ver cómo lo imitaba cuando estaba borracho. Eddie se sintió fortalecido e hizo de la imitación un arte la escuela secundaria.
Pero no se quedó con eso y cuando tenía quince años empezó a presentarse en bares neoyorkinos. A los 19 dio el gran salto: lo llamaron para Saturday Night Live. Así lanzó su carrera. Grandes comedias como Un detective suelto en Hollywood (1984), Un profesor chiflado (1996) y Dr. Dolittle (1998) lo convirtieron en un ícono del humor americano en los años ochenta. Hizo una película por año en aquella década y en los noventa no se detuvo, sino que se potenció. Fiel a un estilo básico, pero efectivo, despertaba carcajadas en un tiempo más naif y menos pretencioso que el actual.
Nacido en 1961, ahora Eddie vuelve a la pantalla con un clásico que reunió en la risa a grandes y chicos tras su estreno en 1988. Un príncipe en Nueva York tiene su segunda parte y se podrá ver desde el 5 de marzo por Amazon Prime Video. En esta nueva película dirigida por Craig Brewer, Akeem (en la piel de Murphy), el príncipe monarca de Zamunda –una nación de ficción–, se entera que tiene un hijo perdido en Estados Unidos. Entonces vuelve a la Gran Manzana para conocerlo. David Lengel, Wesley Snipes, James Earl Jones, Kiki Layne y John Amos completan el elenco para una comedia que ya se anticipa desopilante. Treinta y tres años después de la primera versión, la expectativa por la segunda es grande. Más aun, porque el astro lleva varios años sin aparecer en cine e hizo sólo tres películas desde 2012.
¿Su vida familiar? Prolífica y poliamorosa. Eddie tuvo diez hijos con cinco mujeres distintas. El mayor y la menor se llevan 29 años de diferencia. Con Paulette McNeely, una novia de la juventud, tuvo a Eric (31). Mientras ella estaba en plena gestación, el actor embarazó a Nicole Mitchell, una modelo, y Bria (31) –ahora actriz– nació poco después del mayor. Apenas unos meses pasaron para que llegara Christian (30), de su affaire con una productora de televisión, Tamara Hoo. ¿Sentó cabeza con alguna? Sí, con Nicole. Se casaron y tuvieron ademas a Miles (28), Shayne (26), Zola (21) y Bella (18). Estuvieron juntos 12 años y se divorciaron en malísimos términos.
Escándalos hay de sobra, pero tal vez el más sonado data de 1997, cuando a Eddie lo encontraron en el auto con un transexual y el escarnio público fue implacable. Eran otros tiempos... No fue el único conflicto mediático para el astro. En 2007 las revistas de espectáculos le dedicaron páginas y páginas a su fallido romance con Mel B, una de las Spice Girls. Embebidos por el éxito, la cosa entre ellos fue un flechazo… O al menos eso crían. Llevaban tres días de relación cuando se tatuaron sus nombres. A los seis meses, ella quedó embarazada, pero cuando creyó que lo próximo sería el casamiento, se enteró por televisión que Murphy no reconocería al bebé hasta no hacerse un ADN. Solo después de la confirmación Ángel Iris (13) fue registrada como hija del actor. Ajeno a la caballerosidad y cruel al extremo, a Mel B le rompió el corazón. Faltaban unos años para que en 2010, durante el estreno de Shrek: Felices para Siempre –Murphy le ponía voz al burro–, Eddie se mostrara de nuevo con Mel B y su hija, en plan de “familia ensamblada”, porque también estaba Stephen Belafonte, el esposo de la cantante británica.
La mujer que sucedió a la Spice fue Tracy Edmonds, una productora de televisión. Hicieron una ceremonia a todo trapo en una isla privada de Bora Bora en 2008, pero se separaron ¡quince días después! Entonces llegó la modelo australiana Paige Butcher y tuvieron dos hijos: Izzi (4) y Max Charles (2). Siguen juntos y, si todo sale como está previsto, la rubia será quien acompañe al actor cuando pase la pandemia y las alfombras rojas de Hollywood vuelvan a desplegarse para el comediante más aclamado y voraz de finales del siglo pasado.
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