La semana pasada, Luis Brandoni fue internado luego de confirmarse su diagnóstico positivo de coronavirus. Aunque no presentó complicaciones derivadas, ni sufrió de los característicos síntomas -no tuvo ni pérdida de olfato, ni del gusto, ni tuvo fiebre demasiado elevada- fue hospitalizado de manera preventiva. Este lunes recibió el alta médica, según confirmó el productor teatral Carlos Rottemberg.
“Ahora Beto tuvo su alta sanatorial y ya se encuentra en camino a su casa para completar su recuperación, con mucha ansiedad por regresar lo más pronto posible a su trabajo en el teatro”, le dijo Rottemberg a Teleshow. Y ahora, la confirmación llegó por parte de Brandoni: “Tenemos por delante, en estos días, una reunión con Rottemberg y su hijo, que son los productores de El Acompañamiento. Y ahí definiremos cuándo volvemos al teatro, porque volvemos más sanos y con más ganas que antes”, dijo este martes en una entrevista con el programa radial Cara y Cruz (AM 1110).
“Estoy en mi casa, de modo que estoy bien. Superé el COVID, además no tengo capacidad de contagio”, describió el actor. Sin embargo, lo más fuerte de la conversación estuvo en torno al escándalo por el “vacunatorio vip” montado en el Ministerio de Salud y que le costó el puesto al saliente ministro Ginés González García. “Me parece que han perdido la vergüenza del todo. No tengo palabras para explicar esto, porque están jugando con la vida de la gente. Es decir, ser amigo de un funcionario del gobierno les permite jugar con la vida de la gente. Es algo incalificable, yo no sé cómo definirlo, no me salen otras palabras más que las que estoy diciendo. La verdad, es algo ignominioso lo que estamos viviendo”, opinó Brandoni.
“Yo creo que esto va a tener un costo político muy grande para el gobierno nacional. No ha habido un episodio tan escandaloso como este”, calificó. En comparación con otros hechos cuestionables de los últimos años, Brandoni opina que “no pasó nunca esto. Tuvimos muchos escándalos: las privatizaciones de todas las empresas del estado fueron un escándalo, todos sabemos la dimensión de corrupción que ha tenido eso. Pero no llega a esto porque acá está en juego la vida de la gente. Ellos privilegian a algunos amigos en desmedro de que alguien se muera por no tener la vacuna. Además, la vacunas no sobran, no son suficientes todavía. De modo que no hay ninguna cosa parecida, por lo menos desde el advenimiento de la democracia. Se han visto muchas cosas, corruptelas, pero esto es una cosa incalificable, batió todos los récords”.
También puntualizó sobre las recientes declaraciones de Santiago Cafiero: “El jefe de gabinete no tiene idea de lo que está diciendo. Hace más de un año que no tiene idea de lo que dice. No tiene noción de las cosas que dice, cree que es impune. Y no, no hay tal impunidad. No va a haber tal impunidad, por lo menos por parte de la sociedad argentina”.
Brandoni, militante histórico de la Unión Cívica Radical, creé que el peronismo no tiene “formación moral que le permita cuestionarse si las cosas están bien o están mal. Los de La Cámpora son los dueños del país. No tienen la más misma noción de lo que es la democracia, la república, las leyes. No tienen un más mínimo de pudor, nunca lo tuvieron. No tienen ese prurito, ese marco que es decir “bueno, hasta acá está bien, hasta acá ya no está bien”, no existe. Les da lo mismo, creen que está muy bien lo que han hecho. El peronismo no tiene vocación democrática, no la tuvo nunca desde el año 1945 hasta ahora. Y no la va a tener, no lo va a adquirir. Cree que la sociedad le debe todo a ellos, pero se va a terminar de la mejor manera. Porque la sociedad argentina no está dispuesta a dejarse atropellar una vez más”.
“Lo que está haciendo la oposición me parece muy bien”, dijo Brandoni. Y agregó: “Está diciendo las cosas que tiene que decir, cantando las verdades que tiene que cantar, poniendo los límites que se pueden poner. Pero no hay ni siquiera justicia, si este ha sido un gobierno que ha venido con el único propósito de no pagar los delitos que ha cometido. Entonces se hace muy difícil la tarea de la oposición. Pero hay algo nuevo que no estamos ponderando debidamente: hay una sociedad que no se va a dejar llevar por delante. Los banderazos del año pasado no fueron casualidad”.
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