Fue su mamá, Verónica Ojeda, quien estuvo a cargo de cada detalle del festejo. No era uno más. Dieguito Fernando Maradona cumplía ocho años a casi tres meses del fallecimiento de su padre, Diego Armando Maradona. Y su primer cumpleaños sin su papá no podía ser uno más. Hubo regalos especiales, un puñado de invitados muy íntimos y el recuerdo del Diez, siempre presente.
Fue en el Holiday Inn de Ezeiza. Se celebró a la tarde y contó con la presencia de Rufina y Carlos, los abuelos maternos del nene, de Fernando, el tío que le da su segundo nombre, y de tres amiguitos muy cercanos. Estaba además la anfitriona, Dulce Granados, madrina del nene, amiga muy cercana de Verónica y diputada por el FPV. “Dieguito estaba feliz. Su mamá se encargó de todo. Estaba muy preocupada por el clima, pero sabe que cuenta con este hotel, donde las puertas siempre están abiertas para su familia”, aseguró Granados en dialogo con Luis Ventura, en Secretos Verdaderos, por América. Y confirmó que, hasta ese momento, ninguna de sus hermanas había llamado, ni le habían mandado un mensaje al nene.
“Tenemos una relación familiar de años. Diego es quien me presentó a Verónica. Y ella, en el momento más duro de la soledad de su embarazo y esas cosas que todos sabemos que sucedieron… Me eligió como madrina de su hijo. A mi me impactó. Me llenó de emoción porque es la persona que puede socorrer y estar en los momentos difíciles y en buenos. Es una elección de vida”, agregó Dulce, un rato después de que el cumpleaños había terminado.
Además, haciendo esfuerzos para no llorar, relató qué le dijo en su momento Dieguito Fernando sobre la muerte de su papá. “Se sentó en un sillón, abrió los brazos y me dijo: ‘Me quedé solo. Mi papa ya no está más. No lo voy a poder ir a ver nunca más. Estoy muy triste’”, relató Dulce y agregó que Verónica siempre está ahí para contenerlo y llevarlo al jardín a ver una estrella y recordar a su papá.
Sentado en un sillón de DT, como el que usaba su papá para dirigir a Gimnasia y Esgrima de La Plata, Dieguito Fernando recibió un regalo muy especial. Porque Gustavo Pitasi, ex organizador y técnico del showbol y su hijo Fernando le llevaron la última camiseta que usó Diego Maradona en este deporte. Data de un partido jugado en Georgia, en 2008. Cuando el nene la recibió y su mamá le explicó de qué se trataba, miró al cielo.
Vale recordar que Dieguito Fernando nació en los últimos minutos del 13 de febrero del 2013 en la Argentina, mientras su papá estaba en los Emiratos Árabes trabajando. La relación entre padre e hijo fue variando entre momentos de visitas frecuentes y otros de más distancia.
El año pasado, Dieguito pasó la cuarentena en su casa de Ezeiza, donde cumplió con las actividades pautadas por su tratamiento por TEL (trastorno específico del lenguaje) y hace fonoudiología, piscopedagogía y asiste a una terapista ocupacional. Recién hacia mitad de año se vio con su papá, después de algunos meses y entonces siguieron frecuentándose hasta poco antes de la muerte del Diez, el 25 de noviembre último. Incluso fueron juntos a la cancha, a un partido de Gimnasia y Esgrima de La Plata.
“Mis dos ángeles que me cuidan desde el cielo (mi papá mi abuelo). Siempre los recordaré así, con una sonrisa”, posteó hace unos días el nene en su cuenta de Instagram que maneja con su mamá, junto con una foto del Diez y de Don Diego. Y, con las emociones a flor de piel, sin duda que hoy fue un día especial.
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